Descendientes - Lo perdí todo

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—LA PRINCESA VALIENTE XXXIII—


Las nubes oscuras ahora toman tonalidades verdes como antes, el barco empezaba a moverse con más ferocidad, producto del tentáculo que lo movía y otros tres más se acercaban.

— ¿Están listos? —y Tristán con su ceño fruncido y determinado apoyaba a la causa, de hecho todos los hacíamos y no podía evitar sentir la adrenalina correr mi venas.

Era nuestra oportunidad de acabar con esto.

— todos, procuren estar en grupo, no sé separen de su aliado, debemos estar unidos —mascullé con recelo, mirando la situación.

La única manera era atacarlos juntos. No podíamos permitirnos que alguien resultara herido, ni siquiera uno de los amigos de Peyton.

que conmovedor momento

— cállate bestia inmunda —ladré cansada de escucharla.

¿Por qué no atacaba en su forma natural? ¿acaso tenía miedo de lo que le hiciera? ¿el destello de mis ojos le asustaba?

Meido, Meido, siempre tan IRRESPETUOSA —y sin más, los tentáculos atacaron el barco.

Pronto todos nos vimos afectados y sumidos en un descenso del barco. Sentí a alguien a mi lado, pero realmente no supe quién era, al momento todo se redujo y habíamos vuelto a mantenernos en pie.

Esta tipa trataba como juguete el barco, a este paso no regresamos con el barco completo.

— ÚRSULA —grite con odio y corrí con la espada en mano, era ahora o nunca.

E incrustando la espada en uno de los tentáculos, me di cuenta de lo estúpida que me veía, una simple espada contra un tentáculo gigante, me separé y con mi respiración entrecortada me aleje de la situación.

Detestaba actuar sin pensar, porque las consecuencias podrían ser graves.

Pero la risa de Úrsula se escuchó— caiste —y seguido de ello uno de sus tentáculo se alzó sobre mí, tragué fuerte y retrocedí, sin pensar en lo que vendría.

— MEIDO —escuche una voz.

Y cuando pensé que me aplastaba con ese enorme tentáculo, alguien más se interpuso.

Y apenas pude ver cómo otra persona me atrapaba en sus manos y el cabello blanco de esa otra persona desaparecía por el tentáculo.

Era Tristán...

Tristán había sido aplastado por el tentáculo— No... —masculle casi inaudible.

Sintiendo como el corazón se comprimía.

— TRISTÁN —y la voz de Ryan me sonaba ahogada.

El tentáculo se levantó, pronto como yo también lo hice y a medida que veía al tentáculo alejarse, veía el cabello de Tristán corriendo tras de él y sacándome de los brazos de quién fuera, sintiendo como mi corazón estaba alejándose de mí. Se lo estaba llevando.

Fruncí mi ceño y las lágrimas no dejaron de rebosar en mi mejilla— NOOOO... —corrí a gran velocidad saltando en la borda y cayendo al vacío. El destello verde me invadió y me cubrió transformando por completo mi cuerpo, aunque mis heridas estaban abiertas a causa de ver a Tristán siendo llevado, levanté mis alas y con todas mis fuerzas volé tras de ellos viendo cómo Tristán se estaba yendo entre las nubes.

el amor es tan tonto —

Gruñi con odio ante Úrsula y acelere mi aleteo, sintiendo cómo poco a poco jadeaba y me estaba quedando sin aire.

El efecto a falta de medicamentos estaba volviendo a surgir y me estaba siendo difícil controlar esta parte mía.

Pero, no podía, yo no podía, no podía simplemente dejarlo ir, no podía dejar ir a Tristán, realmente...

Mi cabeza estalló, el dolor de cabeza apareció y mis ojos destellaron sin control el verde y solo era capaz de sentir el eco de los rayos y como mis alas poco a poco iban cayendo en picada y no podía seguir tras Tristán.

No...

— estaré contigo para siempre —me lo prometiste.

TRISTÁN ME LO PROMETISTE.

Tome mi cabeza entre mis manos cuando el tormento azotó mi cuerpo.

— no quiero perderte —Tristán...

Su voz me estaba atormentando.

Pero entonces caí en algo que me elevó más allá, aunque era inevitable el dolor de cabeza y el dolor en mi corazón que me estaba atacando con fuerza.

Pero realmente solo podía pensar en cómo había perdido a Tristán y en lo débil que me encontraba.

Algo me elevaba por las nubes, lo podía sentir y para entonces Tristán ya había desaparecido, había fracasado en mi misión, cerré mis ojos con fuerza y en el momento sentí la magia desprenderse de mí, mis alas desaparecieron, mis fuerzas también, ahora solo quedaba una simple humana con el corazón roto en mil pedazos.

Aferre mi agarre a la persona que me llevaba y solté un quejido, no pude evitar no llorar, sintiendo como todo mi mundo se estaba deshaciendo, era mi responsabilidad cuidarlos a todos, velar por su seguridad y ahora, había perdido a Tristán, mi novio, mi amor, el único que realmente...

— lo perdí —masculle, no podía creerlo, realmente había perdido a Tristán.

— mi señora, necesita descansar —y la voz de Diaval apareció, ahora sabía que era él quién me estaba trayendo de vuelta al barco, gruñí hundiendo mi cara en su pecho.

— no puedo, necesito... —sentía que me faltaba el aire al llorar, llorar era horrible— necesito estar con Tristán —aferre mi agarre en sus hombros— Diaval, por favor —y finalmente sentí como descendimos y seguido Diaval me separaba de él para caer en otros brazos.

— ¿Y... Tristán? Diaval —era Ryan y también estaba llorando, su voz ronca me lo decía, me arrodillada frente a él no pude evitar no abrazarle con fuerza, necesitaba ahora más que nunca calor de alguien, porque mi fuego se había extinguido y el frío que estaba sintiendo en mi corazón no era el que quería.

— no pude salvarlo —masculle en el pecho de Ryan, sintiendo como todo se me venía encima— Ryan fue mi culpa, realmente no pude hacer nada —

No sabía si rechazaría mi abrazo o que, pero fue reconfortante sentir con sus brazos me envolvieron también— no fue tu culpa, Meido, no... lo fue —sabía que también le costaba esto.

A todos...

Pero, no, no me atrevía a que esto terminará así, con la frente en el pecho de Ryan llame a Diaval— ve, Diaval, te ordeno que vayas y destruyas todo a tu paso, regresa a Tristán —porque ahora el odio se estaba acumulando en mi corazón— REGRESA A TRISTÁN —solo lo quería aquí conmigo.

¿Era eso tan malo?

Por un momento escuche el silencio, pero después hablo— Sí, mi señora —cerré mis ojos con fuerza y gruñí— príncipe Ryan, por favor hágale tomar las pastillas que están en la cabina —

Sentí el mentón de Ryan en mi cabeza, entendiendo que había sentido y escuche un aleteo, seguido de eso, solo fui capaz de desmoronarse aún más en los brazos de Ryan— vamos Meido —ahora él cargaba conmigo.




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Lo hice con mucho dolor en mi corazón 😔😞

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora