CAPÍTULO 8: SUEÑOS Y PESADILLAS
POV KATNISS
...
-PARTE II-
...
-No quiero tener un bebé. Nunca quise ser madre.
-¿Estás diciendo que te querrías deshacer del bebé?
-¡No! –Respondo asustada. –No estoy queriendo decir eso. No soy un monstruo que mataría la vida de un ser inocente. –Digo aterrada y molesta por esa suposición.
-Está bien. No quería que te enojaras. Quería comprender la situación. Continua.
-Si fuera madre no podría hacerlo sin Peeta. Tengo miedo de que mi esposo muera y... un bebé no es una buena idea en este momento con su vida pendiendo de un hilo y la rebelión desatándose a nuestro alrededor.
-Katniss, si confirmas tu embarazo. No hay vuelta atrás ¿lo sabes?
-Por supuesto que sí. Pero estoy aterrada.
-Tú lo amas. –Me dice Finnick repentinamente.
Siento mis mejillas arder. Los latidos de mi corazón se vuelven irregulares.
-Como yo amo a Annie. –Agrega, para aclararme lo que él ve en mi rostro como una duda.
-Eso ya te lo dije. –Ambos nos miramos a los ojos.
-Lo sé. Sólo que antes de conocerlos personalmente no creí que fuera verdad de tu parte. Estaba equivocado. Lo veo cada día en ti. Te preocupas y sueñas constantemente con él, te he escuchado cuando hemos estado internados juntos, hablas en sueños y a veces no parecen pesadillas. Lo nombras aún inconscientemente. Eres más cerrada, pero con Peeta te abres, hasta sonríes. La forma en que lo mirabas en la arena de Vasallaje y lo besabas casi todo el tiempo... Cualquier persona que te observará y conociera más a fondo se da cuenta de eso. Él te importa, y lo amas. Lamento no haber creído en su relación.
-Pero no estabas tan equivocado. Yo lo amaba, pero me negué a reconocerlo mucho tiempo. Estuvimos seis meses sin hablarnos, hasta la Gira de la Victoria. Fue ahí donde nuestra relación cambió. Por esos meses fuimos como novios, dormíamos juntos, nos besábamos sin planearlo muchas veces, no me molestaba tener que casarme con él. Sentía que no lo merecía, sin embargo lo quería a mí lado todo el tiempo. Él se convirtió en mi todo lentamente desde los once años. Hasta que me permití examinar mis sentimientos, demostrarle que amo y decírselo cuando fuimos al Capitolio. Pero ya estábamos a punto de morir. Eso creía yo. Tenía la esperanza de salvarlo y viceversa. Ambos somos igual de tercos en ese aspecto.
Empiezo a llorar.
-A veces no sabemos lo que tenemos hasta que lo estamos a punto de perder.
-Así es y por eso me arrepiento de no haberle dicho más veces "te amo". Me arrepiento de engañar a mi mente diciéndome que nuestra relación era una farsa en los primeros juegos cuando fue lo más real que tuve en toda mi vida, porque desde ese primer beso que nos dimos sentí algo que hasta hoy es imposible describir con palabras. Porque siempre fue él. Nos amábamos pero fui muy estúpida y en vez de ser feliz con él durante el último año, lo alejé de mí durante meses. Me arrepiento de no haber aceptado mi amor hacia él antes y habérselo demostrado. Porque a pesar de que lo lastimará con mis dudas, Peeta siempre estuvo a mi lado apoyándome, protegiéndome y amándome como sólo él sabe hacerlo. Es tan especial que sé que nunca existirá nadie así. Él es todo lo que amo, anhelo y necesito en mi vida, y lo perdí. ¿Sabes que nos dijimos en los votos? –Finnick me mira pidiendo que continúe. –Nos prometimos sin importar lo que pasara, nada nos separaría y que estaríamos juntos por toda la eternidad. Y rompimos esa promesa. No pude, ni puedo protegerlo. Le fallé como aliada, amiga, esposa y de todas las formas existentes.
-Katniss, el amor de ustedes todavía no acaba, ni acabará. Te juro que Peeta estará a salvo de nuevo contigo y tendrán toda la vida por delante. –Como no lo miro, levanta mi rostro desde la barbilla o me obliga a clavar mi mirada en la suya y deja caer su mano cuando se asegura que tiene toda mi atención. –Podrán tener a sus hijos en un mundo libre cuando esta guerra acabe. Y se ve que te aterra pensar en bebés, pero ¿no te hace ilusión en el fondo tener un hijo suyo?
En este momento en lo único que puedo pensar es en el Presidente Snow torturando a mi esposo, matándolo. Sin embargo una pequeña parte de mi cerebro registra la imagen de un niño con ojos azules y cabello rubio cenizo, de rasgos delicados, casi angelicales. Un pequeño Peeta, idéntico al de las fotos que él me mostró de su niñez uno de esos tantos días que pasé en su casa durante cenas, almuerzos o meriendas. Eran citas. No se podía decir que eran juntadas de amigos, porque varias veces acabábamos besándonos y durmiendo juntos. Nunca quise decirle a Peeta sobre mi miedo de ser madre, sentía que si se lo decía lo iba a lastimar. Cada vez que él me observaba con tanto amor, pensaba que dentro de su mente él tenía la esperanza de un futuro juntos con muchos hijos, y no estaba dispuesta a darle eso último. Aunque Finnick tiene razón, si confirmo mi embarazo no hay vuelta atrás. Ese bebé que viene a mi mente tal vez ya sea real. Me sorprendo a mi misma llevando la mano a mi vientre.
-Peeta sería un excelente padre. –Digo. –Y sin duda de escoger uno para un hijo mío, él sería la única opción. Cuidaría y amaría al bebé más que a nada en el mundo. Le daría tanto amor como el que me demuestra a mí y lo mantendría a salvo de todo. Y si yo entro en pánico, Peeta encontraría la forma de calmarme y decirme que nada nos pasará mientras nos cuidemos como familia.
-¿Entonces?
-En el fondo creo que sería hermoso tener un hijo suyo, uno que sea como nosotros dos aunque prefiero que se parezca al padre. Peeta estaría feliz.
-¿Y tú?
-Me sentiría feliz si tuviera a mis hijos y a Peeta a mi lado, a salvo y donde pueda protegerlos.
-Ya hablas como una madre, además de esposa. Peeta volverá contigo. Y entonces verás esto como un mal sueño que terminó y podrán ser felices.
-¿También piensas que volverás a ver a Annie?
-La esperanza es lo último que muere. afirma.
-Me gustaría creerte, aunque es difícil después de lo sucedido hoy.
-Lo que dije antes de que es preferible que Peeta y Annie estén muertos y que nosotros lo estemos también. Lo siento. No debí decirlo, pero estaba deprimido, no pensaba con claridad. Ahora quiero que vuelvan con vida, quiero recuperar a Annie y sacarla de ese infierno. Si ella muere, no me queda nada.
-Si él muere, tampoco me queda nada. Parece como si cada paso que diéramos nos alejáramos más de las personas que amamos.
-Odio tener que darte la razón. Sin embargo, trato de pensar en positivo.
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VOLVIENDO A TI (Everlark)
FanficUniverso alterno de En Llamas y Sinsajo. La relación de Peeta y Katniss fue muy diferente desde el momento que volvieron de la Gira de la Victoria, ellos se empezaron a acercar mucho más, volviendo su "amistad" más confusa. Se casaron en secreto...