Secuelas

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La sensación de pesadez en el ambiente dejó a una aldea tranquila al pasar la tormenta, con la salida del Raikage sin ninguna declaración de guerra fue soltado por fin la respiración con tranquilidad engañosa.

La paz fue protegida y muchos civiles o shinobis estaban contentos con eso, ajenos a lo que detrás del telón empezaba a romperse como un vidrio con diminutas virutas filosas, solo los clanes prominentes sabían que algo no estaba bien en uno de los mas tradicionales.

Pero como desde tiempos de la fundación de ese pueblo, respetaron los problemas individuales de ese clan apartándose con una tranquilidad propia y ajenos al mismo sufrimiento... no eran amigos, no eran familiares después de todo... era un problema interno y como tal no se meterían si no afecta a la aldea.

Uchiha lo noto pero como uno de los clanes fundadores de la aldea mantuvo la individualidad y respeto de los ideales contrarios no metiéndose ni señalándolos abiertamente cuando se dieron cuenta de las fricciones dentro de los mismos.

Con eso en mente el Hokage espero con tranquilidad desde su oficina mientras Hiashi aseguraba que todo estaba bien y que pronto lo que fuera sucedía dentro de sus paredes se solucionaría como siempre lo hace.

-Eso espero -Dijo finalmente el anciano ya cansado de tanto lidiar con problemas que deberían ser de Minato, pero el chico se había sacrificado y ahora su único recuerdo de una promesa rota yacía en un orfanato bajo el cuidado de personas que no eran las mas atentas, pero era lo único que tenía a la mano.

Uno de sus tantos problemas que no tendría solución pronto, así que se enfocó en el que tenía actualmente.

La cara del líder era tan casual como siempre, con sus rasgos fríos y si no fuera por las ligeras líneas debajo de sus ojos daría por hecho que todo estaba bien dentro del clan Hyuga.

Pero era lo que le preocupaba al anciano, que el desenlace con Kumo desarrollara algo mas molesto que una simple queja al consejo.

-No se preocupe Hokage-sama - con un ligero inclinar estaba a punto de despedirse deteniéndose por un gesto -¿Algo le preocupa? -cuestiono no queriendo en realidad si su tono era algo irritado por la interrupción.

El Hokage tenía tiempo lidiando con el carácter especial del clan mas tradicional de todos, así que solo suspiro sabiendo bien a que se refería... -Escuche que contactaste con ella - pidió recibiendo un ligero arquear elegante de esos ojos pálidos.

-No se a que se refiere Hokage-sama - con su tono mesurado el líder del clan Hyuga miró con una largueza impropia de personas con una actitud estirada.

-Entiendo -dijo finalmente el anciano en derrota de no sacar nada mas de ese joven de frente -Confío en que tus acciones no perjudiquen del todo a nuestra aldea, Hiashi-san - no era una amenaza, era mas una advertencia de que estuviera cuidando sus pasos.

Puede que el Sandaime sea laxo con algunas cosas (o muchas) pero si esto dañara no solo al clan si no a su querida Konoha, tendría que detener lo que fuera se mueva bajo las sombras.

-No se preocupe Hokage-sama, las cosa se arreglaran pronto -y con eso en mente se retiró de la misma manera en cómo entró bajo ese llamado, Sarutobi se quedó mirando esa puerta por un largo momento tratando de diseccionar que estaba sucediendo bajo sus propias narices.

Era problemático, enredado y le causaría un dolor de cabeza, pero como líder tendría que enfrentarlo si llega a salir ese problemas fuera de las murallas protegidas de los Hyugas.

Convocó a Shikaku por si las dudas para platicar un poco sus sospechas al igual que a Shimura (no sorprendiéndole que el primero ya supiera de esas visitas), ya que ambos tenían distintos puntos de vista relacionados a una persona que ha estado empezando a sacar raíces extrañas debajo de su árbol.

La Máscara de AnkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora