—LA PRINCESA VALIENTE XVI—
— ¿Seguro que podrás quedarte aquí solo sin cometer alguna locura? —no era que me preocupara por él, pero tener a Harry en su barco con sus tripulantes, solo, no era buena idea.
Aunque Harry parecía más concentrado en limpiar su garfio y arma que en hacer otra cosa.
Supongo que eso era reconfortante.
¿No?
— no sé si las costas de esta isla sean de interés para ti —suspire— pero, por mi parte eres libre de recorrerlas —aunque alcé un dedo en forma de advertencia— aunque, eso sí, no puedes robarle a nadie —fruncí mi ceño severamente, cuando Harry solo limpiaba su garfio sin prestarme atención, parecía que realmente no me estaba escuchando— no puedes embarcarte a robar tesoros, nada parecido, ni ir tras alguien —advertí, ahora empezaba a silbar ¿me estaba tomando de tonta? Gruñí y camine a paso seguro a él tomando su garfio, entonces entornó sus ojos en mí— no puedes ir y causar estragos —
Abrió sus ojos y asintió tomando su garfio de mi mano, prácticamente arrebatandolo— entiendo, niña, no soy un tonto —volvio a sentarse en su barril— me quedaré a esperarlo —volvio a ensamblar su garfio.
Pero, aunque no me importaba el por qué no quería venir, creo que la curiosidad era mucho más grande que eso.
— ¿Me dirás? —cruzada de brazos mire con determinación a Harry, justo entonces paró de limpiar su garfio y aunque no se atrevió a mirar mis ojos, intuí que algo no le estaba gustando, tenía su mirada clavada en el suelo— el por qué no quiere ir con nosotros a la tierra de las hadas —
Balanceo su cuerpo de un lado a otro sutilmente, pero pude oír lo que dijo claramente— alergia... a las hadas —
¿Qué?
Fruncí mi ceño.
¿Alergia a las hadas?
Esto era... LO MÁS TONTO QUE HABÍA ESCUCHADO.
Tape mi boca con intenciones de no burlarme, pero fue en vano, termine estallando en carcajadas. Solo era capaz de imaginar a Harry estornudar con el polvillo de hada o algo parecido.
Harry desvió su mirada y negó con la cabeza.
— alergia —tape mi boca, no lo diría riendo, respire hondo, tratando de mantener la cordura— ¿Alergia a las hadas? —tosi levemente y doblegue mis cejas— eso es absurdo —
— ¿Te es gracioso una alergia? —
— no —admití— me es gracioso TU mentira... vamos, tanto tú como yo sabemos el odio que tu padre le tiene a las hadas, siempre se emborrachaba con Gastón con la misma historia —y supongo que en ese lapso, Harry estaba con CJ y Harriet en casa o con Uma— tal vez, Garfio te dio un poco de odio por las hadas y no puedes resistir a tener una en manos —su mirada quedó clavada en un lugar— por eso quedaste encantado con Drizzly, pero cuando viste que se pasó contigo decidiste tomar tu espada y enfrentarte a ella —frunció su ceño— una razón más para acabar con ella, el odio por las hadas y porque tomo algo que te pertenece —
Subió su mirada— escucha —tragó fuerte— para ser una simple creación de una villana, eres muy inteligente —sonreí de lado, había acertado.
Me aleje— de hecho, solo tire a la suerte —respondí con sinceridad— pero que buen instinto tengo —y baje las escaleras del barco que daban al piso central, pasando al lado de Charles y James— DIVIERTANSE CHICOS —los demás me esperaban bajo el tablón, mientras Peyton conversaba a parte con Drizzly, los demás miraban la isla con esmero, en especial Andy.
El sol pegaba muy fuerte, pero el viento también y la sensación del agua salada se sentía tan cerca.
Creo que con el tiempo en Auradon... realmente me había acostumbrado mucho al sol.
— oye, ¿Todo bien? —la mano de Tristán en mi costado me hizo asentir y sonreír.
— hagamos esto —realmente era lo único que me hacía sonreír.
No mucho tiempo después nos vimos caminando entre los árboles de la isla que daba al portal de las hadas, según lo poco que dijo Drizzly, debíamos llegar al centro del bosque, solo allí estaría el portal, pero con cada paso mis pies se veían estacados en ocasiones en lodo y en otras con enredaderas en el suelo, por lo demás, realmente este bosque transpiraba un hermoso ambiente.
Y pensar que todo el tiempo en la isla me estuve perdiendo todo esto. En la isla no conocía más que la deslealtad y el odio, la envidia y el rencor, la agonía y la competición.
Pero de un tiempo para acá, creo que Auradon me había ofrecido algo mucho mejor que esas cosas.
Realmente lo había hecho. Ben creyó en mí y también dejó de creer, pero al final, me lo merecía.
— de verdad que es un bosque muy hermoso —la voz de Peyton se escuchaba de ensueño, a medida que junto a Andy seguían como primeros a Drizzly, de segundo iba Ryan y Diaval y por tercero me tenían a Tristán y a mí.
— me recuerda a cuando fuimos al bosque encantado —entonces dirigí mi mirada al comentario de Andy.
El día en que nos perdimos. Casi pierdo la cordura en esos momentos.
— ¿El bosque encantado? —pero por supuesto que Ryan no sabía nada de eso.
Un giro de parte de Andy y que frente a Ryan— sí, en Auradon, fuimos en nuestro primer año de preparatoria —dijo orgullosa.
— sí, también la primera vez que nos perdimos y mojamos —masculle con pesimismo.
— la primera vez que fuimos a un lago tan mágico —Andy seguía emocionada.
— la primera vez que crucé un puente tan... —alto... ahora que lo recordaba, fue Tristán el que me cruzó por el puente, lo recuerdo perfectamente, creo que fue entonces que nuestra relación amistosa se vio un poco confusa, por mi parte, creo que desde ese entonces, nos volvimos más conversadores entre nosotros mismos.
— el puente... —¿Por qué lo decía así? Pareciera que intentará insinuar algo. Tristán sonreía de lado, ¿Por qué siempre sentía que me tenía en su mano?, cada que decía algo me erizaba tanto.
Los ojos de Tristán trataban de embelesarme de una manera muy gélida que me resultaba tan atractiva— ¿Estamos cerca del portal? —la voz de Peyton me desconcentró por completo de Tristán.
Pero aún así no pude evitar sonreír por lo bajo, mis mejillas estaban calientes.
— eso creo —y ahí acabó todo.
Todos paramos de golpe.
Drizzly se dio cuenta y volvió a nosotros con el ceño fruncido— ¿Por qué se detienen? —
Créanme que estaba a punto de responder, cuando una luz cegó mi lado derecho y me impidió el enojo hacia Drizzly.
Frunciendo mi ceño en esa dirección solo pude ser capaz de ver una silueta.
— tu peor pesadilla —
No... ella no...
Retrocedí, mi corazón se estaba arrinconado, ¿Por qué ella estaba aquí?
— Hola, Meido —gruñí, ¿Por qué seguía retrocediendo frente a ella?
Pero... ella era tan resplandeciente a mi alrededor se veía tan oscuro, me sentía... atrapada, como si hubiera cadenas en mis manos.
Como si me hubiera acorralado contra un precipicio, como si mi corazón estuviera apuntado con la punta de una daga de plata.
Ella sonreía, trague fuerte— Luna —mis ojos estaban ardiendo, pero apenas pude formular su nombre.
— Meido —ella sonreía encantada.
— ¿Te sientes abatida? —se acercaba cada vez más.
¿Por qué estaba aquí?
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Descendientes - Salvemos al País de Nunca Jamás
FantasyLa vida de los Héroes de Auradon vuelve a verse en peligro. Una vez más Meido y sus amigos se ven en apuros por ir a rescatar un reino, esta vez irán hasta Nunca Jamás en ayuda a Peter Pan y su familia, aún con los problemas que se le presentan a Me...