Descendientes - Sorpresas y sorprendidos

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—LA PRINCESA VALIENTE XXVI—

Y por supuesto que cuando Tristán se mostró al frente, los suspiros por las hadas se escucharon y un estruendo por mi parte. Era nefasto.

— uy qué emoción, ¿Cuál será el talento de Tristán? —mire con expectante a Andy y su comentario, cruzada de brazos e indignada.

¿Cómo podía decir eso?

Pero Tristán fue rápido y conciso, porque al momento de que las cosas estuvieron a su alrededor, el copo de nieve se elevó hasta llegar a él, lo recibió como un viejo amigo y las hadas del invierno festejaron emocionadas— felicidades —a continuación la reina Clarion miro a Diaval, quién instintivamente persuadió que sería su turno y se acercó al centro.

Y si se preguntan qué pasó con Ryan, pues se los contaré en unos segundos. La cuestión con Ryan surgió de una manera muy sorpresiva, inclusive hasta a mí me tomó desprevenida, Ryan había estropeado el remolino de tierra de las hadas veloces, creo que así las llamo la reina Clarion, seguido como siempre, Ryan se quejó y se cruzó de brazos disgustado.

— esto es absurdo, no tengo ningún don —justamente después de decir aquello, fue como un impulso para la luz luminosa que había dejado atrás, quién se elevó a grandes altura y resplandeció como lucero en la mañana, baje mi cabeza mientras veía como Ryan miraba extrañado la luz atraído por ella, aleteo con sus alas y llegó a tocarla con su dedo índice, despertando así un montón de luceros dorados que alumbraron el lugar y se dispersaron por todos lados, era como ver los luceros de la reina Clarion solo que no era ella y aunque pensé que también había estropeado la luz, me di cuenta que realmente Ryan había mantenido la esfera abrazada a su cuerpo, parecía no querer soltarla.

— oh, esto se puso interesante —Andy presumía sus dientes a mi lado.

Y yo estaba sin palabras. Porque ahora me cuestionaba ¿Cómo rayos había obtenido ese don? Se supone que era un simple humano, ¿No? No era como que la reina roja haya tenido un romance con un lucero, eso era absurdo..¿No?

— felicidades —La reina Clarion sonrió en compensación a Ryan, él solo bajaba con el lucero en manos, con un rostro de no poder creerlo.

— Ryan está que alumbra —alce una ceja en dirección a Andy.

Sí, lo sé su comentario fue pésimo.

— en.entonces ¿quieres decir que yo? —

— eres un hada de la luz —dijo con orgullo la reina Clarion— seguro te llevarás de maravilla con ellos —

— oigan es mi idea o ahora Ryan luce más encendido que antes —fruncí mi ceño también en dirección a Tristán quien se había acercado, mire a Diaval y este compartía claramente mi pensamiento.

Tristán y Andy realmente no sabían comentar cosas graciosas, mientras Andy a mi lado me empujaba con mucha risa.

Un aplauso muy grande de parte de todos y risas entre las hadas de cierto sector, ahora oficialmente Ryan era un hada de la luz, quién lo diría.

Pero creo que en parte me alegraba que ahora después de haber decidido tomar el bien, Ryan disfrutaba de muchas recompensas. Y aunque al principio las cosas entre él y yo no estaban yendo muy bien, ahora podía decir que al menos soportaba su presencia.

Y ahora, ahora era el turno de Tristán, como dije antes los suspiros por las hadas se escucharon y un estruendo por mi parte. Era nefasto.

Cruzada de brazos me limitaba a esperar lo que sucedería con él, claramente él se dirigió al copo de nieve, pero antes una leve inclinación frente a las hadas del invierno, donde todas reían y Tristán tomaba el copo en su mano, Tristán se elevó con él y se volvió uno.

— oh, Tristán es todo un partido —bufé en comentario a Andy— ESE ES MI HERMANO —fruncí mi ceño frente a su repentino grito.

— pero, no son hermanos —masculle

— Tristán y yo crecimos juntos, también Allice, los considerara a ambos mis hermanos —me dio un codazo— y presiento que pronto también tendré una hermana más —me guiñó un ojo y aplaudió.

Y yo sinceramente no la entendía.

¿Una hermana más?

— joven Guardián es su turno —dirigí mi mirada a Diaval. Esperaba que Diaval encontrará su talento oculto, aunque seguro tendría muchos.

Diaval también tenía su atractivo, las hadas morían por él, claramente, era un orgullo que cargaba, ni hablar de las chicas de Auradon, siempre habían un par tras de él, pero tenía mis dudas de que tal vez no se acercaban porque Diaval estaba casi siempre conmigo.

Diaval se paseaba entre los objetos.

— ¿cuál crees que sea el don de Diaval? —Tristán se había acercado, mire con recelo a mi chico, aún no podía creer que no me hubiera besado.

— sea cual sea, será uno increíble —dije cruzada de brazos.

— ¿qué le pasa a Ryan? —entonces me centré en el pelirrojo, miraba sus manos, analizaba sus manos mejor dicho.

Seguro estaba confundido, dicen que tiene dones, pero él no sabía cuales eran y en parte lo entendía, cuando no sabía controlar mis poderes y me sentía frustrada por ellos, muchas veces deseé que nadie estuviera cerca de mí y muchas veces deseé que el mal se apodere de mí.

— iré a ver que tiene —y vi a Tristán irse, era mejor que él estuviera con Ryan.

Durante este tiempo tuvieron una gran conexión y me gustaba, ellos habían dejado el odio de la reina roja y esa enemistad y habían hecho las paces entre sí. Al menos sabía que Ryan tendría a alguien en quien confiar, como yo con Mal.

Volví mi mirada a Diaval, sentía intriga por lo que le tocaría, pero sabía que fuera lo fuera sería algo que realmente lo representaría, aunque viendo todos los talentos, se me formaba una gran interrogante en la cabeza, pero creo que Diaval sabía cuál era su talento, por no demoró en ver cada uno y dirigirse con tanta sutileza pero seguridad a el remolino de viento que había, pronto logró tomarlo en mano sonreír con él. Eso significaba que había logrado obtener su talento.

— y por último —anunció la reina Clarion, sentí como el corazón se me aceleró, pero una vez que Diaval estuvo a mi lado, mis alas me hicieron llevarme, mire a Diaval con miedo, pero él me guiño un ojo y casi podía escuchar que decía: todo estará bien.

Y realmente eso esperaba.

Las hadas volvieron a poner cosas nuevas a mi alrededor, mantuve mi brazo abrazado con el brazo derecho, me sentía incómoda con tantas miradas, pero también con mucha presión entre tantas cosas.

— elige sabiamente —entonces dirigí mi mirada a la reina Clarion, suspire.

— siendo sincera, no soy muy buena eligiendo cosas —masculle.

A todos se les había hecho fácil, pero realmente no sabía si sería suficiente para un talento.

— lo harás —suspiré, necesitaba despejar mis nervios.

Mire todos los objetos, realmente no tenía idea de cuál escoger.

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora