La Máscara de Anko

¿Un Sueño?

Abrir los ojos en la mañana siempre fue una cosa entretenida, al menos eso pensaba la mujer ahora recostada en su cama.

La alarma sonaba extraño, el sonido solo era un pitido constante como el de un hospital, no recordaba muy bien si cambio la música de su celular, pero no escogería algo tan crítico, tenía estándares, aun así dio un suspiro resignada.

Tenía una rutina que cumplir.

Se removió en su cama, se sentía extrañamente cansada, le dolía el cuerpo y esperaba no enfermarse, el sonido aún se escuchaba y pensaba distraídamente en que no haría daño que levantará de una vez a su hermana.

No era justo ser la única despierta después de todo.

Cuando iba a hablar sintió la boca extraña, no le gustaba tener esa sensación así que necesito un vaso de agua.

Era momento de levantarse con toda la resignación del mundo, aún era de noche, así que la oscuridad no le dio indicio de que algo estaba mal, además que acostumbraba a ir al baño.

Sus ojos se sentían pesados y una luz le calaba.

Era raro que su hermana no se levantará por el sonido que no se apagaba, dio un largo bostezo...quería seguir dormida.

Cuando se estiró sintió un dolor en el brazo, algo estaba conectado a él.

Frunció el ceño dispuesta a regañar a alguien, su hermana no era maldosa como para hacerle una travesura pero no se sabía con ella, así que se dispuso a levantarla... No estaba de buenas, sin embargo alguien se aclaró la garganta, esta segura que solo su hermana estaba ahí, o ¿no?.

La oscuridad le había hecho pasar por alto el detalle del cuarto, inclusive la luz de la máquina conectada, ahora su atención a la figura... Fue cuando se dio cuenta.

No era su cuarto...

Se giro para ver la litera de abajo, la cual no estaba... ¿Y su hermana?.

El estar medio somnoliento puede hacer mucho la diferencia, porque la chica no reaccionó rápidamente, su propia ingenuidad le hicieron pensar que era un sueño, uno de los cuales era tan real.

El dolor del brazo olvidado.

En modo automático se acomodo de nuevo para dormir, no le gustaba la sensación que picaba su cuerpo, pero si quería despertar tenía que volver a dormir.

La persona de ahí era lo de menos, no era real.

Queria despertar... Y olvidar el lugar donde se encontraba, apretó los ojos aferrándose a su almohada, pensando una y otra vez que sería bueno dormir otro rato.

El sonido no desaparecía.

Se sentía sola.

Escucho como alguien se movía y se acercaba tensandola por completo... No podía dormir... Algo en el interior le susurraba que no era un sueño, pero ella no lo creía, debia ser un sueño.

-Se que no estas dormida- la voz llamo, era anciana y cansada, se crispo un poco ante el sonido, su brazo punzaba pero aun así se aferro su agarre, no quería girarse.

Ella apretó los ojos más, ignorando la pequeña risa que se escuchaba, pero ella maldecia... Su falta de sueño, fue cuando una idea vino a su mente alertando la - ¿y si esto no era un sueño? ¿Y si le hizo algo a mi familia? -

El último pensamiento le hizo ver por su familia, aún si tendría que enfrentar a alguien, trago grueso y sacó su valentía, la boca pastosa olvidada - ¿quién eres? - llamó girando a encarar al extraño, su dolor corporal pasó a segundo término.

Su expresión era de sorpresa, - ¿que tenía de extraño? - el gesto que le dio la sacó de su idea de reclamar, se veía dolido el anciano y culpable.

Interrumpiendo por completo sus palabras, el viento se llevó sus cuestiones.

-¿no me recuerdas? - llamo el señor, ella lo miró con tanta confusión, nunca fue buena ocultando de todo sus gestos, pero estaba segura que no había ido ningún familiar a quedarse.

Recordó dolorosamente que no estaba en su casa.

-¿tengo que? - la chica solo contesto por inercia, su intención no era parecer molesta pero lo estaba...- ¿Y si fue secuestrada?... No deben de ver su miedo- se aferro a esa idea, recomponiendose rápidamente.

-¿sabes al menos tu nombre? - preguntó pacientemente el adulto mayor, ella simplemente frunció el ceño, estaba segura que no lo conocía, pero su rostro mostraba honestidad o era un buen actor.

Su idea de secuestro igual se olvidó.

La pregunta taladrando su mente.

Claro que sabía quién era... Ella era, ella era... Una punzada en la cabeza le hizo encogerse ante él susto del mayor, ella era Alba de 30 años nacida en Xxxx país... Cada información básica se revolvía.

Imágenes abruman su cabeza, no supo el momento en que cayó en crisis, ella tenía una familia, un trabajo, una casa... Y ahora... ¿Que pasaba?.

Empezó a respirar más rápido, su terror volvía multiplicándose por mucho, ella era una niña humilde pero también seguía a alguien, pero esa no era su memoria.

Ese alguien la traicionó, pero ella no recordaba traiciones, vio morir a sus compañeros... Pero ella estaba segura no murió nadie en la oficina.

Todo se revolvía, se conjugaba en su mente cayendo como dolorosas cuchillas, clavandose en sus memorias originales, insertandose en ellas como si siempre estuvieran ahí....

Alba Flores se complementaba, la mujer adulta alegre, pasiva y noble se funda con alguien más... Alguien cuyo mundo se derrumbó pero que era borroso... Otra punzada.

Ya no era Alba.... Ahora tenía otro nombre... Un nombre que se le hacía familiar... Pero ¿donde?.... Su nombre es Anko Mitarashi y no estaba en su hogar.

Oscuridad la envolvió.

Xxxx

Nota del autor: muy bien esta aventura comienza, ¿se han preguntado cómo reaccionaria al momento de despertar en el cuerpo de otra persona?, yo lo eh tratado de ver desde mi perspectiva.

Me imagino que estar asustada es lo más normal, o al menos un poco confundida, amanecer en un cuerpo o lugar diferente puede ser un poco desconcertante.

Haré lo más realista posible este fic, puede o no pasar a personajes Canon, pero en verdad creo que una persona ordinaria, cuya vida fue pasifista y nada extraordinario... Quisiera pasar con el perfil bajo, pero quien sabe si el destino quiera.

Saludos y hasta la próxima

Autora-Chan fuera!