38. Decisiones

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CAPÍTULO 38: DECISIONES

POV PEETA

-¡Me deben dejar entrar! –les grito a los enfermeros que se acercaron donde Finnick y yo estábamos después que se niegan a dejarme verla por las buenas.

-Solo los doctores y nosotros podemos entrar. A excepción de su familia.

-¡Yo soy su esposo!

-Eso no nos consta en los registros. La señorita Everdeen no lleva su apellido legalmente –dice uno de los enfermeros.

-Me da igual lo que ustedes crean, nosotros nos casamos con una ceremonia mucho más significativa que la que podría darnos un papel. La que está ahí es mi esposa y necesito verla. ¡Tengo derechos!

-Señor Mellark, si sigue gritando deberemos sedarlo y encerrarlo en su habitación. A usted no se le ha dado de alta aún.

-No dejaré que me vuelvan a sedar hasta que ella se recuperé. ¡Se los prohíbo!

No quiero que me seden y luego al despertar descubrir que ella ha muerto y ni siquiera pude despedirme y prometerle que estaría con ella pronto aún en la muerte.

No quiero que la maten, y yo no confío en nadie más que en Finnick, y la familia de Katniss. Coin podría matarla si quisiera y nadie sospecharía que fue intencional. Ni siquiera conozco a esa mujer y me da mala espina.

Recuerdo lo que mi ex mentor dijo, sobre que la presidenta del Trece me quería a mí para liderar la rebelión y no le importaba si Katniss moría, o vivía. Y después de todo lo que supe... ¿cómo puedo relajarme y confiar en esa mujer? Puede ser que apenas llegó Katniss aquí no sabían del embarazo, pero después de tantos síntomas y estudios posteriores, que la madre de Katniss asegura que por lo que se enteraban parecían ser específicos para una mujer embarazada, los resultados de esos estudios no aparecen en la registros de la ficha médica virtual de Katniss. Prim también asegura que eso es ilegal, porque dentro de los temas que les enseñan a los futuros médicos como ella, le dijeron que todo debe ser registrado automáticamente en el sistema. Han registrado menos estudios de los que en realidad las Everdeen, saben que le practicaron, o tal vez los archivaron en otra ubicación del sistema de modo secreto y exclusivo, de nulo acceso para gente externa a la que no quieren que les llegue la información.

-Entonces váyase junto al señor Odair. No podemos romper las reglas, ni siquiera por un vencedor.

-¡Hablaré con la presidenta Coin! Esto no se quedará así. Ahora me voy, pero... -miro a través del vidrio que me separa de Katniss-. olveré.

Volveré contigo sin importar nada.

Finnick me empuja levemente de la espalda para que nos vayamos.

-Será mejor que lo dejes así, por ahora –me dice.

Asiento y lo sigo, como ya estoy mejor, Finnick no me lleva en la silla de ruedas.

-¿Cuál será el próximo paso, Peeta?

-Llévame a la sala de comando o a donde sea que se encuentre la Presidente del Trece. No tiene sentido aplazar más el inevitable encuentro.

-¿Estás seguro? ¿No prefieres descansar y pensar como la enfrentarás? Es una mujer muy desagradable.

-Yo sé cómo tratar con esa gente –contesto y le pido nuevamente que me guíe.

Los soldados que están en la entrada custodiando el lugar, nos detienen.

-¿A dónde piensan ir?

-Pensaba llevar a mi amigo a dar un paseo.

-Nadie le ha dado permiso para salir.

-¿Tienen una idea quien es él?

Miro a Finnick para arriba, ya que él me obligo a sentarme en la silla de ruedas solo para que creyeran que aún no me siento bien.

-Es uno de los símbolos de la rebelión. Su prometida está en terapia intensiva y no se siente bien, pensé que despejarse y conocer el lugar le vendría bien. Y si no les importa, tenemos un asunto oficial que tratar con la Presidenta. Así que si desean sernos de utilidad, podrían avisarle que nosotros queremos hablar con ella. Es un asunto de vida o muerte y muy urgente. No podemos esperar.

Los dos soldados se miran y hablan por medio de los intercomunicadores con alguien. No podemos escuchar las respuestas de la persona porque las reciben por medio de auriculares diminutos que tienen en sus oídos.

-Está bien, Presidente. Les pasaremos el mensaje.

-Pueden salir, pero con una condición, serán custodiados. En cualquier momento vendrá alguien para acompañarlos.

Sonrío levemente en vez de sentirme nervioso, siento que mis energías se renovaron, aún tengo personas por las que luchar y no me rendiré hasta asegurarme de mantenerlas protegidas. Katniss saldrá de está, como salió a flote durante toda su vida ante las adversidades, y yo estaré junto a ella, porque le haré entender que sin importar lo que Snow me haga, ella siempre será mi Katniss, mi guía y ahora la madre de mi bebé.

Finnick tiene razon, tal vez al fin y al cabo yo sea el más fuerte de ambos, porque Katniss actúa por impulso y es valiente, pero más allá de su coraza protectora, es más inestable y débil de lo que aparenta, porque su vida no fue fácil. Recuerdo cuando me dijo una de las últimas noches antes del Vasallaje que solo conmigo se abría desde lo más profundo y se permitía llorar, porque solo yo conocía sus dolores y todas tragedias de su vida, porque la amaba y ella sabía que no la iba a juzgar por mostrar su lado más emotivo. Solo le bastó saber lo que me hizo Snow para terminar por romperse e intentar acabar con su vida. Yo también estoy roto, pero sé que Katniss me necesitará y no puedo bajar los brazos ahora.

No puedo rendirme, ni doblegarme a la voluntad de nadie ahora, debo superarlo, debo luchar por volver a ser el de siempre, por ella y por mí. No puedo permitir que Snow gané la batalla, ya nos hirió lo suficiente a ambos durante un año.

Simplemente no lo permitiré.

Por ahora espero resolver algunos problemas con Alma Coin, de manera de poder quitarle cierta carga de los hombros a Katniss, es lo mínimo que puedo hacer por ella, después de todos los sacrificios que hizo por mí estos últimos meses y todo su sufrimiento.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora