VOLVIENDO A TI (Everlark)

30

CAPÍTULO 30: SECRETO

POV KATNISS

Peeta me dejo recostarme sobre él. Él está en la punta con las piernas en el sofá y yo apoyando gran parte de mi cuerpo en el suyo. Sigo llorando y él me abraza desde atrás intentando calmarme como siempre.

-Sé que no te le he dicho mucho, pero te amo, eres mi vida y si tú no estuvieras aquí conmigo justo ahora, no sé qué haría. –Confieso. –No soy tan fuerte Peeta, soy muy débil aunque casi nadie lo crea.

-Lo sé. Te he seguido los pasos desde pequeño. Pero ¿sabes algo? Todos tenemos un punto débil en el fondo. Algunos lo demostramos, otros no. Tú no soportas perder a las personas que amas, y yo tampoco.

-¿Sabes cómo me sentí cuando creí que habías muerto en la arena? Quería suicidarme, lo intenté y no lo logré. Me sentí revitalizado cuando semanas después Snow me dijo antes de la entrevista que habías sobrevivido y comencé a luchar. Cuando me dijiste que mis padres y hermanos murieron, cuando vi a Portia morir… quedé destrozado… creo que nunca lo superaré pero trato de vivir con ese dolor y estar mejor para ti y ahora para el bebé. Tú debes hacer lo mismo. Vas a tener un hijo, él te necesita entera y yo no los dejaré. Volví del infierno en la tierra, aunque algo incompleto.

-Eso es mejor que nada. –Respondo.

-¿Eso crees? –Responde dedicándome una media sonrisa.

-Completamente.

-¿Ya estás más tranquila? Necesito que me respondas otras preguntas.

Asiento y lo dejo hablar.

-Lo que dijiste de Coin sobre que te ocultó el embarazo… ¿Por qué lo haría? ¿Qué sentido tiene?

-De haber sabido que estaba embarazada, no habría hecho todo lo que hice, no hubiera expuesto a mi hijo a ningún peligro. Ninguna madre lo haría. Tal vez, creyó más conveniente que yo lo ignorara, me expusiera sin temor alguno a cosas peligrosas y viajes por Panem, y si he llegado a considerar la posibilidad de que ella hubiera preferido que perdiera a mi bebé. Porque un Sinsajo en la dulce espera, no le hubiera servido de mucho. Me recuerda tanto a Snow, salvo que hasta él me hubiera advertido de mi embarazo, él nunca me mintió, siempre fue directo y sincero por más crueldad que demostrara. La presidenta del Trece en cambio, me temo que dice más mentiras que verdades. No es lo que aparenta.

-¿Y qué haces ayudando al Trece entonces?

-No los ayudo, sólo sigo sus órdenes porque de esa forma tú y los demás están a salvo. Colaboré con la causa por ti, ese era mi pase para recuperarte.

-¿Te tenían amenazada? –Dice furioso mirándome a los ojos.

-Me tenían atada de pies y manos, aunque no de forma literal. Si quería que te rescataran debía grabar propos y ser el Sinsajo, Coin me odia desde el principio lo sé, ella te quería a ti para mi puesto y que tú no fueras rescatado no lo tomó bien.

-¿Yo? ¿Es broma, Kat?

-Eres bueno con las palabras, Peeta. Ya te lo he dicho, movilizas a todos, eres capaz de hacer que cualquier persona confíe en ti y te siga. Eras el indicado, no me extrañaría que la vacante siga libre cuando te recuperes.

-Pero no quiero apoyarlos, no si te hicieron todo lo que dices a ti. Tampoco me gusta que tú sigas bajo sus órdenes. Podrías haber perdido a nuestro hijo y a la presidenta no le importó. Es imposible que ella no se haya enterado de eso con tantos médicos atendiéndote. ¿Cómo puede ser que Prim y tu madre no lo hayan sabido?

-Lo mantuvieron en secreto, ellas no sabian nada hasta que empezaron a sospechar por mis síntomas.

-¿Y se lo tomaron bien? ¿Corro riesgo de que tu madre me mate?