Descendientes - Preocupaciones y más

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LA PRINCESA VALIENTE III


— regresaré a tiempo para la siguiente fiesta familiar que hagan —indique mirándole— no te preocupes —

La siguiente cena sería dentro de dos semanas y tal como lo había dicho Ben, sino regresaba dentro de dos semanas irían en busca de nosotros.

— eso espero, el rey Naveen aún así no acepta que ustedes vayan —masculló con pesimismo— esta mañana vino a mi estudio a hablar sobre eso y a dar una condición —

— dos semanas para cumplir el cometido, sino lo hacen en esas dos semanas, un grupo de exploradores irá a buscarlos y la amenaza se hará en todos lados, cada reino se verá cerrado y ustedes bajo órdenes, si es que están vivos para entonces —masculle las palabras de Ben.

— sí, no podía negarme, porque pensará que te estoy ayudando en algo turbio, ya sabes, después de ser atacado una vez por alguien que le prometió algo y le dio lo menos esperado —dijo Ben, pero fui yo la que termine.

Con pesimismo lo mire— no volverá a confiar en alguien que le prometa algo —

— correcto —

— Meido —la voz de Mal sonaba quebrada, en todo este tiempo se había estado reteniendo, porque no duró más y terminó abrazando con ferocidad, lo vi en cámara lenta, como sus lágrimas se desprendían y me tomaba en sus brazos. Sentía como rozaba su nariz con mi hombro y me dejaba sin aire— ¿por qué siento que no te volveré a ver nunca más? —río pero quebró en llanto también.

— volveré antes de lo que pienses —masculle calmándola.

— eso espero —rio. Aún me tenía abrazada, con tanta fuerza.

— por cosas como estas preferí no decirte que me iba de viaje, seguro querrías amarrarme a mi habitación —entonces se separó y sorbió su nariz riendo.

— tengo pensado eso —dijo con humor, aún con sus ojos rojos, estaba riendo.

Sonreí hacia ella y ella hacia mí— es tiempo de irnos —masculló Ben, Mal bajó su mirada y asintió.

— me gustaría acompañarlos al barco, pero aún tengo muchas cosas que hacer, aún así, Ben irá —Mal asentía a medida que era abrazada por Ben nuevamente.

— bien, entonces, supongo que..¿cuídate? solo miralo como una excursión de la preparatoria —guiñe un ojo.

Mal asintio y sonrio.

Prontamente Ben nos indico que debíamos irnos y aceptamos, Mal me vio irme, me despedía con su mano, pensé que Evie también se había ido, pero ella estaba hablando con Andy, también se despide de nosotros y se quedó junto a Mal abrazándola.

Había un enorme pesar, pero aún así sé que las volvería a ver, haría lo que fuera.

Conforme iban pasando los momentos para ir a la isla de los perdidos, pues era donde estaba el barco. Mi corazón iba destruyendo poco a poco, fruncía mi ceño porque no me gustaba sentirme así, pero era imposible cuando se trataba de algo así.

— el hada madrina dice que esto se le atribuye como la nota del primer semestre, para que las clases no se encuentren perdidas —indicó Ben con alegría, fruncí aún más mi ceño en su dirección, pero Andy aplaudió contenta.

— QUE BUENO —dijo feliz— creí que tendría que volver a dar clases cuando regresará —fue Ryan el que bufo frente a mí y le replicó a Andy.

— el habla del primer semestre Andy, los demás sí hay que asistir —masculló con pesimismo tomando su cabeza y posandola sobre su mano.

— oh —y conforme llegó la alegría de Andy, así mismo se fue también.

Fue entonces que Diaval a mi lado sacó algo de su bolsillo y me dijo— esta es la de hoy, Meido, procure tomarla —era la pastilla luminosa, trague fuerte y tome la pastilla en manos, tragando con fuerza, cerré mis ojos y espere a que pasara por la garganta para de nuevo respirar normal.

— ¿qué fue eso? —para que otro problema surgiera, Tristán me miraba expectante, entonces por inercia miré a Ryan, él me miraba con recelo, bufé, pensé que él se lo había dicho ya.

— adelante, Meido, dile que estás muriendo a tu novio —

— Ryan/¿Qué? —regañe, al instante que Tristán cuestionaba alarmado.

Bufé y gruñí, esto sería difícil— ¿a que se refiere con morir? —ahora Ben exigía una explicación.

— no tengo tiempo para eso ahora mismo —masculle— es muy difícil de explicar, Ben, Tristán, prometo contártelo en el momento indicado, pero por el momento solo concentrarnos en ayudar a Peyton —pedí a punto de perder la cordura.

Ambos guardaron silencio, pero uno de ellos me miraba con frialdad, le daba mucho atributo a sus dones. Desvié mi mirada.

Al fin y al cabo realmente no estaba muriendo— estoy siendo medicada para no morir —regañe a Ryan— pero como siempre entiendes lo que mejor te parece —masculle con detesto.

— ya te dije lo que pienso, Meido —

¿Por qué aún así sentía que yo era la que estaba mal en esta conversación y en estas circunstancias?

Al final no importó, porque nadie más dijo nada y llegando a la isla, fue Ben quien salió primero, salí tras de él, mientras Diaval me seguía y los demás salían conforme estaban sentados.

Pero mientras eso sucedía Ben me miraba con preocupación, rodeé los ojos y arreglando mi chaqueta le pedí que hablara— adelante, dí lo que piensas —Ben arregló su cinturón y suspiro.

— ¿estás segura de hacer esto? —

Hice un amago con mis labios y sin mirarle respondí— es la única manera para mí de usar los poderes de Maléfica sin sentirme culpable de tenerlos, porque al fin y al cabo la idea era que los usará para luchar contra el mal —acaricie mi anillo— pase lo que pase, debo usarlo para el bien, siempre para el bien y ayudar a Peyton es necesario, él nos necesita —

Entonces tomo mis hombros— sí, pero Auradon también necesita a su princesa —y masculló cerca mío.

Trague fuerte, no pude evitar erizarme y reí— lo haces ver como si realmente fuera así —

— porque es así —compensa con una sonrisa.

— no digas tonterías —

— Meido —llamó nuevamente Ben, estaba preocupado, pero no me atreví a mirarle.

— tendré cuidado —dije por lo bajo— te lo prometo —y entonces me solté de él.

Descendientes - Salvemos al País de Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora