64. Amigas

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CAPÍTULO 64: AMIGAS

POV KATNISS

Luego de pasar casi toda la mañana con Odair y Cresta trasladando regalos de bienvenida, muebles y pertenencias nuestras de un apartamento a otro, los chicos quedan tan agotados que deciden de mutuo acuerdo, llevarnos al comedor para almorzar para luego seguir trabajando. Ellos nos sobreprotegen tanto que casi no dejan que los ayudemos, aludiendo a que ambas tenemos embarazos complicados. Annie y yo los miramos molestas y malhumoradas todo el rato desde el sofá o la mesa del living, por tratarnos como si estuviéramos invalidas, pero ellos nos ignoran campalmente y siguen con lo suyo, gastándose bromas entre sí como si fueran amigos de toda la vida o hermanos separados al nacer que se encuentran después de años y sienten ese vínculo inquebrantable.

En cierto momento, Annie me dice que está cansada de ver esa repetitiva escena, sin ser partícipe de ella y que quiere que la ayude con algo en su habitación. Ella cierra la puerta para que no nos interrumpan y empieza a guardar la ropa limpia y planchada en el vestidor.

−Cada vez que los veo juntos no sé quién influencia a quien.

Comento mientras le paso la ropa y la voy guardando en los lugares del ropero que ella me indica. Hay de todo: camisas, blusas, pantalones, vestidos, faldas, poleras y ropa interior de Annie; de Finnick el tipo de vestimenta se reduce a camisas, playeras, pantalones, musculosas térmicas que todos usamos debajo del traje del trece para mantener la temperatura, varias partes de su uniforme y más ropa interior.

−Finn y Peeta están cortados por la misma tijera, Kat. Por eso se entienden tanto. Supongo que es bueno ambos se tengan mutuamente. Se han vuelvo buenos amigos en poco tiempo, lo cual es increíble. Finn puede mantener un trato divertido y cordial con todo el mundo, hasta con las personas que detesta, pero son muy pocas aquellas a las que de verdad aprecia. Tú y Peeta entran ese paquete de sus personas favoritas –responde alegre.

Ella guarda la ropa interior o pantalones cortos de ambos en dos cajones de extremos opuestos, debajo de cada uno de esos cajones guarda las medias de ambos, por momento le cuenta distinguir a quien de los dos les pertenecen los pares que son muy similares y solo varían en tamaño. Por otro lado, deja en los costados de cada cajón las que no tienen compañeras.

−Esto me estresa. Bueno, ya luego las encontraré, deben seguir en el canasto de ropa para lavar. Sigamos –dice Annie cuando está por terminar.

Yo saco todas las perchas que cuelgan vacías en el vestidor y las tiro en la cama de ellos para empezar a colgar las camisas, camperas finas y pantalones de Finnick de forma ordenada. Mientras ella se ocupa de hacer lo mismo con su propia ropa.

La terea se vuelve más ligera y rápida porque nos dividimos. No sé cómo ella colgaba sus vestidos y tenía miedo de arrugárselos. Me parecía más simple concentrarme en los outfits de dos piezas. Pero la miro de reojo y tomo nota de como lo hace para poder colaborar en el futuro.

Los dos tienen su espacio en el vestidor, la pared derecha ocupa el de ella; y la izquierda la de Finnick. Sin embargo, es un espacio lo suficientemente amplio como para que cuatro personas estén paradas en línea sin sentirse asfixiadas. Parece cómodo para vestirse y guardar mucha ropa. Con Peeta ni siquiera hemos podido ver nuestro vestidor, aunque debe ser similar.

−Más tarde quiero que traigas tu maleta y la de Peeta, quiero ver si alguna de ellas necesita limpieza o simplemente un planchado.

−Él es muy cuidadoso con sus prendas. Aunque puede que de Peeta haya mucha ropa para lavar, no sé. Cuando fui a su casa agarré todo lo que más pude de su armario sin fijarme demasiado en su estado. Aunque es una persona tan pulcra que dudo que mezcle todo en su armario.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora