Prisión de Omegas (Kookgi) +18

66. Aprendiendo a amar de nuevo, parte 2.

       Seúl, Gangnam Gu.
     Penthouse de Jeon.
     Domingo, 9:45 am

La tensión se sentía como un fierroal rojo vivo. En definitiva, un enfrentamiento entre dos omegas dominantes era algo que inquietaba hasta al alfa más estoico.

Jeon resopló, mientras ambos omegasse miraban con fijeza uno al otro. Los ánimos se estaban caldeando en el interior de la habitación de la pareja destinada, en donde había comenzado la discusión.

—¡Me mentiste! —exclamó Yoongi, tan sorprendido como herido —. ¿No se supone que somos amigos, Taehyung? ¿Por qué no me dijiste nada de esto?

—¡Oh¡, ¿querías que te contara que un alfa me jodía por el culo cada vez que me pongo caliente?—exclamó Taehyung, tan enojado como avergonzado.

—¡Pues sí! ¡No es nada del otro mundo, Taehyung, somos omegas después de todo!

Una risa casi ofendida salió de los labios de Taehyung, quien apartando sus ojos de su amigo, miró hacia el alfa que le había contado todo a Yoongi, Jung Kook.

—Tenías que decirle —gruñó Taehyung mirándolo con rencor.

—No hay nada que no le cuente a mi omega —respondió el alfa seriamente, de pie a un lado de las puertas que comunicaba la terraza con su habitación.

—No le eches la culpa a mi alfa, es tuya, Taehyung, por no contarme nada —volvió a reñirle Yoongi.

De nuevo, una sonrisa ofendida ymolesta se dibujó en los labios de Taehyung, quien dando media vuelta, caminó hacia la puerta habitación queriendo finalizar con aquella disputa.

—¿A dónde vas, Taehyung? No hemos terminado de hablar —le replicó Min, intentando seguir a su amigo. Sin embargo, su alfa le detuvo.

—Déjalo, no es el momento —aconsejóJung Kook, al notar que el omega salía enfurecido por la puerta, la cual, para peores de males era custodiada por nada más y nada menos que Kim Nam Joon.

En cuanto ambos Kim se encontraron cara a cara, el omega sintió aun más rabia, y como un toro furioso se alejó dando zancadas, al mismo tiempo que gruñía como un búfalo.

Era oficial, los planes del domingo por la mañana, se habían ido al carajo.

Min suspiró, cansado y molesto almismo tiempo. Su amigo era un dolor de cabeza cuando estaba en celo y él lo sabía. Sin embargo, no era el único sensible últimamente; y quizá ese era el motivo principal por el cual le había sentado tan mal el saber que su amigo no le había sido del todo honesto con respecto a ese detalle.

—No te enojes, Omega —le dijoJeon, acariciando su mano con dulzura —, seguro no quiso contartenada para no preocuparte.

—Lo sé —susurró Yoongi, comprensivo y ahora sintiéndose arrepentido por haber discutido consu amigo por algo como eso.

—Ahora entiendo porque Kim Nam Joon siempre me decía que él prefería los horarios nocturnos —comentó Jeon, de pronto pensativo y al mismo tiempo divertido —, estoy casi seguro que esto empezó desde la prisión.

Pronto sería el primer aniversario de Min y Jeon. Sin embargo, con ese año venía una premisa, o mejor dicho, varias.

Una de ellas eran los tres meses que Jimin llevaba desaparecido.

—¡Sigues siendo el esposo de mi hijo y no has hecho nada por encontrarlo! —alzó la voz aquel alfa de fino traje y mirada molesta.