Prisión de Omegas (Kookgi) +18

56. Acuerdo tácito.

Weiiiiii...

Esto está largo, así que acomódense y disfruten n.n

Por cierto, para aquellos que no saben lo que es "tácito" es como una referencia a algo que se sabe pero que nunca se dice en voz alta, algo así como un acuerdo silencioso que nunca se acordó pero que ahí está.

Si me entienden? Sí me entienden.

Muy bien...

Ahora sí, a leer

n.n

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     Hospital de Seúl.
     Tercer piso.
     3:35 p.m.

Las horas habían pasado y Yoongi finalmente se había tranquilizado. Habían hecho falta unos cuantos supresores y la presencia de Jeon, para que Min cayera rendido en un sueño profundo y reparador.

La habitación olía a Jung Kook, quien en silencio simplemente vigilaba el sueño de Min como si fuera la cosa más importante en su vida. Y lo era, para Jeon, Yoongi era lo más valioso que tenía.

"Y lo abandonaste" se dijo internamente.

"Para volver y encontrarlo en una camilla de hospital" se reprochó.

Un suspiro profundo salió de sus labios. Entonces, justo después de aquel suspiro, la puerta de la habitación se abrió. Era el doctor, acompañado por una enfermera, quien con sus ojos de par en par miraba al alfa en el interior de la habitación con una mirada curiosa y emocionada.

Y es que, no todos los días se veían alfas uniformados y guapos como los alfas que custodiaban a Min. No obstante, de entre todos los alfas que había visto ese día, Jeon era el mejor.

—Buenas tardes —saludó el médico, al mismo tiempo en que ingresaba a la habitación, seguido de cerca por la enfermera y por el director Kim, quien al ver a Jeon, erguido y completamente en guardia, dijo:

—Coronel Jeon, le presento al doctor Chang, él es quien solicitó hablar con usted sobre el joven Min.

—Claro, buenas tardes —dijo Jung Kook, con una voz ronca y una mirada en tono dorado, la cual servía como una advertencia silenciosa hacia todo aquel que quisiera acercarse a Yoongi sin su consentimiento, o mejor dicho, sin el consentimiento de su sobreprotector lobo.

Era natural, su omega destinado estaba en celo. Claro que Jeon estaría a la defensiva y completamente alerta de quien entrara y saliera de su habitación. Sin mencionar, por supuesto, lo delgado que estaba Yoongi, el rostro cansado y las ojeras debajo de sus ojos, lo cual dejaba en claro, el insomnio y la mala nutrición que había estado llevando.

—Señor Jeon... —de repente, el médico sacó al alfa de sus cavilaciones.

—Tiene ojeras y está más delgado de lo que lo recordaba —dijo entonces Jeon, sin apartar sus ojos del cuerpo lacio sobre la cama.

—¿Me permite acercarme a su omega para mostrarle algo? —dijo entonces el doctor, llamando así la atención del alfa de pie a un lado de la cama.

Jung Kook lo miró y en silencio, asintió con su cabeza, para luego, volver su atención a Yoongi, quien aún dormido no se percataba de absolutamente nada.

—No se preocupe, le hemos suministrado una intravenosa de supresores y su aroma funciona como somnífero en estas condiciones, el joven Min descansará por un buen rato más —explicó el doctor, al notar la mirada de preocupación en Jung Kook.