6. El trato

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     Prisión de omegas.
     Hora: 7 a.m


Jeon veía venir el mismo escenario cada mañana cuando llegara a la prisión. Y es que aunque le había levantado el día anterior e incluso le había advertido de estar despierto para cuando él llegara, Yoongi estaba en su cama, acostado y profundamente dormido. No importaba cuánto escándalo había en los pabellones, Min parecía no escuchar nada.

—Coronel, ya se han iniciado con las inspecciones de las otras celdas —le dijo Kim Nam Joon justo antes de retirarse.

Jeon asintió con su cabeza, sin embargo, sus ojos estaban fijos en el chico apostado en la cama.

—¿Durmió en la noche? —preguntó a Nam Joon, quien como era de esperarse negó con su cabeza. Jeon suspiró e ingresando a la celda, agregó —, bien, puede retirarse, Soldado.

Nam Joon se marchó y entonces Jeon tomó una bocanada de aire y se acercó un poco más. El omega dormía de modo despreocupado, desparramado en toda la cama, las sábanas cubrían sólo de su cintura para abajo. Por suerte para Jeon, esta vez, su pijama era un pantalón largo y una camiseta de manga corta. Nada revelador, ni tampoco vulgar. Es más, allí acostado, sobre sábanas blancas y con su ropa del mismo color, hacían alusión a un ángel.

Su cabello, su piel, las sábanas, su ropa. Todo, absolutamente todo era blanco pulcro. Jeon se sentía burlado.

"¿Cómo algo tan bonito puede ser tan diabólico?" se dijo en sus adentros, aun perdido en sus pensamientos mientras lo miraba casi incrédulo.

Se cruzó de brazos y con un tono alto, pero no exagerado, le dijo:

—Prisionero 0102 —esperó a que el omega respondiera, no obstante, el chico seguía sin reaccionar —, 0102 —lo llamó de nuevo. Volteó sus ojos hasta ponerlos en blanco e inclinándose por fin sobre Yoongi, lo zarandeó —¡0102! —exclamó más fuerte esta vez, llamando así por fin la atención de Yoongi.

—No me llames así, mi nombre es Yoongi —le reclamó Yoongi, aún dormido.

—Levántate —le dijo Jeon.

—No, sigo con sueño —espetó Yoongi, acurrucándose entre sus sábanas y dándole la espalda al alfa que lo miraba con reproche.

—La noche es para dormir, despierta y soporta el sueño y verás como esta noche si te duermes a la hora que es —le recalcó el alfa, no obstante, a Yoongi parecía no importarle —. ¿No te vas a levantar?

Su voz expresaba completo reclamo, no obstante, una vez más, a Yoongi le importaba un comino. Continuó durmiendo y no tenía pensado levantarse hasta que le diera la gana o eso pensó, hasta que escuchó la voz del alfa justo contra su oído derecho. Tan cerca que incluso sus labios rozaron su piel.

—Muy bien, no habrá mascarilla entonces —dijo y Yoongi abrió sus ojos de par en par.

¿La mascarilla? No podía importarle menos. Pero demonios, que Jeon le hablara al oído. Dios, eso sí que lo había despabilado. Había sentido el aliento del alfa contra su oído. Eso significaba que había tenido que quitarse la mascarilla por un instante.

Jeon estaba satisfecho; el omega se había enderezado e incluso le miraba, mientras se cubría su oreja derecha con su mano.

—Duchas, ahora —le dijo entonces el alfa, mientras Yoongi le miraba aún anonadado. Especialmente, al ver al alfa con la mascarilla puesta nuevamente. Había sido tan rápido que siquiera lo había visto ponersela de nuevo.

—Hazlo de nuevo —dijo Yoongi.

—¿Qué? —preguntó Jeon haciéndose el desentendido.

—Háblame al oído de nuevo sin la máscara—volvió a decir —, si lo haces, haré lo que quieres.

Prisión de Omegas (Kookgi) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora