Descendientes - La elección del Talento

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LA CANCIÓN VA DESDE EL INICIO

—LA PRINCESA VALIENTE XXVI—

Las miradas sobre mí, todo pronto me parecía muy forzado, pues ahora debía elegir mi talento.

Tal vez sea un hada de las flores, aunque las flores no me llamarán la atención tanto. Podría ser un hada de los animales, volar junto a ellos, ayudarlos, como lo hice con aquel ratón, aunque tenía mis dudas, quizás ser un hada del tornado o vuelo veloz habían dicho, ser más rápidas que todas, aunque prefería mis pies como pequeña que era. Ser un hada de la luz como Ryan, iluminaba cada mañana cuando odiaba el sol mañanero, irónico. Todas eran muy talentosas, todas tenían un lugar aquí, de pronto parecía que me encontraba al otro lado de un peñasco y debía escoger la soga que mejor me parecía.

— Vamos Meido —pegue mis alas a mi espalda, claramente mostraban mi estado de ánimo y el susto que Andy me provocó no era nada bueno. Pero ella estaba muy emocionada.

— estoy tan confundida —masculle tomando un brazo con el otro, sabía que decepcionaría todos, por lo atentos que estaban— no creo ser un hada talentosa —y entonces miré a la Reina Clarion, no quería ser aguafiestas, pero realmente no sentía que uno de ellos fuera mi talento.

El hada Clarion parecía estar extrañada, pero cerró sus ojos y suspiró acercándose— todos aquí cumplimos un papel —y tocó mi hombro, sentí un leve corrientazo entonces— y tú, eliges quién quieres ser, tú sola eliges tu destino, como hada, como humana, como lo que eres —tomó mis hombros y me giro— solo tú sabes que eres en realidad —

Esas palabras me sonaban mucho…

— aún así, no pertenezco... — musité— ustedes... —

— nosotros, elegimos nuestro destino —Ben una vez dijo algo igual a eso, tragué fuerte y asentí, camine alejándome de la reina Clarion y vi su destello volar lejos de mí.

Suspire pesadamente.

Solo yo sé lo que soy en realidad.

Camine a un objeto en específico, tal vez podría ser hada del vuelo veloz, pero cuando quise tocarla se esfumó, retuve mis dedos en un puño y fruncí mi ceño.

¿Cuál era su problema? 

Bufé y seguí caminando, para llegar a otro artefacto extraño, hice una mueca con mis labios y suspiré, estirando mi mano hacia ello, pero al instante dejó de flotar y cayó al suelo. Me abstuve de volver a tocarlo.

Camine nuevamente a paso dudoso, después de todo siempre dicen que el tercero el el vencido ¿no? 

Era la luz, me detuve un momento, cerré mis ojos y suspire, debía hacerlo, mi corazón estaba acelerado y sentía la sangre en las mejillas, entonces me atreví a tocar la luz, pero un solo toque de mi dedo en ella hizo que se disparará sin control por todos lados. Retrocedí, todos bajaron las cabezas, pero la luz rebotó contra el gran tronco y terminó regresando a mí, sí me quitaba caería sobre otras hadas y esto era mi culpa, así que la asumí, frunciendo mi ceño preparándome para el impacto, solo era una bola de luz, que siendo sincera era como mi dedo, si fuera una humana.

Puse firme mi punto, mis alas me hacían flotar, tal vez tendrían magia ahora, fruncí mi ceño y cerré mis ojos tomando mis manos entre sí y canalizando todo mi poder, lo sentí desprenderse de mí, lo sentí apoderarse de mi alrededor como tirones morados que me completaba, sonreí, esta era mi magia, este era mi poder… esto era lo que yo debía ser, 

— soy lo que debo ser —masculle convencida y preparada para el impacto, fue entonces cuando estire mis manos y mi poder se desprende enrollando la luz y obstruyendo su momento, es atraída a mí envuelta en un destello morado y comprimiendo con mis poderes logré que esta misma fuera absorbida por completo en la luz luminosa morada, pero el destello no solo quedó ahí, porque me movía realizar algo más y hacer que mi don se expandiera por todos lados, donde listones de magia morado terminaron por volar por todos lados, derramando brillantina pura y morada con dorado.

