2. Si no fuera por el bebé (Parte IV)

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CAPÍTULO 2: SI NO FUERA POR EL BEBÉ

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-PARTE IV-

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POV PEETA

Caesar y yo hemos sido un equipo natural desde el año pasado. Ahora trato de basarme en esa ventaja para lo que haré.

No me atrevo a mirar a mi Katniss a los ojos, no sé si ella reaccionará bien o mal. Espero que no vuelva a pensar que la hago parecer débil, simplemente quiero hacer todo lo necesario para salvarla. Veo a Katniss de reojo decepcionada porque no la miro, busco su mano y la presiono suavemente y ella se relaja. Podría sonreír si no estuviera tan nervioso.

La primera parte de la entrevista pasa entre el humor y la complicidad que ambos establecimos en todas las entrevistas. Abrimos sin esfuerzo con unos pocos chistes sobre fuegos y plumas y pollos demasiado cocinados. Debo reconocer que me asusta lo que Cinna hizo con el traje de Katniss, ahora Snow no podrá ignorarnos y seguramente también tenga consecuencias sobre Cinna y Portia. Pero pensar en el peligro no es una buena alternativa ahora.

Pero todos pueden ver que estoy preocupado, así que Caesar dirige la conversación directamente a lo que está en mente de todos.

-Así que, Peeta, ¿Cómo te sentiste cuando, después de todo lo que has pasado, te enteraste del Vasallaje de los Veinticinco? –Pregunta Caesar.

-Estaba en shock. Katniss y yo nos estábamos preparando mentalmente para ser mentores y no esperábamos esto. En ese momento, un minuto antes estaba imaginando que vería a Katniss tan hermosa en todos esos vestidos de novia, y al siguiente... -Mi voz se apaga al recordar el dolor que sentí de saber que ella, mi amor, volvería a la arena para posiblemente morir.

-¿Te diste cuenta de que nunca iba a haber una boda? –Pregunta Caesar amablemente.

Hago una larga pausa, considerando seriamente como voy a plantear el tema para que no me falte tiempo. Miro a la audiencia hechizada por mí y seguramente porque esperan que diga algo tan maravillo, después al suelo, después finalmente a Caesar.

-Cuando la persona que amas está en peligro no piensas en esas cosas. Me encontraba en shock y cuando comprendí todo lo que involucraba, sentí miedo y tristeza porque... mi esposa volvería a la arena y yo la seguiría, no pensaba dejarla sola.

-¿Esposa? –Pregunta Caesar cayendo justo a esa palabra que yo deseaba, simulando que fue espontanea y que apenas fui consciente de haberla dicho, cuando en realidad la dije adrede. El público reacciona una vez que la información es procesada y me doy cuenta que logré captar la atención de ellos de una forma más intensa y curiosa.

-Caesar, ¿crees que nuestros amigos podrán guardar un secreto? –Pregunto en tono confidencial.

Una risa incomoda emana del público. No tiene sentido decir eso cuando está siendo transmitido en televisión nacional, pero rompe la tensión por unos instantes.

-Estoy bastante seguro. –Dice Caesar.

Perdóname, Katniss. Pienso con un suspiro corto.

-Ya estamos casados. –Digo en voz baja.

Es mentira, pero deseo tanto que sea verdad. Pero sería muy egoísta de mí parte incluso hacer la ceremonia de tueste. Por un momento, pienso en su "te amo" y todas las veces que hicimos el amor. Mi lado sentimental me dice que ella aceptaría, mi lado racional, me dice lo egoísta que sería de proponerle casarnos hoy, porque pretendo que regrese con vida y no quiero atarla a mí, después que yo parta me gustaría que ella tuviera la oportunidad de elegir con quien tener ese momento tan simbólico, importante e único.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora