3. El Tueste

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CAPÍTULO 3: EL TUESTE

POV PEETA

Katniss se niega a soltarme cuando llegamos al pasillo de nuestras habitaciones luego de despedirnos de Haymitch, aunque intento convencerla de que volveré con ella tras cambiarme de ropa y desmaquillarme, su respuesta corporal es mirarme asustada.

−No, puedes bañarte aquí. Todavía hay ropa tuya dentro. No necesitas volver a tu habitación.

−Solo quería ahorrar tiempo.

−Y yo no quiero que te alejes. ¡Podrían cerrar las puertas desde fuera y separarnos! –contesta apresuradamente.

A pesar lo improbable que es eso, hay algo divertido en la situación que me hace sonreír de inmediato. Ella no quiere que la deje sola esta noche.

−No planeaba hacerlo –le aseguro rompiendo la distancia entre nuestros cuerpos y guiándola para atrás hasta que su espalda roza la pared y puedo tener un mejor acceso a sus labios.

El olor a humo aún golpea mi nariz y no me importa en lo absoluto. No sé cómo hicieron Cinna, y seguramente Portia, para destruir su hermoso vestido de novia, sin dañar el de abajo, ni quemarla a Katniss, pero definitivamente merecen un reconocimiento por ello. A pesar de la preocupación que siento por ellos, en este momento no permito que el miedo por lo que pueda pasarles arruine mi última noche con mi prometida. No ahora que lo único quiero experimentar un poco más de lo que hemos tenido estos últimos días.

Atrapo sus labios entre los míos, y ella me corresponde de inmediato cerrando sus ojos y rodeándome la espalda con sus brazos, negándose a dejarme ir. El beso se profundiza y el calor se hace más intenso a lo largo de mi cuerpo, cuando eso sucede, yo suelto su cuello y con los ojos aún cerrados le pido que entremos, porque sé que pueden haber cámaras aquí en los pasillos y no quiero que vean nada de lo que ambos realmente queremos hacer. No tendrán más que esta evidente insinuación de nuestra parte.

Katniss toma eso como un sí y me arrastra a su habitación de inmediato antes de que cambie de opinión dejando atrás una estatua de Adonis y Afrodita que forma parte del decorado del elegante pasillo color marfil. Panem tiene realmente una atadura casi invisible con las tradiciones y mitologías del Viejo Mundo, en especial con el mundo greco latino, y eso en el Capitolio es aún más evidente, en las construcciones, las estatuas, los cuadros, las tradiciones y los nombres de las personas. Incluso yo tuve que pintar algunos cuadros para vender a gente del Capitolio a pedido desde que vieron mis obras en televisión, algunos retratos hechos luego de observar muchas de las fotos que me enviaban por correo, paisajes de Panem, y algunos más clásicos que representaban eventos mitológicos importantes. Gané bastante dinero por mi cuenta gracias a eso, todos querían alguna obra de arte del vencedor más reciente, que parecía tener un futuro brillante en el área artística. Futuro artístico que ya no tendré porque moriré en pocos días.

Adentro no continuamos de inmediato con lo dejamos inconcluso en el pasillo. Nos turnamos para desmaquillarnos y bañarnos en su baño que por algún motivo uno de los avox dejó preparado para nosotros. Yo escojo la ducha para dejarle la bañera llena de sales de baño y espuma a ella. Pienso que será más eficaz para que pueda quitarse todo el olor a humo de cuerpo y del cabello.

−Usa la bañera –le digo cuando salgo del baño y la encuentro con una bata que reemplaza su vestido y su cabello suelto con leves ondas formadas por una buclera a calor. Tan pronto como su cabello toque el agua y éste se seque volverá a su lacio habitual, a diferencia del mío que ya no se verá tan prolijo por sus ondulaciones naturales. Ondulaciones de las que no me quejo, debido a que Katniss parece tener una obsesión casi absurdamente divertida y tranquilizadora con mi cabello.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora