—LA PRINCESA VALIENTE II—El área de entrenamiento de esgrima estaba infectada por personas, personas que conocía perfectamente. Andy ayudaba a Peyton a acomodarse algo, mientras Ryan dormía sobre el muro, Tristán pensaba muy lejos de aquí, mientras Diaval y yo llegábamos a la escena.
Fruncí mi ceño al analizarlos a todos— es mi idea o ustedes han cuadrado en ponerse estilo pirata —masculle mirandoles a todos.
Porque inclusive Diaval se veía como un pirata o tal vez como un tipo de la era victoriana, era muy confuso.
— fueron diseñadas por la consejera real, Evie ¿no son maravillosas? —Andy ahora mantenía su cabello recogido con una coleta y con mechones de diferentes colores en su cabello.
— fue muy justa en mi talla —masculló Ryan sin mirarme, con los ojos cerrados.
— Es increíble que en una sola noche haya podido hacer estos vestuarios y también de sobra para llevar en el camino —dijo Peyton encantado.
— bueno, todo el trabajo no lo hice yo —las puertas de la entrada fueron nuevamente abiertas y un grupo de seis personas entraron por él.
Ben estaba con Mal, llegaban muy temprano, Evie sonreía encantada mirándolos a todos, con un abrigo en su mano, estaban también la reina Bella y el rey Adam, el hada madrina era la que nos miraba con orgullo.
— me alegra que les divierta estar hablando entre ustedes aquí —masculló complacido Ben— porque cuando emprendan el viaje no será nada fácil —
— estaremos listos para eso —masculló Ryan sobre el muro todavía, sin mirar.
Ben asintió— bien, chicos, ya no debería decir mucho, solo su objetivo —suspiro pesadamente, pero mi mirada se percató de la de Mal y como ella mantenía ese sentimiento de pena y preocupación en su semblante.
Fruncí mi ceño y asentí ante ella, quería hacerle saber que estaría bien, que al menos lo intentaría.
— Ursula y esa hada son las más poderosas, deben tener cuidado, Gothel y Garfio solo se trata de una ladrona y un señor que busca venganza, deben tener cuidado —el hada madrina nos advertía a medida que podía ver como sus ojos se cristalizaron, fruncí mi ceño al verla poco a poco.
— hada madrina, no nos moriremos —alentó Peyton con una sonrisa, para mirarnos a todos, quienes permanecemos en silencio— ¿o sí? —
— no seas tonto chico, la chica morada que tienes en frente jamás te dejaría morir —mascullo a duras penas Ryan, creo que ya se estaba durmiendo.
Me sorprendió realmente el tiempo que me costó entender que Ryan hablaba de mí, fruncí mi ceño y chasquee los dedos haciendo que Ryan cayera del muro inoportunamente— no digas tonterías —
— maldición —
Ben suspiro— tengan mucho cuidado y cuidense entre sí, a veces las cosas no parecen ser lo que son —fruncí mi ceño.
¿Por qué ahora todo era así? ¿qué onda con que las cosas no serían iguales?
— ¿exactamente de qué tenemos que cuidarnos? —cuestione— nos han dicho desde ayer que debíamos cuidarnos, ¿por qué dices eso? nadie lo diría tantas veces sino supiera algo, así que mejor dime, Ben —
Y en mucho tiempo ahí supe que Ben realmente no me quería contar algo, me estaba ocultando algo, algo que los demás sabían pero que yo no.
— no lo entenderías —
— no, ustedes actuan extraño —masculle con recelo.
— Meido, serás la que vaya a liderar el grupo —aclaró Ben— Peyton guiarás el grupo a Nunca Jamás —Peyton aceptó con un clásico: "sí, señor" — Y tendrán un capitán experto con ustedes, que los guiará por Nunca Jamás para ayudarles en lo que necesite —
— o al menos eso promete él —masculló Mal desviando su mirada.
Fruncí mi ceño al ver la actitud pero Mal me distrajo con otra información— tendrán dos semanas para cumplir el cometido, sino lo hacen en esas dos semanas, un grupo de exploradores irá a buscarlos y la amenaza se hará en todos lados, cada reino se verá cerrado y ustedes bajo órdenes, si es que están vivos para entonces —tragué fuerte y parpadee unas cuantas veces, mirando a todos ellos.
— ¿bajo qué órdenes? —masculle extrañada.
Ben suspiro— es la disciplina que debe pasar cualquier hombre que quiera dar su vida para ir en contra de alguien y sino lo logra en el tiempo estipulado, pues se toma como un desacato o alianza con el villano, eso si no está gravemente herido o muerto —el Rey Adam asintió, lo miré boquiabierta.
Trataba de entender, pero no me daba, entonces resultaba que sino lo logramos en el tiempo, seríamos condenados.
— y después dicen que ser príncipe es fácil —masculle con pesimismo.
— su barco zarpará dentro de unos veinte minutos, su capitán también los espera para ir al castillo del Rey Eric —indicó Ben, ahora sentía un trago amargo, pero no podía hacer nada, este era mi destino.
— oh, por cierto, Meido, toma, lo hice para ti, fue el que más me costó hacer, localizar esas telas son muy difíciles —Evie estiro sobre mi y practicamente puso también, un abrigo negro con fondo morado— dicen que en Nnunca Jamás hace mucho frío, así que me aseguro que todos tengan abrigo —
Que viniera de Evie sonaba como a regalo, sonreí de lado y asentí— gracias —
Sonrió como toda Auradiana y se despidió con una reverencia, dejándome con una Mal sonriente.
— ¿tienes todo para el viaje? —Lo bueno de ella era que cuando estaba preocupada trataba de disimular lo más posible, no quería despedidas emotivas, suficiente la tuve con Dizzy.
Asentí ante ella, sabiendo que mi bolso lo tenía ya listo desde hace mucho y estaba en el auto que nos llevaría a donde se encontraba nuestro vehículo para Nunca Jamás.
Mal alisaba mi chaqueta mientras la veía soñadora, alce una ceja frente a ella.
Ambos eramos tan orgullosas para momentos como estos, yo no quería demostrar que tenía miedo, ella tampoco quería demostrar que estaba asustada, pero ambas sabíamos que teníamos miedo.
Fue Ben quien se acercó y la tomó por los hombros, mirándome desde ese punto, le mire y sonreí, se había quitado la barba.
— pero mira nada más, eres un niño, esa barba te hacía ver más viejo —aposté con una sonrisa.
— cuidate —masculló Ben y luego dirigió su mirada a su amada— sabía que no serías tan fuerte para despedirte —entonces lo note, las lágrimas de Mal estaban empezando a salir.
Algo dentro de mí se estaba quebrando, que loco ¿no? antes moría por ver llorar a Mal, ahora una lágrima de ella me representaba un detesto enorme, no me gustaba verla así y menos si era por mí.
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Descendientes - Salvemos al País de Nunca Jamás
FantasyLa vida de los Héroes de Auradon vuelve a verse en peligro. Una vez más Meido y sus amigos se ven en apuros por ir a rescatar un reino, esta vez irán hasta Nunca Jamás en ayuda a Peter Pan y su familia, aún con los problemas que se le presentan a Me...