Descendientes - Salvemos al País de Nunca Jamás

Descendientes - No intervengas

—LA PRINCESA VALIENTE XXIX—

MEIDO

"Meido, no hay tiempo para siestas" 

Esa voz…

"Necesito despertar a ese dragón ¿Me oyes? "

Era Harry Harry me estaba llamando. 

¿Por qué Harry me llamaba? 

Aunque poco a poco podía escuchar mi alrededor, podía sentir. Escuchar espadas chocar, sentir agua en mi rostro ¿Por qué sentía agua en mi rostro? Aunque también sentía el cuerpo adolorido.

— BOTÍN SEÑOR, ES UN BOTÍN —

¿Un botín? El barco se movía con mucha ferocidad, como si se tratara de algún mal que estuviera acechando.

Sentí a Harry desaparecer de mi lado, fruncí mi ceño, no podía moverme, ¿Por qué no podía hacerlo? 

Una pelea, sentía el furor de dos almas a mi lado, ¿Quién peleaba? ¿Qué estaba pasando? 

Y entonces sentí una mano tomar mi rostro, una mano que conocía perfectamente, el caos dentro de él era mucho más que el que se estaba desarrollando a mi alrededor— Meido —estaba agitado, muy agitado— vamos, chica mala, te necesito despierta —su voz, era dulce pero urgente.

Fruncí mi ceño y poco a poco respondí a su petición, la petición del príncipe blanco.

Y entonces abrí mis ojos, poco a poco pude persuadir los colores, aunque lo único que logré enfocar fue a… Tristán, entre abrí mis labios y ladre la cabeza, sentí su mano en mi nuca, pero él sonrió y me ayudó a levantarme, mi cabello estaba mojado, todo en mi estaba mojado, Tristán también.

Finalmente me pude sentar— ¿Tristán? —masculle entonces viendo dónde estaba. En la esquina de la parte superior del barco.

En la subida, la tormenta nos sacudió y terminó por estrellarnos a todos sin tener tiempo de prepararnos.

Me dolía la cabeza, pero Tristán logró tocar dónde era— te has herido —

— estoy bien —reconocí, pero Tristán tomó mis dos manos y me obligó a levantarme.

— quédate tras de mí, aún estás muy débil —

— ¿Qué sucede? —y ahora lo veía, estábamos en medio de una pelea, nos habían abordado.

— Ya es hora —volví mi mirada a Tristán con mi ceño fruncido, Tristán entonces formuló— nos han atacado los villanos y debemos responder —Tristán tenía una espada en mano y aún así con la otra tomaba mi mano— no te separes de mi, saldremos de esto —aferró aún más su agarre.

No pretendía decirle que resultaba imposible, pero su mirada en la mis por un momento me hipnotizó, sentí el fuerte agarre su mano en la mía me hacía ver que realmente no había nada que este chico no haría por mí, sonreí y no pude evitar sentir como las lágrimas también salían.

Entre el caos y la lluvia, Tristán era mi único refugio.

Me atreví a besarlo, un beso casto, que aún así al separarme, pude sentir la respiración de Tristán en mi nariz, con mi mano en su cuello y mi cabello en su mirada— estaremos bien —masculle con una sonrisa, aunque inevitablemente no podía dejar de sentir el aire de pelea a mi alrededor, la discordia y esas almas con sed de venganza, no me dejaban.

Mis ojos ardían en verde y estaba lista para pelear.

Me separé de Tristán y me atreví a mirar hacia el barco que estaba a nuestro lado, el barco del capitán Jake, también tenía una pelea.