Prisión de Omegas (Kookgi) +18

CAPÍTULO 81: FRAGMENTOS DE UNA VIDA OLVIDADA, PARTE 2.

Ni en un millón de años Kim Taehyung se habría imaginado en aquella situación. Min lo había tomado completamente por sorpresa, pero a su vez, había dejado todo en manos de su amigo y ahora pareja. Pues éste le había prometido que tomaría cartas en el asunto.

Y así lo había hecho. Min había dedicado toda la mañana a hacer muchas llamadas, tantas como eran posibles. Pues no era para menos, Yoongi, el verdadero líder estaba convocando a una reunión con todos los miembros de su antigua organización.

Aquello había causado tanto revuelo entre los antiguos miembros como era de esperarse.

—No te preocupes, Tae, encontraremos al teniente Kim —dijo Chaeyeon, mirándolo con amabilidad pero a su vez, con preocupación y nerviosismo.

Por otra parte, Jeon había ido por las gemelas al jardín de niños, pues algo en su interior le estaba advirtiendo de que posiblemente harían un viaje. Entonces, justo cuando entró por la puerta con las gemelas, Taehyung lo supo, el alfa traía nuevas noticias:

—Tengo que viajar mañana mismo a Tailandia.

Min, quien sentado sobre una silla del comedor, se quedó en silencio, con el celular contra la oreja y mirándole fijamente.

—Hablamos luego, Baek —dijo y entonces, la llamada finalizó.

Los ojos de Yoongi centelleaban en tono gris metal como hacía mucho no pasaba. Así se puso en pie, bajo la atenta mirada de todos en la sala.

Sus hijas, sus amigas, su prometido, pero por sobre todos, Jeon, quien de pronto tomando una profunda bocanada de aire, lo contempló caminar hacia él.

Taehyung y los demás, los observaban en silencio. Era demasiado evidente lo que estaba ocurriendo, Jeon se estaba conteniendo para no saltarle encima al omega, pues éste, tal vez no se había percatado pero sin darse cuenta, lo estaba seduciendo.

Eran sus ojos color plata, su olor un poco más intenso de lo recientemente habitual, pero lo que había causado el total regocijo en el lobo del alfa y la cereza del pastel, fue ese justo momento en que chocaron miradas. Min tenía a su lobo de pronto expuesto.

La sala del apartamento de Yoongi y Taehyung se sumió en un profundo silencio, mientras la pareja parecía que se comunicaba sin realmente hacerlo.

Uno frente al otro, sus ojos profundos y fijos en los del otro. De pronto, una sonrisa suave se dibujó en los labios del alfa y casi como si estuviera soñando, susurró:

—Omega, sé que me vas a decir.

—Si lo sabes, entonces...

Jeon sonrió de nuevo y entonces, tomó una de las manos de Min.

—Tengo que ir —explicó el alfa, ahora besando los nudillos de la mano de Min, la cual había tomado con anterioridad.

—No te irás de aquí sin mí —aclaró Min.

—No te voy a llevar a un lugar donde prácticamente es un campo de guerra —prometió el alfa, ahora olfateando los dedos de Yoongi con sus ojos cerrados.

Lentamente, las pupilas plateadas de Min se fueron apagando...

—Oh, creeme, vas a necesitarme ahí, si quieres que tus hombres regresen con vida de ese infierno —juró Min y entonces, la sorpresa y el ensoñamiento del alfa se interrumpió.

Ahora, había una chispa de fuego en los ojos del alfa, mientras la sonrisa cínica y arrogante de Min se hacía presente.

—Mis contactos dicen que el líder de los tailandeses hablará conmigo en cuanto yo esté allá, pero solo conmigo, con nadie más —dijo Min.