La Máscara de Anko

Sannin

Estar sentada entre dos adultos mientras beben sake se puede resumir como algo incómodo.

Así se sentía la usurpadora en un sillón en medio de ambos shinobis mayores, quienes estaban más concentrados en sus típicas peleas de antaño que en la pequeña que secuestraron, sus personalidades chocaban en esa habitación temiendo constantemente por algún daño colateral,  todavía no se recuperaba como para agregar más heridas.

Podría admirarlos, detallarlos más de cerca, incluso compararlos con sus versiones conocidas, pero en ese momento sólo quería ser tragada por el piso y escupida en algún lado, de preferencia en su cama si no era mucha molestia.

La torre del Hokage para su sorpresa era el punto de reunión para tan singular grupo a la vista de un viejo maestro orgulloso de sus creaciones, ella añadida por cosas del destino que no estaba dispuesta a preguntar.

Orochimaru era un nombre muy común entre los viejos en sus diversos discursos.

Miraba al Hokage con cierto aire de auxilio, que era ignorado en pro de los buenos recuerdos sólo dándole gestos de tranquilidad y serenidad, nada interesado en intervenir en la pelea que tenía la mala suerte de presenciar.

Se sentía traicionada por su propio líder.

El día amenazaba con estirarse atrapada entre dos sannin particularmente tercos, entre quejas, peleas y algunos comentarios sugerentes que eran demasiados obvios que incluso alguien como ella atrapaba. 

Nunca fue del tipo de encontrar significados dobles a las palabras y ahí Jiraiya era el rey en eso aplicado solamente a su compañera sannin, la cual no estaba tan interesada en seguir el juego... era doloroso ver al adulto ser enviado a la friendzone sin ninguna oportunidad.

¿En el Canon era demasiado obvio el interés? se preguntó, pero nunca presto atención a el avance de los mayores ni a los capítulos de relleno, de nuevo le daba un golpe haberlos saltado.

Entre carcajadas bravuconas y algunos jarrones rotos no tenía un fin cercano el que la dejaran ir, ¿Al Sandaime no le molestaba el daño a la propiedad? Se tapó la cara con ambas manos ignorando el ardor de sus heridas...estaba demasiado cansada para esto y aun si sus soliloquios le hacen sobrellevar la situacion, en verdad ella ya se queria ir.

¿Sería muy grosero huir por la ventana? Cuestionó a su interior las ventajas y desventajas de tal acción, pero considerando su posición actual no iría muy lejos.

Se resignó.

-disculpen, ¿me puedo sentar en otro lado? -alzó la mano para llamar la atención de esos balbuceos incesantes que ambos adultos transformaron en contra del maestro de Anko, por alguna razón los insultos eran más bien amenazantes con ligeros tintes asesinos.

Si Orochimaru se vuelve aparecer frente a ellos...tal vez sería entretenido para su persona.

-¿Porque mocosa? - Tsunade la sacó de sus cavilaciones arrastrandola más hacia su cuerpo mientras hacia unos pucheros infantiles, ahogo el dolor ante la adulta temiendo llamar su atención y que sacara su lado médico en ese estado, su instinto de supervivencia no lo sugería -¿No estas comoda? -abrazo insistente a la niña.

Ella no sabía del todo el porque inicialmente la secuestraron, sabía que era algo referente a la víbora sannin pero siempre recordó que el equipo genin de Anko no era tan cercano a estos adultos, se trató de zafarse sin éxito sintiendo como era apretujada de nuevo cayendo a esos pechos.

Dio un largo suspiro, fulmino al Hokage por no intervenir a favor de sacarla de este inconveniente ignorandola con maestría ¡era injusto que no tuviera auxilio de su propio líder!.