Matrimonio Matriarcal (PARTE I) [GL]

Capítulo 37: Cortesana Xianxian.

-Señor joven maestro, por favor, ven por aquí.

El trabajador tortuga levantó la mano mostrando a Yun An el asiento en la esquina. Li Yuan en realidad estaba sentado en el pasillo del primer piso. Comparado con los hombres a su alrededor que tenían mujeres en sus brazos, Li Yuan parecía solitario. No había nadie a su lado; se sentó solo en un asiento de la esquina con dos jarras de vino vacías sobre la mesa.

Yun An casi no pudo reconocer a Li Yuan. Parecía haber cambiado por completo en unos pocos días. Llevaba una túnica normal, la barba le cubría la cara y parecía desanimado. Había adelgazado por completo.

Li Yuan parecía estar sumergido en su propio mundo. No reaccionó ante el ruido a su alrededor; seguía bebiendo solo y de vez en cuando sonreía amargamente para sí.

Yun An estuvo de pie junto a Li Yuan por un tiempo antes de que pudiera estar segura de que este era el mismo joven maestro guapo y elegante del pasado.

Yun An suspiró, luego pensó para sí misma: quizás ser expulsado de su casa había sido un gran golpe para Li Yuan. Aunque el sirviente de la casa tuvo cuidado de no mencionar nada, Yun An pudo adivinar que tenía algo que ver con ese matrimonio enviado del cielo.

Aunque Yun An estaba disgustada con Li Yuan de muchas maneras, era una persona bastante indulgente. Su ira disminuyó principalmente una vez que vio a Li Yuan en tal estado. Incluso si no se podía decir que lo había superado por completo, ya no planeaba enojarse con Li Yuan.

Yun An se sentó frente a Li Yuan y luego llamó:

-Hermano Li, espero que haya estado bien.

Li Yuan detuvo su bebida por un momento. Miró a Yun An con ojos aturdidos y borrachos como si estuviera tratando de conectar a esta persona espléndidamente vestida, hermosa y elegante que tenía ante él con ese mendigo del pasado.

Los asuntos del mundo eran realmente impredecibles. En solo unos meses, algunas cosas han cambiado por completo.

Un sentimiento mezclado y amargo brilló en el corazón de Li Yuan, luego soltó una risa amarga:

-Cómo han cambiado las tornas, el hermano Yun está prosperando ahora.

Yun An frunció el ceño. La mayor parte de la simpatía que finalmente había acumulado desapareció de inmediato. Se quedó en silencio por un momento, pero continuó siendo educada:

-Hoy vine solo a buscarte. También hice un viaje a la finca de Li, me enteré de lo que te pasó.

Li Yuan resopló en voz baja. Tomó una taza vacía, la golpeó frente a Yun An, luego se la llenó y dijo:

-Primero, tómate una copa conmigo.

-Bien.

Yun An levantó la copa de vino para bajarla de una vez. El vino aquí no se puede comparar en absoluto con la cerveza de mil días. Yun An sintió el ardor del alcohol desde su boca hasta su estómago.

La expresión de Li Yuan finalmente mejoró un poco. Creció en una familia acomodada, por lo que había desarrollado un hábito de gasto descuidado. Todos sus fondos para vivir fueron cortados desde que fue expulsado de la finca Li. Hubo un punto en el que no tenía idea de cómo seguir adelante. Su primer pensamiento fue pedir la ayuda de sus antiguos amigos, pero esas personas que Li Yuan pensó que eran sus amigos sinceros parecían haber desaparecido en una noche. Incluso si se las arreglaba para encontrarse con uno o dos, hicieron todo lo posible para disculparse.

El tercer joven maestro de la familia del gran magistrado cayó rápidamente hasta el punto en que tuvo que empeñar sus objetos personales por plata solo para llegar a fin de mes.