Descendientes - Promesas, promesas

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—LA PRINCESA VALIENTE V—

— les espera un viaje muy grande —la voz de Uma se escuchó pronto.

Deje de mirar el camino que había hecho Harry y mire en la dirección que venía Uma.

— Uma ¿Vienes a desearle un buen viaje? —aún me sorprendía la esperanza que tenía Ben en los hijos de los villanos.

Pero Uma terminó de escribir algo en una libreta y entregárselo a alguien acudió al cuestionamiento de Ben.

Cruzados de brazos lo miró de arriba a abajo— puede que ya no sea una pirata desalmada, pero eso no quiere decir que sea compasiva con los demás —

— ¿no irás con nosotros? —se trataba de su madre, pensé que tal vez ella querría intentar persuadir a su madre o unirse a ella, nunca era tarde para ninguna de las dos cosas.

— tengo que cuidar de la isla, ahora soy parte de la corte como embajada de la isla de los perdidos, no puedo hacer un viaje así —dijo cruzada de brazos.

— tienes mucha responsabilidad —indicó Ben.

— exacto —dijo en un suspiro, entonces por un momento la mirada de Uma y la mía parecían estar en una conversación, pero no entendía lo que trataba de expresar, solo estaba allí, en silencio, con su mirada entre preocupante y enojada.

TODOS ABORDOS, ES HORA DE EMBARCAR —la voz de Harry provenía tras de mí, fue Andy la primera en salir saltando subiendo el barco y pasando a mi lado feliz.

— ESTO VA A SER GENIAL —de verdad estaba muy emocionada.

— creo que vomitare —fruncí mi ceño al ver a Ryan tan soñoliento subiendo el barco.

Peyton subió en silencio a medida que también se despedía de Ben y se embarcó con nosotros en este viaje.

— es hora de irse, Meido —Ben llamó mi atención y asentí ante él, aunque miraba de reojo a Tristán quién solo admiraba el barco, Diaval iba subiendo con tranquilidad, pero Ben frente a mí sonreía, estaba jugando con sus dedos, dudoso de algo.

Ladee la cabeza— ¿sucede algo? —sí, estaba nervioso. Ben hizo un amago con los labios y en cuestión de segundos sucedió lo menos esperado, Ben me acorraló en sus brazos y me abrazó con fuerza.

Me dejó sin aire, este chico tenía demasiada fuerza encima y era demasiado cálido, creo que ahora entendía el porque Mal le gustaba abrazarlo, pero algo en su abrazo se sentía como si no quisiera soltarme, sentía sus manos temblar en mi espalda.

Y solo dijo— el destino a veces nos aferra a personas inesperadas —estaba temblando— guiandonos por el camino con muchas adversidades —y entonces se separo y tomo mis hombros mirándome con ternura— solo hay que ser lo suficientemente valiente para afrontar lo que vendrá —sus ojos se estaban cristalizando, oh Ben...— te extrañaré, no te pediré que me prometas que volverás, pero... —bajo su cabeza— al menos... intentalo —

Trague fuerte y parpadee unas veces— Ben... —

— Por Mal, por mí, por todos nosotros, Meido, por favor —desvíe mi mirada, ¿por qué sentía qué quería llorar?

— el futuro no se puede predecir —masculle.

— pero sí se puede procurar, prevenir antes que suceda algo —la voz de Tristán.

Su mirada pasó de estar en el suelo a mirarme con el ceño fruncido.

— tiene razón príncipe —indicó Ben con una sonrisa— por favor cuidense, todos —

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora