Descendientes - Lo qué pasó después

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—LA PRINCESA VALIENTE XXXIV—

PERSONA OMNISCIENTE

Y ya deberán suponer lo que pasó después, Diaval fue en busca de Tristán, aún cuando su corazón le pedía que se quedará con Meido, sabía entonces que los poderes de Meido habían fallado porque no se había tomado el medicamento y se odiaba por ello. Él debió haber rectificado que el medicamento estuviera en su boca, pero confío en que sí estuvo ahí. Y ahora volaba entre las nubes en busca del rastro del principe, pero a tan solo unos metros más de los que pudo ir Meido, Diaval encontró una silueta muy peculiar, la cual resultaba ser el barco de los enemigos atentos, Diaval estaba decidido a ir en busca del príncipe, pero HeavyRain planeaba dejar enfrentarlo, pues la última vez no se divirtió tanto con el guardián antes y planeaba pasárselo en gran.

HeavyRain lo vio a la distancia y con una sonrisa lanzó un rayo sin pensar contra el guardián, sin saber el tormento que este cargaba en su interior, porque para quien no sabe, un guardián es más poderoso que cualquier otro ser y tratarlo inferiores por su manera dócil de ser, puede ser su mayor error.

Diaval atendió rápido la situación y terminó esquivando con fastidio el rayo, pues más rápido que un rayo este parecía ser, pero HeavyRain aún estaba preparada para más, aunque Diaval ya tenía suficiente y solo quería regresar a Tristán con Meido para calmar la furia dentro de ella.

HeavyRain tomó un respiro más hondo y terminó alzando sus manos para tirar dos rayos más, que por supuesto Diaval ya no estaba dispuesto a soportar porque irrumpía en su búsqueda, la última vez que tuvo un encuentro con HeavyRain se dejó ganar porque realmente no le interesaba perder, pero al final no sería igual, no volvería a dejarla ganar.

Pues algo más que debes saber de un Guardián es que con el paso del tiempo junto a su amo, el poder del Guardián adquiere la misma capacidad del amo y con mucha más fuerza para ser de función y proteger a su amo.

Así que Diaval no se reservó nada y dejando de volar en dirección al barco terminó elevándose entre las nubes y desapareciendo por ellas, Diaval solo quería terminar con esto ya que era posible encargarse él mismo de todos, así que aproximo su instinto de visión y localizo con facilidad a HeavyRain quien también subía en busca de Diaval, pero él no se reservó nada y terminó dejando que viniera frente a él, la mirada de Diaval se enfureció al ver a la hada llegar frente a él y con sus puños cerrados se acercó a ella, el hada sin alas y con presencia humana sonreía frente a él.

— eres muy escurridizo —

Como si eso le importará a Diaval, este solo se acercó más a ella y con la voz más fría que pudo tener dijo— no te atrevas a tocar a mi ama nuevamente, sino quieres terminar en cenizas —los ojos de Diaval ardían en rojo fuego, pronto HeavyRain se dió cuenta del aura del chico y como este estaba dispuesto a incinerar la, HeavyRain retrocedió tragando fuerte y tratando de mostrarse fuerte, pues ahora sentía la presencia del guardián impotente, pero Diaval no pensaba en dejar las cosas así y se acercó de nuevo a ella.

— no eres nadie para decirme que hacer —y aunque enfrentará a Diaval, el miedo de HeavyRain crecía dentro de ella, algo que no sabía cómo explicarlo, pero producto del infierno en los ojos de Diaval, puede que le diera un indicio.

Diaval entonces se dió cuenta de que perdía su tiempo con ella y que no planeaba seguir haciéndolo así que solo se limitó a decir lo último— sé que nos viste salir de la cueva, sé que estabas cerca, no me interesa para nada tu presencia, pero su tocas a Meido o le llegas a hacer daño, te incinerare —

Y la voz de Diaval hizo estremecer a HeavyRain. Pero fue lo último que hizo para dejarla quieta y terminar marchándose en busca de Tristán, el corazón de Meido pendía de un hilo y él lo sabía, fue entonces que descendiendo encontró la silueta del barco, Diaval estaba listo para buscar a Tristán, sino hubiera Sido por un enorme tentáculo que arrasó con su camino, pero Diaval logro esquivarlo, de igual manera no lo detuvo más, porque siguió su camino, nuevamente otro tentáculo quiso intervenir en su camino, pero Diaval solo aceleró su aleteo y terminó acercándose aún más al barco.

Fue hasta ese momento que Úrsula lo vio acercarse gracias a su enorme calamar y se apresuró a alejarlo.

— Guardián —¿Será que ella sabía lo que un guardián era capaz de hacer?— veo que estás lejos de tu ama —

Diaval detuvo su acercamiento y dedujo a Úrsula— bruja del mar, libera a él príncipe y tal vez tenga piedad de ti —

— ¿Un guardián dando piedad? ¿No crees que estás siendo un poco altivo? —

— no lo volveré a repetir —Diaval estaba listo para atacar y no hablar, pero al ver que Úrsula se resistía no tuvo más remedio que acercarse más, porque ahora podía sentir la presencia del príncipe y estaba nublada.

Diaval no lo pensó dos veces y se acercó poco a poco hasta que la voz de Úrsula lo detuvo— tu ama debe estar muy mal, he escuchado que Meido no es capaz de controlar sus poderes y que pedir llegar a destruirla sino inserta en ella los químicos que Maléfica le daba —

Y ahora Úrsula sabía que había dado en el blanco, porque sonrió. Diaval sabía que HeavyRain estaba tras de él, que Tristán estaba encerrado en el barco de los enemigos, pero lo que no dejaba su cabeza era que la salud de Meido estaba en peligro y podría perderla.

Y era una decisión difícil de elegir.

No obstante, en el barco de Harry Hook las cosas parecían ponerse aún más terribles que las nubes que estaban a su alrededor.

Andy por su parte esperaba atenta en el borde a Diaval y Tristán, aunque su cabeza la estaba remordiendo que ese secuestro fue su culpa.

Andy había crecido junto a Tristán con el objetivo de ser su mejor amiga y con el objetivo de protegerlo de todo mal, Andy era el espadachín real de Tristán y él era lo más importante para ella en este mundo, inclusive más que su familia, porque desde pequeña Andy había renunciado a ser una chica normal y convertirse en la sombra que cuidaría de Tristán, a su manera, pero ahora solo esperaba que el príncipe apareciera por las nubes.

Pero poco a poco su esperanza se iba. 

Había fallado en su misión.

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora