41. PROBLEMAS

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CAPÍTULO 41: PROBLEMAS

POV PEETA

Los días van transcurriendo sin muchos cambios sobre el estado de Katniss. Entre su madre, Prim y yo nos turnamos para cuidarla, pero ellas están trabajando y estudiando, lo que limita sus tiempos. La mayor parte del día estoy con ella, al igual que algunas noches. A veces, me veo obligado a ausentarme para que me realicen estudios o la citas con el Doctor Aurelius.

Pero cuando salgo de mi cita con el psiquiatra, me encuentro a Prim peleando con alguien en la puerta de la habitación de Katniss, me toma unos minutos y estar más cerca reconocer que es. Gale. Hubiera deseado no encontrármelo hasta dentro de unas semanas. ¿Qué hace el aquí sin autorización?

Lo que dijo Finnick trae a mi mente una furia casi desconocida para mí. Y cuando escucho que están discutiendo por Katniss, no logro controlarme.

-No puedes estar aquí –digo en tono duro al interponerme protectoramente delante de Prim. Pero cuando le hablo a ella suavizo el tono –Vete, Prim. O al menos, aléjate. Yo lo resolveré.

-No, no te dejaré. La que está dentro también es mi hermana.

-Ve con ella. No pasará de esa puerta, te lo prometo. Solo coloca el seguro desde dentro.

-Supo sobre el embarazo –me advierte antes de obedecerme.

Eso explica bastante su reacción. Se acaba de enterar sobre nuestro bebé.

Prim con cierta inseguridad y sin perderme de vista ingresa a la habitación para acompañar a su hermana, la cierro tan pronto como ella pasa y ella le pone seguro a la puerta.

-Nos volvemos a ver –digo.

-Desgraciadamente.

Sonrío con un poco de ironía.

-Seguro hubieras preferido que estuviera muerto. Pero, al parecer el Presidente Snow no oyó tus plegarias, y permitió que volviera a Katniss. ¿Qué haces aquí?

-¿Qué haces tú aquí después de todo lo que hiciste a Katniss?

-Lo que le hice... ¿Hablas en serio, Gale?

-La enamoraste, la embarazaste, e incluso, se trató de matar por tu culpa. Ahora todos dicen que no la amas. ¿Por qué no simplemente desapareces de su vida y dejas de arruinarsela?

-Para dejarte el camino libre a ti ¿no? –trato de adivinar su motivación–. Olvídalo. No importa lo que pase, no importa lo que me hicieron en el Capitolio. Nos pertenecemos el uno al otro, no podrás cambiar eso. Katniss es mi familia ahora y ese bebé es mi hijo, no el tuyo.

A pasar de que me haya afectado que diga que es mi culpa que ella haya hecho eso, trato de no demostrarlo.

¿Qué me dijo Finnick hace unos días? Algo sobre que toma diez veces más tiempo ponerse de pie, y solo unos segundos desmoronarse. Y no me puedo desmoronar, porque aún tengo personas que me quieren y necesitan. Si Katniss no es lo suficientemente fuerte para soportar este golpe, debo ser yo quien ponga la fuerza por ambos, hasta que ella lo acepte y decida luchar junto a mí.

Gale me insulta nuevamente por el embarazo e intenta golpearme pero lo esquivo, lo bloqueo y luego de unos otros intentos de su parte, tomo su brazo con fuerza inmovilizándolo y lo golpeo en la mandíbula, él se queda aturdido por unos segundos, desestabilizándolo, no lo suficiente para noquearlo o hacerlo caer, pero si para ganar un poco más de tiempo. Gale busca apoyarse en la pared y sostiene su mandíbula como si le doliera. Aunque por mi parte también siento un dolor palpitante en la mejilla, anticipando otro moretón.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora