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𝕸𝖆𝖙𝖊𝖔

Seguimos en la playa tirados en la arena mirando el cielo.

-Matu.-Dijo y la mire.-El día que nos conocimos.

-Si ¿qué pasa gritona?.-Conteste y me pego despacio.

-Ese día casi que no entro...-Asentí.-Si toda mi familia no fuera medio una mierda no habría ido y no nos abríamos conocido.-Agregó reflexiva.

-No lo había pensado.-Dije y me puse a plantearme la hermosa casualidad de conocer a Isabella.-¿Sabias que no iba a firmar ese día?.

-¿No?.-Negué.-¿Por qué no?.

-Íbamos a firmar una semana después pero fue, como que, porque esperar.-Dije y ella se dio vuelta a mirarme, yo repetí su acción.

-Todo coincidió para que se nos de.-Asentí.-¿Se nos da todavía?. ¿Y si no logro confiar en vos y se vuelve algo tóxico?.

-¿Y si terminamos juntos hasta viejitos?.-Ella sonrió.

-Un viejo atrevido.-Dijo y rió de su propio chiste.-Reite fue bueno.

-Fue malísimo rubia.-Negó riendo y agarre su cintura.-Sabes que estoy flasheando algo.

-¿Qué cosa?.-Preguntó a pasando sus manos por mi cuello.

-Capas y estoy viviendo el mejor momento de mi vida.-Dije y ella sonrió.

-¿Tu vida conmigo?.-Negué.

-De toda mi vida.-Ella acercó nuestras caras.

-Sos un chamuyero.-Dijo moviendo mi nariz con la suya.

-Te habló en serio beba.-Dije sobre sus labios.

-Te amo Palacios.-Soltó después de un raro mirándonos a los ojos.

-¿Te gusta mi apellido?.-Asintió.-Que bueno porque ese van a llevar nuestros hijos.-Ella sonrió riendo.

-Ese si fue un re chamuyo no me jodas.-Dijo riendo.

-Un poquito pero ya vas a ver que si.-Conteste y sonrió.

Con mis manos en la cintura la subí arriba mío.

-¿Por qué acá no hay nadie casi?.-Pregunte al darme cuenta que estamos prácticamente solos.

-Es la parte de los viejitos.-Dijo y asentí.

La subí arriba mío y ella se apoyó en mi pecho.

-Te amo.-Dije y ella se acercó a mi boca.-Mucho.

-Cállate mateo te quiero besar.-Dijo algo enojado y reí.

Unió nuestros labios y acaricie su espalda, llegue a la tirita de su bikini y me entraron ganas de desabrocharlo solo porque si.

-¿Puedo?.-Dije y ella miró para los costados, no hay nadie a más o menos 1 kilómetro(Es relativamente poco considerando que están en la playa pero mucho como para que no los vean).

-Matuu estamos en la playa.-Me hundí de hombros.

Se sentó y lo desabrocho dejándome verla desnuda de cintura para arriba.

-Acaricia mi espalda.-Dijo acostándose nuevamente en mi pecho.

-Te acordas cuando dormíamos la siesta así.-Solté después de un rato en silencio. Ella solo asintió.-Así voy a hacer dormir a nuestros hijos.

-Daleee con los hijos.-Reímos.-¿En serio tendrías hijos conmigo?.-Asentí obvio. Ella se levanto y la mirada se me desvió un poco.-Mis ojos están más arriba.

Neüen/ TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora