43. Cambios

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CAPÍTULO 43: CAMBIOS

POV FINNICK

-¡Peeta! Peeta, despierta, por favor -tan pronto como supe de la noticia, quise venir rápido a avisarle.

Él les hizo caso a las Everdeen, ya que por las noches no pasaba tiempo con Katniss. Solo dormía en su propia habitación del hospital en la noche, tomaba sus medicinas y se alimentaba bien durante todo el día. Estaba decidido a empezar ese riesgoso procedimiento con tal de recuperarse, lo que resultaba muy valiente de su parte.

Pero él parece estar profundamente dormido, casi no ha dormido en la última semana por cuidar de su esposa.

Toco sus hombros y lo sacudo mientras lo llamo y eso parece hacerlo reaccionar. Él mismo me dijo que no importaba que estuviera ocupado o durmiendo, le avisaramos tan pronto como supiéramos algo.

Abre sus ojos con lentitud, hasta que fija su mirada en mí, para luego volver a cerrar un poco los ojos.

-¿Finnick? Buenos días.

-Buenos días -sonrío y me siento en una silla cerca de él, esperando a que despierte por completo para seguir hablando. Se sienta en la cama, apoyando la cabeza en el respaldo y mira para todos lados, antes de volver su atención a mí. -Lamento haberte despertado así, pero es importante.

-Está bien, yo te lo pedí. ¿Qué es importante?

-Katniss, ella despertó. Escuché a las enfermeras hablar y vine tan pronto como terminaron de controlar a Annie.

-¿Hablas en serio, Finn?

Su rostro por primera vez en días se lleno de vida y felicidad.

-Sí, deberíamos ir a verla.

-¿Cuándo fue eso?

-No lo sé, pero debió ser hace un rato, en caso contrario, hubiera venido Prim a avisarte.

-Vamos -él se pone de pie y toma una chaqueta liviana apoyada detrás de la silla en la que estoy sentado. Y solo se dirige el baño para cambiarse rápidamente de ropa y peinarse.

Ambos salimos por la puerta y nos dirigimos al área de Katniss, donde encontramos a Haymitch mirando a través del vidrio a su madre junto a otras enfermeras atendiéndola.

-¿Qué haces aquí, Haymitch? -pregunta Peeta.

-Yo estaba con Katniss cuando ella despertó ¿Cómo se enteraron ustedes? Pensaba ir a buscarlos en un rato, luego de asegurarme que ella estuviera bien.

-Escuché a las enfermeras hablando entre susurros sobre el Sinsajo y les pregunté qué había pasado, confirmándome que ella había salido de este estado y la estaban controlando en este momento.

-¿Pasaste la noche cuidando a Katniss? -pregunta Peeta.

-Así es, chico. Su familia tuvo que cubrir turnos en otras áreas.

-Entonces, dinos que pasó.

-Hace media hora aproximadamente, mientras velaba por ella empecé a escuchar ruidos poco habituales, era ella tratando de hablar, pero no se le entendía nada y cuando la miré empezó a moverse. Tomé su mano, y le hablé para tranquilizarla y para que centrara su atención en mí. Me tomó un tiempo calmarla y toque de inmediato el botón de emergencia para que vinieran a verla. Las enfermeras me echaron de la habitación. Todavía no sé qué pasa, pero Katniss parece muy confundida. Eso sí, decía tu nombre, Peeta y quería saber dónde estabas. No supe que decirle, salvo que estabas bien. Katniss probablemente no recuerde nada de lo que la llevó a esta situación. Puede que las memorias vuelvan con el paso horas o días. Es mejor si evitamos hablar del secuestro de Peeta y su intento de suicidio mientras ella no lo mencione.

-Preguntó por mí -murmura, mientras observa lo que sucede dentro. Pero hay muchas personas alrededor de Katniss y una cortina de tela que rodea la cama y nos impide verla desde fuera. -¿Dijo algo más, Haymitch? ¿Recuerda lo que pasó?

-No lo creo, porque mencionó que debíamos rescatarte y que estabas en el Capitolio.

-Entonces, tal vez acepte hablar conmigo un rato.

Haymitch y yo nos quedamos más atrás para darle más espacio a Peeta, e intercambiamos miradas. Ambos sabemos que Katniss tan pronto como recuerde todo lo que dijo el doctor, va a evitar a Peeta.

-No importa. Al menos ahora ella está consciente y nuestro bebé está sano. Me siento más tranquilo.

-Debes darle tiempo, chico -Haymitch trata de tranquilizarlo. -Sabes lo terca que puede llegar a ser, pero luego termina entendiendo las cosas.

Justo en ese momento todas las enfermeras empiezan a ir saliendo una por una excepto su madre quien le hace una señal a Peeta para que entre cuando se queda sola.

Antes de que entre por la puerta, me paro frente a Peeta y apoyo mis manos en sus hombros en señal de apoyo.

-Sea lo que sea lo que ella te diga dentro, no olvides lo que te dije. Debes ser fuerte y no rendirte.

Peeta me dedica una sonrisa, a pesar de que estar derramando lágrimas de ¿felicidad? ¿tristeza? ¿preocupación? Su mente debe ser un lío justo ahora.

-No hables de nada, a menos que te lo mencione directamente.

Él asiente

-Lo sé. Gracias, Finn.

Agarra el pomo de la puerta y cierra los ojos respirando hondo antes de tranquilizarse y entrar.

-¿Qué piensas? -le pregunto a Haymitch cuando Peeta ya está dentro y no puede escucharnos.

-No sé, pero espero que no salgan más heridos de lo que están. Las reacciones de Peeta suelen bastante predecibles la mayor parte del tiempo, al contrario de las de Katniss... que espero que no reaccione de forma negativa al verlo.

-¿Debimos detenerlo?

-No, es mejor que hablen ahora. Como dije, no recuerda cómo llegó al hospital. Tal vez en el poco tiempo que dure esto, se acerquen. Además, Katniss estaba bastante desesperada por verlo cuando despertó. Su madre no hubiera invitado a Peeta, si no fuera así.

-Probablemente tengas razón.

-Mientras tanto, nos quedaremos aquí -afirma. -Si sucede algo, entramos.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora