Habían transcurrido unas semanas desde su primera noche juntos. Y era extraño. Pues entre más noches pasaban, más felices se sentían, más unidos se sentían y más rápido pasaba la noche.
De pronto, las noches habían dejado de ser horribles para Yoongi, ahora las esperaba con emoción, felicidad e incluso con ilusión. Pues su alfa, Jung Kook, llegaba cada noche, religiosamente, incluso sus días libres.
—. ¿Coronel, qué le dijo al Director Kim para que le diera permiso de venir hoy? —le había preguntado Yoongi la primer noche libre de su alfa, quien sorprendiéndolo, había aparecido.
—Le dije que quería venir y estar contigo, punto —respondió y no era del todo falso, sí lo había dicho, no obstante, había omitido la parte de que en su casa, se sentía solo y eso lo hacía pensar de más. En Jimin pero también en Yoongi. En sus sentimientos divididos y en su divorcio que ya era oficial, el cual estaba a la vuelta de la esquina. Y lo confirmó, cuando tuvo los papeles en sus manos para firmarlos.
Por otro lado, Yoongi sentía que tocaba el cielo con las manos, especialmente, cuando Jeon le hacía el amor en su celda. Era un preso, pero estaba viviendo los mejores momentos de su vida allí encerrado. Contradictorio.
Lo que pasaba entre Jeon y Min ya no era un secreto para nadie, pero era un susurro a voces. Quizá había sido la manera en la que se miraban ambos en las mañanas cuando se despedían; tal vez los besos que Yoongi le daba en el cuello al alfa ante de irse a vista y paciencia de todos, o quizá era porque éste no se quejaba, sino, parecía que sonreía a través de la mascarilla que aún Yoongi le había usar. Por lo que fuera, ya todos sabían que ellos estaban teniendo una relación y ya no era un rumor.
Y es que sí había una cosa clara, Jeon se había vuelto notoriamente más dulce y gentil con Yoongi, y el omega, inconscientemente, lucía ahora más feliz que antes. Y la prueba se dejaba ver cada día.
Yoongi estaba radiante, decían los omegas.
—El Coronel lo está cuidando muy bien en las noches —decían algunos omegas.
—Pues que envidia, yo tengo que esperar a mis visitas conyugales de cada mes para poder ver a mi novio —dijo otro omega.
—Los beneficios de enredarte con alguien de la prisión —decían otros.
Pero además de lo que todos comentaban, había algo que nadie sabía, algo que solo el alfa y el omega compartían en la limitada intimidad de la celda en medio de la noche. Y eso era que cada noche, al terminar de hacer el amor, se quedaban allí, con Yoongi acostado en la cama y con Jeon sentado observándole a su lado, mirando las estrellas de la lámpara y hablando de ellos, conociéndose.
Entonces, de pronto, Jeon se descubrió a sí mismo fascinado y atrapado por esos pequeños ojos oscuros, esa boca que le decía que lo amaba y que además, le confesaba ser el primer hombre del que se había enamorado.
—¿En serio soy el primero? —preguntó Jeon esa noche, Yoongi sonrió y sin dudar asintió con su cabeza.
—El primero y el único —juró Yoongi.
—¿Cómo puedes estar seguro de que seré el único? —cuestionó el alfa —, te puedo asegurar por experiencia propia, que aunque tengas planeada toda tu vida, siempre va a haber algo que no estará en tus planes y entonces, aparecerá y pondrá tu mundo de cabeza, créeme, sé lo que digo.
Yoongi sonrió y entonces, levantándose de la cama, se sentó para tener más cerca el rostro de Jeon. Entrecerró sus ojos y fingiendo desconfianza, le gruñó:
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Prisión de Omegas (Kookgi) +18
FanfictionEl infierno para algunos, el paraíso para otros. La prisión de omegas era lo que podría denominarse el reino de Min Yoongi, un omega preso como todos los demás, pero al mismo tiempo, completamente diferente a ellos. Min poseía un gen dominante y po...