Descendientes - Un Hook enojado

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—LA PRINCESA VALIENTE XII—

Cuenta la historia en Nunca Jamás que Peter Pan regresó sin más, con una niña y sus hermanos ya, nuevamente a Nunca Jamás, eran tres hermanos que venían más allá de la segunda estrella a la derecha del cielo estelar. Wendy la más grande, la líder y protectora, Michael el del medio tan audaz y cortés y el pequeño John tan modesto, pero travieso a la vez. Cruzaron el portal hacia Nunca Jamás en ese mundo tan extraño del que una vez hablé, con lujos y cosas que jamás verás en Nunca Jamás, tal vez. Peter Pan convenció a Wendy de quedarse con él, sin darse cuenta que se había encariñado con ella, pobre de él, dibujaba sonrisas y travesuras con ella, hasta el momento en que Wendy quiso regresar a sus tierras, Peter Pan se niega totalmente, pero Wendy aún extraña a su familia, los hermanos piden regresar a casa, pero Peter Pan se enoja con el afán de la trama, los niños perdidos quieren ser amados, pero el pobre de Peter Pan jamás ha sentido cosa igual. Es así como todos deciden salir del escondite de los niños perdidos e ir en busca de la segunda estrella, para así volver a casa, pero pobres niños incrédulos que son capturados por Garfio y sus piratas. El malvado Garfio le tiende una trampa a Peter con intenciones de matarlo para siempre, pero es Tinkerbell quien lo salva y de los escombros Peter la levanta, juntos se han dado cuenta del plan de Garfio y deciden ir en busca de él y sus amigos, antes de que sea demasiado tarde y Garfio haga caminar a los niños por la tabla hacia la borda. Peter se enfrenta a Garfio en un combate individual mientras los niños pelean contra la tripulación, y logran humillar al capitán. Garfio y la tripulación huyen, con el cocodrilo en la persecución. Peter comanda galantemente el barco desierto y, asistido por el polvo de hada de Tinkerbell, lo lleva a Londres con los niños a bordo, los niños perdidos se niegan a dejar a Peter y junto con él regresan a Nunca Jamás. Las aventuras de Wendy quedarán para siempre implantadas en su corazón, pero Peter Pan aún tiene mucho más por enfrentar.

Y esa es la historia de Nunca Jamás, si nadie te la ha contado es hora de que la sepas, de cómo un niño viajó del Nunca Jamás en busca de un cuenta cuentos del que se enamoró para siempre.

— ¿te duele? —la mano de Tristán acariciaba mi espalda, pero asentía a pesimismo, era como si un montón de rocas se hubieran caído sobre mi espalda.

— creo que esto de transformarme se está volviendo cada vez más difícil —masculle con pesimismo. Tristán simplemente guardó silencio en cuanto saque de mi bolso las pastillas que me había dado Diaval.

— ¿es normal que brillen? —sé que a Tristán no le agradaba la idea, a mi tampoco, pero era por mi bien, para poder seguir aquí y que mi otra esencia se mantuviera quieta.

La escuche reír, el viento empezó a soplar más fuerte— yo, mi querida Meido, soy tu mayor pesadilla —un ruido incesante, una risa desbocada y luego el silencio repentino.

Hice un amago en mis labios de tan solo recordarla y tomando una pastilla tire de ella hacia mi boca, tragando con pesimismo.

— es inevitable pensar que toda mi vida tendré que estar con estas pastillas —masculle.

— bueno, seguiré ahí contigo, para recordarte tomartela —me compensa con una sonrisa y no pude evitar mirarle, como me hacía olvidar el dolor tan rápido este chico.

Pero..¿ qué pasaría si yo ya no volviera? si Mal convenciera a Hades de volverme a la vida, entonces... ¿Tristán amaría a esa chica? Si la mente de ella no es la mía, pero se viera como yo, ¿realmente la amaría?

La verdad, no tenía idea.

— solo nosotros podemos rescatar al señor Pan y a los indios capturados —Drizzly hablaba sin mirar a nadie, con su mirada puesta en el mar.

Al salir de la cabina con Tristán a mi lado, todos y cada uno estaban atentos a un espectáculo que representaba para ellos, era Drizzly quién estaba ahí.

— pero vinimos a ayudar a Peyton, así que no tiene porque preocuparte —sin embargo Andy sonreía abrazando a Peyton, mientras la hada transformada en humana miraba con recelo.

Cabía destacar que en este barco, la tripulación de hombres de inmediato habían quedado cautivados por la presencia del hada, pues si bien era cierto las hadas tenían este rasgo distintivo de belleza — tengo solo una pregunta —Harry Hook balanceaba su garfio de un lado a otro con cierta cizaña— ¿de donde salen bellezas como tú? —alce una ceja conforme lo veía acercarse y ver como Ryan reía por lo bajo, mientras Peyton guardaba sus labios.

— eh, Harry, yo no creo... —pero las palabras del pobre Peyton se olvidaron en cuanto la chica tomó el garfio de Harry y se lo quitó de la mano, vagamente recordé cuando hice lo mismo en la isla con él, fue entonces que con una mirada gélida, Drizzly estiró el garfio de Harry a la borda del barco, en forma amenazadora.

Pensé que solo lo estaba amenazando, pero en cuanto la vi tirar el garfio abrí mis ojos de sorpresa y mire a Harry, quién solo asomaba la furia en sus ojos— ¡¿QUÉ HAS HECHO?! —

Harry se acercó al borde con la esperanza de poder ver su garfio, pero era inútil, no tenía rastros algunos de él, Harry estaba furioso— cambió mi perspectiva de ti —entonces sacó su espada de la vaina— ya no quiero que estes en mi barco —el sonido de la espada saliendo alertó completamente a Peyton.

— espera, espera, no puedes hacer eso —Peyton tomó la iniciativa de interponerse entre ambos, mientras reía nerviosamente.

— es mi barco —

— tiene razón —aporte asintiendo, las miradas inquisidoras de Ryan y Tristán me hicieron retroceder con las manos en alto— solo digo —masculle.

— no es necesario armar tanto escándalo por un garfio, Hook —alentó Ryan— así que cálmate —

— callate rojo —espeto con odio Harry— todos ustedes no tienen ni la menor idea de lo que ese garfio es para mí —estaba demasiado furioso.

— entonces lo buscaremos —fruncí mi ceño en cuanto a la propuesta de Tristán— busquemos el garfio en lo profundo del mar, tal vez lo encontremos —

Eso era imposible, cerré mis ojos con fastidio, realmente era imposible— nadie bajará del barco —anuncie caminando hacia Harry— deja el pasado atrás, se que cayo, no se puede hacer nada —ahora la espada iba dirigida a mí, tragué fuerte.

— cállate, no entiendes nada —si bien era cierto con Harry era difícil hablar, la única a la que escuchaba era a Uma. Por eso no quería venir a esta misión con él.

Detuve con la mano a Tristán en cuanto quiso acercarse— okay, viejo ya te estas pasando, baja el arma —mientras Ryan estaba endureciendo su voz.

— quiero mi garfio —dijo a regañadientes.

Bufé, realmente no le tenía miedo a la espada o a Harry, pero si queríamos salir ilesos de esto sin lastimarnos entre nosotros, era mejor razonar con palabras.

¿Cómo le hacía Ben?

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora