Descendientes - Pelear no es la solución

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—LA PRINCESA VALIENTE XLII—

— Déjala sobre la cubierta, Diaval —

Ordené a Diaval a tomar a Úrsula y traerla con nosotros, finalmente Garfio dejó ver su barco y pensaba dar una batalla.

— no creo que quieras pelear —pero la realidad es que no quería pelear, estaba harta de pelear contra ellos, si al final no sabría qué sucedería.

— ¿eso crees? —pero con su espada en mi dirección e inquieto en su lugar, Garfio no podía esperar a atacar.

— Gothel, tú eres más consciente, haz que se detenga, paren esta pelea y regresen —

— ¿A esa isla? Ni lo sueñes —parecía escupir sus palabras, aunque ella no estaba en modo de ataque, pero sí tenía su espada en mano.

Suspire— eso no sucedería si ustedes no quisieran vengarse, con ello no ganarán nada —

Ahora lo recordaba. Cuando intenté vengarme en Auradon, cuando ví destruida la preparatoria, me di cuenta de lo estúpida que había sido y esa cárcel, realmente me había merecido estar ahí y también regresar a la isla, yo había cometido fallas cuando me habían perdonado.

— no seas tan conmovedora niña, me harás llorar —Gothel fingió lastima y seco lágrimas falsas.

Mi ceño permanecía fruncido y mi voz no era exigente, ni mucho menos gritona, solo quería acabar con esto.

la razón por la que hago este viaje no es solo por la isla —trago y rasco su nuca con pesimismo— quiero que mi padre vuelva a casa y si es necesario que cumpla con su castigo, pero necesito que entienda que tanto CJ, como Harriet y yo lo necesitamos —

Harry quería a su padre de vuelta.

— Hook, tus hijos te esperan, ¿Por qué les haces esto? —

— ¿Mis hijos? ¿Esos bacalaos malagradecidos? —

Di un paso más— ¿De quien crees que aprendieron? Ellos aún te necesitan, Harriet está preocupada por ti —

— JAH, reconozco que estudiaste muy bien a tus oponentes, pero Harriet ¿Preocupada por mi? Es absurdo —su mirada era sería, aunque intentaba sonreír, era claro que ocultaba su sorpresa por mi comentario.

— no, no lo es y si tuvieras al menos un poco la delicadeza de entender lo que significas para tus hijos, verías que no es lo correcto, esto que haces —rayos, de verdad sonaba a Ben.

Pero, todos merecían una segunda oportunidad.

— no hay correcto en este mundo, niña —Úrsula se levantaba de su sueño, pero ahora lucía más enojada que nunca.

— sí lo hay, lo sé porque yo lo he visto —

— eso no es lo correcto, Auradon solo hace cosas para beneficiarse ellos y si te acoplado a sus costumbre, hurra, tendrás sus beneficios, pero ellos jamás de han acoplado a la situación de uno de nosotros —desenvaino la espada que tenía— basta de charla, almejita, es hora de cocinarte —corrió hacia mi, pero Diaval la alejó con un rayo rojo que se desprendió de su mano.

Y cerrando sus ojos juntó sus manos y las separó apareciendo de entre ellas una espada— mi señora —y me la dió.

Asentí ante él, ahora entendía que no era hora de hablar, pero al menos lo intente.

Diaval hizo el movimiento una vez más justo cuando Garfio se acercó a atacar y yo lo contraataque, mi poder se había calando y la bestia aún permanecía en mi interior, Úrsula atacó en el flanco contrario y Diaval la atrapó, pronto ambos nos encontrábamos batallando contra dos de ellos, pero esto solo era para ganar tiempo en el momento en que los demás aparecieran.

O… un calamar gigante.

— Diaval, encárgate de ellos —eleve mi vuelo sin más y decidida a acabar con la amenaza gigante que emerge del agua y tambaleó el barco pronuncie un hechizo— OLAS DEL MAR QUE ESCUCHAN MI VOZ, CANTEN AL UNÍSONO LA CANCIÓN QUE CALME A LA BESTIA DEL MAR Y LA HUNDA EN LO PROFUNDO DEL MAR

Mi poder fue descargado en el calamar gigante y en menos de unos minutos, él se vio descendiendo por la presión que estaba ejerciendo en él, volviéndolo a dónde pertenecía y con tiempo suficiente para ver cómo los demás se acercaban con el barco en frente, Harry los lideraba en el timón y tan prepotente que se veía, sabía que esperaba ver a su padre.

Ahora estábamos todos y ellos estaban acabados.

— Diaval —y una vez que descendí me despoje de mis alas— encárgate de Garfio, yo estaré con Úrsula —sólo esperaba terminar esto cuanto antes.

La razón por la que no me preocupaba por Gothel era sencilla, era una asesina en cubierto y no actuaría tan abruptamente, aún así la mantendría en la mirada aunque una vez que llegaran los demás, posiblemente no tendría otra opción que entregarse.

Úrsula dio un espadazo, pero yo lo bloquee— ESPUMAS DEL MAR…

— No esta vez —dio otro ataque que la desconcentró  y la hizo retroceder— no estoy ahora bromas, Úrsula —ella contraatacó con odio y yo me agaché frente a su ataque.

— no dejaré que ganen, antes muerta a que tú me ganes —

Fruncí mi ceño frente a su expresión y terminé por correr y alcanzar por la parte de atrás donde con un codazo en su espalda terminó en el suelo y el barco de Harry había tomado posesión al lado de este.

— es una lastima, Úrsula —pensé en Uma— tu hija espera que regreses y que te perdone la vida —

Ella permanecía levantándose, dispuesta a otro round, eso lo sabía, pero aún así en su mirada podía sentir la revolución que tenía en su corazón.

— ATAQUEN —Peyton había dado la orden en cuanto llegó al barco y una Andy descontrolada salió de la tabla que conectó entonces el barco de Harry con el nuestro.

— es tu última oportunidad Úrsula —suspire— están rodeados —

Pero algo en sus ojos me decía que no pretendía rendirse, aunque la manera en que retrocedía mostraba su temor a ser encarcelada nuevamente.

Ella retrocedió, mirando a mi lado y entonces me di cuenta, Ryan había llegado— ¿Nos unimos a la fiesta? — 

Envaine mi espada cuando supe que se había rendido, porque aunque no lo dijo, su mirada me hizo sentir que de cualquier manera esto no terminaría bien para ella.

Y al final, Hook también fue atrapado por Diaval y Peyton, quienes juntos lo emboscaron y lograron probarlo de su espada, cuidando que no sufriera nada el pobre anciano, a la pobre de Gothel no le fue nada bien, porque Andy fue quien la atacó y aunque está se quiso defender, la mirada matadora de Andy le impedía.

Ryan le quitó la espada a Úrsula, así como Peyton a Garfio y Gothel tiró la suya.

Finalmente, se habían rendido.

Y ahora.. solo esperaba encontrar a Tristán en esta embarcación.

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora