57. Acuerdo tácito, parte 2.

8.2K 998 970
                                    

     Hospital de Seúl.
     Habitación de Min.
     Hora: 7 p.m.


Dos horas habían pasado desde la última vez que la puerta de Min se había abierto. Ambos, alfa y omega, permanecieron en el interior de la misma sin ser molestados. Era una suerte que la habitación estuviese tan apartada y también era una verdadera suerte, que el piso donde Yoongi estaba, estuviera casi vacío.

Jeon había prometido no sobrepasarse y había cumplido. Se habían besado, acariciado e incluso mirado por aquellas dos largas horas. Sus aromas se habían intensificado, al punto de inundar todo el lugar a su alrededor. Min sentía que flotaba y Jeon se sentía más feliz que nunca.

Sus cuellos, ambos, eran olisqueados de tanto en tanto por su pareja destinada. Las cosquillas por la sensación del tacto con sus narices, hacían sonreír a Jeon y reír a Yoongi, quien justo en ese momento, se sentía en el cielo, con su alfa destinado sobre él, sumergido en su cuello, oliendo y estrujándolo entre sus brazos todo cuanto podía.

De pronto, Min ya no estaba contra el colchón, ahora, estaba arriba, sobre Jeon, quien mirándolo pícaramente, sonreía.

Y es que Jeon lo sabía, Min amaba aquella posición, era de alguna manera su talón de Aquiles en la cama.

No obstante, no contempló el hecho de que Min, no era del todo Min en ese instante. Su lobo predominaba en la cabeza de Yoongi, quien justo cuando se vio sobre el cuerpo de su alfa destinado, perdió las inhibiciones y dejándose llevar, se irguió con sus piernas a horcajadas sobre él.

La sonrisa pícara del alfa desapareció y en su lugar, apareció una expresión ansiosa e intensa. Un nudo en la garganta acompañó un gruñido del alfa, quien cerrando sus ojos, tembló de pies a cabeza, cuando sintió las manos de Yoongi, meterse dentro de su camisa militar.

—Yoongi —susurró Jeon —, Precioso...

De nuevo tembló jadeante.

—No quiero que después me golpees por no detenerte —susurró de nuevo el alfa, al notar que las manos de Yoongi ahora comenzaban a desabrochar el cinturón de su pantalón.

Sin embargo, Min no respondió. Al menos, no con palabras. Por el contrario, un lametón justo sobre sus labios hizo a Jeon temblar un poco más. Estaba excitado, sí, desde hacía rato estaba duro como roca, no obstante, se había contenido.

Min, con su boca jadeando contra el oído del alfa, comenzó a bajar sus pantalones.

—Mierda —jadeó Jeon, levantando sus caderas para ayudar a que sus propios pantalones llegaran hasta sus muslos.

Miró hacia abajo y casi sintió una eyaculación precoz, al notar que lo único que cubría a Yoongi era una bata de hospital, de aquellas que se abrían desde atrás.

Min se enderezó y con sus propias manos, subió aquella bata hasta la altura de sus caderas. El alfa podía ver la pequeña carpa que se formaba a causa de la erección de Yoongi, no obstante, eso no era lo que lo tenía jadeante y excitado a muerte, si no, la desnudez debajo de aquella bata.

Se ayudó a sí mismo, acomodando sus propios pantalones y su bóxer hasta los muslos y sin decir nada, el alfa arrastró a Min hacia abajo, justo donde sus pieles podían tocarse sin tela de por medio.

De nuevo jadeó cuando las caderas de Min comenzaron a moverse, haciendo que su trasero se frotara contra su pene erecto.

Rápidamente, las manos de Jung Kook viajaron a la cintura del omega, quien con la boca entreabierta y con sus ojos color plata, no apartaba su mirada de un Jeon que parecía consumido por la lujuria y el aroma de su destinado.

Prisión de Omegas (Kookgi) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora