7. Día libre

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     Prisión de omegas, pabellón dos, celda uno.
     Seis días después del ingreso de los alfas a la prisión.
     Hora: 9 p.m


—¿Yoongi? —dijo Taehyung de pie al lado de la puerta de la celda del omega —, ¿puedo acompañarte?

Yoongi se volteó y desde su cama, le dijo:

—Pasa.

Taehyung miró detenidamente al alfa Kim Nam Joon, quien era el alfa que custodiaba a Yoongi por las noches junto a Choi Minho. Usualmente estaban ambos alfas apostados afuera de la celda del omega para esa hora. Sin embargo, justo esa noche, solo estaba Kim.

Se miraron fijamente cuando el omega pasó a su lado. Era extraño que el alfa mirara a alguien, nunca lo hacía. Para él, todos eran invisibles, a excepción de Min, por supuesto. Era el único omega al que le dedicaba más de una mirada silenciosa. No solo porque era hermoso, lo hacía porque era su trabajo. No obstante, debía admitir que Min era diferente a muchos omegas. Casi parecía un ángel caído en medio de demonios. Casi...

Pero entonces, ¿por qué Kim Nam Joon le había dedicado una mirada más intensa al preso 0301? Era la primera vez que éste lo miraba bien y de cerca.

"Otro ángel caído" se dijo el alfa en sus adentros, cuando vio al joven omega dedicarle una mirada arrogante y despectiva justo cuando pasaba a su lado.

Casi le había provocado gracia el no haberlo visto antes. Claro, de no haber sido un preso de quien precisamente estaba hablando.

En fin, el omega entró a la celda y entonces, automáticamente se hizo el aviso habitual.

—Prisioneros, todos a sus celdas, los portones se cerrarán en dos minutos —anunciaban los altavoces en todos los pabellones.

Min observó a su amigo y con voz suave, le dijo:

—Ven, acuéstate.

—El prisionero tiene que volver a su celda ahora mismo —dijo el alfa Kim al otro lado del portón enrejado, que hacía como puerta de su celda.

—No te preocupes, Tae de vez en cuando duerme conmigo —le dijo Yoongi.

A decir verdad, además de Jeon Jung Kook, Kim Nam Joon era el único alfa con el que hablaba un poco. Pues éste siempre estaba pendiente de él por las noches, además, abría el portón de su celda cuando la naturaleza llamaba en plena madrugada. Lo acompañaba hasta el baño y por educación, lo esperaba en la entrada del mismo. No era algo que cualquier alfa haría; lo sabía, pues Choi, Park e incluso el otro Kim y hasta el mismo Jeon, lo acompañaban a lo más profundo del cubículo, lo revisaban de cabo a rabo y entonces, solo así, lo dejaban encerrarse para su privacidad.

No obstante, el alfa en ese momento parecía dudar. Yoongi sonrió suavemente al alfa y despreocupado, le dijo:

—Pregunta si quieres, pero verás que no hay problema.

Escéptico, el alfa lo consultó por radio. Cuando tuvo luz verde, Yoongi le sonrió desde la cama.

—¿Ves? te lo dije —comentó el omega con calma, para después mirar a su amigo sentado en su cama.

El alfa resopló y sin decirle nada como respuesta, se dio la vuelta para mirar al frente.

Los omegas se acostaron, todas las celdas ya se habían cerrado e incluso se habían apagado las luces. No obstante, Nam Joon podía oír los suaves susurros que provenían de la celda de Yoongi. Eran imperceptibles para cualquier oído de un omega o incluso para los betas, sin embargo, él sí podía oírlos. No sabía que decían, hablaban apenas notoriamente...

Prisión de Omegas (Kookgi) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora