Descendientes - Bacalaos a la vista

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LA PRINCESA VALIENTE IV


Al parecer en mi ausencia en la isla, se creó un enorme puente que daba como resultado de la entrada de la isla a el puerto de la misma, en todo el trayecto Ben me contaba lo orgulloso que estaba de que algo así se hubiera llevado a cabo, pero no fue hasta cierto tiempo después en que mis sentidos se activaron al escuchar a alguien gritar y esa voz me parecía tan familiar.

— BACALAOS, ¿ACASO SON DE AGUA DULCE O AGUA SALADA? INÚTILES —definitivamente Harry aún no quitaba su mal humor de sí, tratando a sus subordinados con desprecio.

— el viejo Harry, nada cambia en él —pensé que estaría él también metido en la preparatoria, ¿en qué momento volvió a la isla?

— sí, con el tiempo quizás se vaya acostumbrando a ser más.. ¿bondadoso? —Ben tampoco creía eso posible.

Solté una risa seca a lo que él simplemente suspiro, los subordinados del capitán Garfio debían también hacerle caso a Harry, por lo que se le consideraba un capitán pirata, todos los hombres de Harry arreglaban los tanques de madera, inclusive limpiaban el barco, aseaban las cosas, elevaban las banderas y también los demás trapos. No me culpen no sabía cómo se llamaban esas cosas.

— ¿por qué está aquí? —masculle también al ver como Uma vigilaba desde la altura de un balcón todo lo que sucedía.

— Uma se está encargando de que todo esté listo para el viaje, ella también está dispuesta a cooperar —indicó Ben— sabe lo que su madre es capaz de hacer, por eso prefiere detenerla a que siga causando estragos y dejar la isla de una manera muy indecorosa —

Reí por lo bajo, "indecorosa" que graciosa palabra.

La mirada del camarón se puso sobre mí, sonreí de lado y salude con la cabeza, pero ella solo me miraba de manera altiva.

— la misma Uma —masculle con dirección a Ben, pero por supuesto él no respondió. Estaba encantado con todo lo que se presentaba.

El perdido frente a nosotros nos miraron por un instante, perplejos y quietos, uno llamó al otro y dijo— James, James, mira, es el rey Ben —

Pero él otro que no miraba siquiera quitaba la mano del otro con fastidio— no molestes, Charles, el rey Ben no vendría aquí —sonreí de lado cruzando mis brazos y viendo como Ben se reía.

— parece que hacen un fabuloso trabajo, señores —fue ahí donde James paro oreja y se volteó sorprendido, donde la mirada de Charles se vio lustrosa y automáticamente James tartamudeo.

— re-rey Ben —no lo podía creer.

— sí que sabes dejar a las personas sin aire —masculle con una sonrisa.

Fue entonces que James se inclinó y acto seguido le dio un zape a Charles dándole inicios que debía dar reverencia.

— no seas tonto es el rey —quise reirme que tape mis labios y retrocedí a lo que Ben solo sonrio con dulzura.

— no es necesario están haciendo un trabajo por el bien de todos, soy yo quien debo dar reverencia a ustedes en forma de gratitud —

¿Gratitud? que gracioso.

— ¿QUÉ RAYOS CREEN QUE HACEN? —Harry ahora se percataba de que sus bacalaos no estaban haciendo nada, pero al vernos sonrió de lado y nos señaló— ya llegaron mis tripulantes y ustedes ni siquiera han terminado el trabajo —

El mismo Harry bajó por su tablón, mientras dos de sus tripulantes subían por el mismo, James y Charles terminaron corriendo lejos de nosotros y volviendo a trabajar por miedo.

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora