Jeon se había ido esa noche como lo había prometido. Se había marchado para no terminar causando una discusión, la cual sabía que era inevitable si permanecía allí. Sin embargo y pese a todos los pronósticos, la batalla campal se armó cuando el auto con los alfas había desaparecido en la esquina.
—Taehyung, por favor —dijo Yoongi, caminando detrás de su prometido, mientras éste se dirigía a la habitación que ambos compartían.
—No quiero hablar contigo en este momento, Yoongi —dijo el omega más alto, mientras caminaba de su habitación al baño, para buscar su cepillo de dientes.
—Pero yo tengo que hablarte, en serio, lo siento, no era mi intensión que nos vieras —y entonces el omega de negros cabellos supo que había metido la pata, cuando Taehyung se volteó molesto a mirarlo.
—¡Ah! Entonces, te habrías dejado coger por él y no me habrías dicho nada —le dijo —, dime algo, Yoongi, ¿si yo no hubiera llegado en ese momento, lo habrías detenido? —Hubo un silencio sepulcral, mientras sus miradas se detenían fijas en la del otro —, lo imaginé —fue la siguiente respuesta del omega de cabello rubio, a su vez, que volvía su cuerpo de espaldas a Yoongi para lavar sus dientes.
Yoongi no sabía qué hacer, No sabía. La había cagado y en grande. No habría detenido a Jeon y ambos lo sabían. El alfa era como un imán magnético que lo atraía como nadie. No obstante, Yoongi se había decidido tiempo atrás a soltarlo.
Había sido difícil para él, sin embargo, su lobo dormido lo había hecho todo mucho más fácil. Lo había hecho por las niñas, pero también por él. A decir verdad, sentía que su enamoramiento por Jeon se había convertido en un martirio, un suplicio.
Cuando la familia Jeon se había interpuesto y el abuelo de su alfa lo había menospreciado de aquella manera, sintió que su vida se hacía añicos. Se había sentido como nunca antes, había sentido que él no tenía valor alguno y que su alfa era demasiado para él.
El embarazo de las gemelas había sido un punto de reflexión en su vida. Era lo único que quedaba del amor que una vez había existido entre ellos, sin embargo, con el pasar del tiempo entendió y asumió cosas.
Una de ellas era que amaría al alfa siempre, pero que era momento de dejarlo ir. Y es que le había parecido estúpido alvergar sentimientos por un alfa que tenía familia que lo odiaba y lo quería lejos de él. Tanto, que los habían logrado separar.
Había sufrido y llorado a mares, pero con el descubrimiento de las niñas, la esperanza volvió a la vida de Yoongi y poco a poco, junto con el tratamiento, el recuerdo y el amor que sentía por Jeon, se fue durmiendo con su lobo.
Habían pasado años, sin embargo, a veces pensaba en Jeon, otras veces, sentía que su corazón se dividía, pues había comenzado a sentir cosas por Taehyung que nunca había imaginado.
Se había enamorado, sí, perdidamente y era correspondido. No había sido planeado, simplemente se habían descubierto enamorados y besándose mutuamente con el pasar de los meses.
Una cosa llevó a la otra y sin darse por enterados, ambos omegas, ya llevaban un anillo colgando en su cuello como muestra de su compromiso. De aquello ya habían pasado unos meses, sin embargo, el compromiso seguiría en pie aún con la presencia de los alfas y Kim Taehyung lo había dejado en claro a su alfa destinado.
Por el contrario, con Jeon y Min había sido otra historia, Min no le había dicho absolutamente nada a Jeon y éste llegó a enterarse de todo de la peor manera, por boca de otro, Kim Nam Joon.
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Prisión de Omegas (Kookgi) +18
FanfictionEl infierno para algunos, el paraíso para otros. La prisión de omegas era lo que podría denominarse el reino de Min Yoongi, un omega preso como todos los demás, pero al mismo tiempo, completamente diferente a ellos. Min poseía un gen dominante y po...