Reí, esto me causaba tanta tranquilidad, sentía como la libertad se desprendía de mí.

Descendí poco a poco entonces, donde todas las miradas lograron tornarse en mí, tal vez ellas nunca habían vivido algo así, pero era lo que era y tal vez no pertenecía a la tierra de las hadas.

— ahora veo con claridad —parpadee unas cuantas veces, la reina Clarion descendía para llegar a mi lado con una sonrisa— no creo que sean tus dones —sonrió oportunamente, rasque mi nuca y reí nerviosa— ¿te parece intentar con uno diferente? —

Fruncí mi ceño, pero el hada Clarion tomó sus manos entre sí y sus chispas empezaron a desprenderse de ellas para tomar posición entre sus manos.

¿Qué estaba intentando hacer?

Y entonces sucedió que una bola de destellos provino de la reina y terminó convirtiéndose en un gran diamante dorado y cristalino. La reina Clarion sonrió y tomó el diamante y lo dejé sobre un lugar vacío donde rápidamente se convirtió en una elección.

Expectante la miré volver y sonreír— prosigue con tu elección querida —asintiendo despegó y terminó donde antes estaba.

Volví mi mirada al diamante, ¿acaso me estaba probando? 

Fruncí mi ceño y me dirigí a otro artefacto, sí ella me probaba le demostraría que no me dejaba llevar por las impresiones, entonces me dirigí a la gota de agua frente a mí, intente tomarla en ambas manos, pero estalló en mis manos, mis alas se derrumbaron.

Que difícil era esto.

Ninguno encajaba con el poder que Maléfica me había dado, pero aún viendo otros, ese diamante seguía brillando en todo su esplendor, bufé y negué con mi cabeza— concéntrate Meido —masculle.

Y quise tocar el último, pero al intentar hacerlo, algo dentro de mi se contrajo, reprimi entonces mis manos y toque mi corazón.

Ben siempre decía que siguiera a mi corazón, lo difícil era escucharlo realmente. Pero una mirada furtiva a alguien me hizo darme cuenta de a dónde dirigía mi corazón, la mirada de Tristán y su sonrisa, mi corazón me había dicho que era el chico para mi.

— ayúdame a escoger mi talento —masculle a mi corazón— solo ayúdame —y cerré mis ojos con la última vista que tuve, Tristán me sonreía, sonreí.

Y mis alas me hicieron elevarme, sentía como la magia volvía a rodearme con su esplendor y como en un corto segundo termine descendiendo al suelo.

Mi elección ya estaba hecha, una vez que abriera los ojos, sabría cuál era mi don, cuál mi corazón había elegido. Esperará que esto así funcionará.

1…

2…

3…

Abrí mis ojos y la luz resplandecedora del diamante me lleno los ojos, tape mi vista por un instante, pero volví mi vista al diamante, quién ahora sobrevolaba frente a mí.

Trague fuerte, esta era la elección que mi corazón había dado, sonreí de lado y suspire— supongo que no me quedo con nada normal —

Y entonces extendí mi mano, extendí mi mano con el fin de tomar el diamante en manos y así poder terminar con esto, pero una vez que lo tuve en mis manos el color dorado se fue llenando de un nuevo color, ahora el morado invadía el centro del diamante, mis ojos se llenaban de tanto asombro hasta el fin de ver cómo se volvía por completo morado con destellos dorados.

Wao.

— hadas de Pixie Hollow, de la bienvenida a un hada de la magia —la reina Clario ahora a mi lado daba indicios para que las hadas aplaudieran y claro que lo hicieron, entre asombradas y felices cada una aplaudia al son de las demás.

— ¿Hada de la magia? —cuestione con el diamante en mis manos.

— sí, en el mundo hay pocas hadas de la magia, tú eres una de ellas —entonces me guiñó y ojo.

Un hada de la magia… que irónico.

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora