68. Mentiras

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CAPÍTULO 68: MENTIRAS

POV PEETA

En la mañana siguiente, soy el primero en levantarme, aunque a decir verdad no he podido dormir mucho por culpa de todo lo sucedido en el invernadero con la señora Snow. Verla en estas circunstancias fue chocante, y saber que está en el Trece me trajo intranquilidad, porque ahora mismo el Presidente debe estar desesperado tratando de encontrar una forma de recuperar a su esposa, si es que todavía está viva; con aún más fiereza que los intentos de Lucy Snow por salir del distrito rebelde sin que sospechen de ella. Sin embargo, puede que sea algo positivo por el momento, ya que él no volverá a atacar este distrito mientras su esposa esté secuestrada aquí.

Preparo el desayuno para Katniss, porque yo planeo ir a ver a Haymitch para hablar antes del entrenamiento. De repente, las palabras de Lucy regresan a mi mente y decido seguir su consejo. Katniss quedó fascinada con las flores el día anterior. Sonrió como no lo hizo en meses y corrió hacia mí para abrazarme y besarme tiernamente. Se quedó al menos una hora o dos con las flores en su regazo mientras estaba acurrucada junto a mí y olía las flores cada tanto luciendo adorable e inocente. Si hubiera sido por mí, no hubiera cortado flores, al menos no más de dos, porque no sabía si estaba prohibido o no, y lo último que quiero es meterme en problemas cuando apenas comienzo a involucrarme con los rebeldes. Pero, ahora que sé que no lo prohíben, al menos una vez a la semana traeré un ramo de flores para ella y para impregnar nuestro hogar con sus aromas.

De la docena de flores que me entregó Lucy, tomó seis de ellas, las que posiblemente duren menos tiempo en los floreros y las llevo al baño conmigo.

Lleno la bañera hasta poco más de la mitad y empiezo a buscar entre los productos de baño, las sales marinas coloridas que sé que he visto en algún lado, también una esponja nueva y un jabón líquido con aroma floral. Leo las indicaciones para usar las sales y encuentro de varios tipos, las botellas gigantes con sales y unas llamadas bombas de baño. Lo último me suena curioso por lo que simplemente tomó una de esas bolas de varios colores rosas combinados. Controlo la temperatura del agua para que no esté demasiado caliente y cuando se llena un poco más tiro la bola y admiro el efecto efervescente del mismo, hasta que el agua se tiñe de un delicado rosa bebé espumoso. Espero a que el proceso termine para lanzar en diferentes sitios los pétalos de las flores que voy arrancando. Pétalos de girasoles, margaritas, claveles, pequeñas florecillas enteras de geranios y una rosa roja están desperdigados en la superficie del agua creando un hermoso arcoíris primaveral. Estoy seguro que hará sentir bien por un rato. La bañera blanca teñida de rosa con flores tan diversas contrasta fuertemente con los colores oscuros y neutros del baño.

Alguien entra donde estoy justo en ese momento y me giro a mirar. Katniss con el cabello desordenado y con aspecto de acabar de despertarse me mira confundida mientras yo estoy sentado junto a la bañera. En la parte superior esperando que terminé de llenarse lo suficiente.

−Peeta ¿qué es esto?

−Acércate a ver –le digo.

Ella obedece y cuando se da lo que hice para ella sus ojos se abren mucho más.

−Una persona me dijo que esto podía relajarte y pensé ¿por qué no intentarlo? Utilicé algunas de las sales que recuperaste del Doce o que nos regalaron cuando nos mudamos aquí, no sé. Estaba a punto de ir a llamarte para que tomaras un baño antes de desayunar o durante. Supongo que puedo traerte el desayuno aquí.

Le sonrío mirándola tiernamente y por su rostro sé que está feliz con el detalle.

−¿Para esto trajiste las flores? Peeta es hermoso. De hecho, me recuerda al Capitolio. Tal vez, una de las pocas buenas experiencias que me llevé de allí, aparte de ti, claro.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora