51. Mejoría

1K 72 41
                                    

CAPÍTULO 51: MEJORÍA

POV KATNISS

Las semanas van pasando y Peeta sigue con el tratamiento varias veces a la semana. Hay días buenos y otros malos para él. Pero los doctores siempre están alrededor para asegurarse que no pase a mayores. El Doctor Aurelius ve casi a diario a Peeta, él mismo derivo a Johanna, a otra psiquiatra, con el objetivo de liberarse un poco de otros pacientes y porque Johanna no mostraba progresos con él y esperaba que esa mujer si llegara a crear un vínculo de confianza. Por lo que últimamente solo se ha limitado a tratarme a mí y a él; y por otro lado a Finnick y Annie, es un intento de terapia individual y de pareja.

Él cree que la base de la recuperación de Annie y Peeta, está en Finnick y yo como sus respectivas parejas, aprendamos como comunicarnos entre nosotros y como tratarlos cuando tengan sus crisis.

En ocasiones nos reúne a los cuatro y hacemos terapia grupal. En esos momentos, nos da la libertad de que hablemos de todo lo que nos pasa particularmente y como nos sentimos en relación a nuestras parejas y amigos presentes.

En este momento, Finnick y yo estamos en el comedor almorzando en una mesa, solos, porque nos permitieron venir en horarios diferentes a los demás debido a nuestras situaciones.

−Hablé con los doctores y dijeron que mañana le darán de alta a Annie.

−¿En serio? Es una excelente noticia. ¿Dónde la ubicarán?

−Por ahora en mi compartimento. Dentro de unos días nos llevaran a otro familiar de dos habitaciones, para nosotros y el bebé en camino. Dicen que están amoblados con cama para niños y cuna, incluso. Y según lo que me dijo el doctor, harán lo mismo contigo y con Peeta, no solo porque son pareja y estás embarazada, si no como parte de la terapia, él debe estar cerca de ti.

−¿Te lo dijo?

−Sí, mencionó que las condiciones valen para los cuatro... digo, para los seis serían las mismas. ¿No lo habías pensado?

−La verdad, no. Quiero decir, esperaba que nos pusieran juntos, pero he pasado más tiempo en el hospital en los últimos meses que con mi familia. Y solo me he centrado en Peeta y el bebé. Aparte como no estamos legalmente casados, no estaba segura que decisión tomarían.

−Lo mismo puedo decir de mí. El hospital ha sido como nuestra casa, y hemos dejado de sentirlo como algo extraño y desagradable. Pero me que alegra es que ahora podamos tener algo de intimidad, sin tantos ojos encima nuestro. Ya es hora.

Finnick lleva el vaso a sus labios y toma algunos sorbos, luego se inclina sobre la mesa y sonríe de forma extraña e insinuadora.

−Y tú, Chica en Llamas deberías aprovechar esa convivencia para calentar las cosas con el Chico del Pan, si es que sabes a lo que me refiero.

Me sonrojo y escupo parte del agua que estaba bebiendo, lo que provoca unas cuantas risotadas en Finnick, quien se echa hacia atrás y cubre su boca para tapar sus risas. Le lanzo un pedazo de pan justo en el pecho.

−Tendrías que ver tu cara –sigue riendo–. Eres muy divertida e inocente.

−Si sigues burlándote de mí, será mejor que te asegures de mantenerte lejos la próxima vez que entrenemos juntos. Quien sabe, tal vez podría "errarle" al objetivo de mis flechas.

−No te tengo miedo –contrataca sin dejar de sonreír, encogiéndose de hombros–. Aparte te lo digo como amigo. Peeta ha cambiado mucho, casi es el de antes contigo, se nota que con el veneno ya fuera del cuerpo, tiene menos dudas; pero necesita un pequeño empujoncito, uno que solo tú puedes darle. Vuélvelo loco, que se dé cuenta que no puede vivir sin ti, y entre nosotros, Peeta te desea, pero se contiene. Estoy seguro que también lo quiere.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora