54. Recaída

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CAPÍTULO 54: RECAÍDA

POV KATNISS

Peeta está molesto cuando entro a la habitación. Sostiene temblando un papel y mi corazón lleno de miedo, late con fuerza.

-¿Qué está pasando? -pregunto.

Mi voz interrumpe sus cavilaciones y él se da vuelta.

Me he maquillado, peinado y me he puesto un tapado encima de mi ropa, porque estos días he estado resfriada y me estoy cuidando del frío y los cambios de temperatura.

Esperaba lucir como una chica linda y normal para Peeta, y dejar de lado mi aspecto demacrado de los últimos días.

Pero eso deja de tener importancia al ver a Peeta tan afectado.

No sabría decir si es más fuerte el enfado o el dolor. Ha estado llorando, pero también hay mucha rabia en él. Pocas veces lo he visto así. Esto es grave.

-¿Peeta?

No responde, como si él no encontrara las palabras para todo lo que siente.

-¿Peeta? ¿Qué sucede? ¿Volvieron a enviarnos una nota?

-Vete, Katniss. Necesito estar solo.

Tristeza es todo lo que percibo en su voz. Sin embargo, le tomó un gran esfuerzo sonar el enfado de lado.

-No lo haré. No te volveré a dejar solo nunca más. Te lo prometí en el Vasallaje, cuando hicimos el tueste. ¿Recuerdas? En las buenas y las malas hasta que la muerte nos separe.

Peeta no sonríe. Ni siquiera me mira. Se da vuelta y se dedica a darme la espalda y sostener ese maldito sobre en sus manos.

Odio cuando me ignora, porque sé que las cosas están muy mal cuando lo hace.

-¿Tuviste sesión?

No hay respuesta.

-Tal vez, no. Nos toca mañana. Tiene que ver con eso que tienes en la mano ¿verdad?

Me voy acercando lentamente para no asustarlo. Pero tan pronto como me planto frente a él e intento tomar el papel, lo esconde en su bolsillo, nervioso.

-¡No! No lo leas, por favor.

-¡Pues entonces dime qué es! ¡Si tiene que ver con nuestro hijo necesito saberlo! Si estamos en peligro...

-No se trata del bebé. No es sobre él.. o ella. Se trata de mí... y de mi familia -corrige.

Él pasa sus manos desesperadamente por su cabello y cierra los ojos golpeándose levemente... como si no dejará de atormentarle algo y tratará de acallar los recuerdos.

Me siento a su lado y lo obligó a mirarme tomando sus manos entre las mías.

-¿Tiene que ver con Snow? ¿Algo que te dijo Coin o el doctor? Habla. Dime lo que sea para que así pueda ayudarte.

Me desespera tanto verlo mal a Peeta.

-No lo sé. No entiendo nada, Kat. O tal vez, sí, pero no lo quiero creer -responde.

Peeta me mira con curiosidad porque acaba de reparar en mi aspecto.

-¿Te arreglaste?

-Eso no importa ahora.

Mi madre me recogió el cabello en un rodete flojo también me maquillo más de la cuenta en tonos tierra y oscuros.

-Si importa. Te ves hermosa... Realmente preciosa -confiesa.

Él acaricia mi cabello y mi mejilla, para finalizar haciendo un trazo en la curvatura entre mi labio inferior y mentón. Su toque es tan gentil y delicado que hace que una pequeña oleada de placer recorra cada rincón de mi piel, al punto que tengo que recordarme que no es el momento adecuado para "eso".

-¡Para ya!

Peeta se detiene en seco y se disculpa, antes de apartar sus manos de mi piel.

-Disculpa -le digo-. Es solo...

¿Debería decirle lo que ese tierno roce de su parte podría haber provocado en mí si continuaba? ¿Acaso no recuerda...?

-Que me excedí.

-No es momento -digo simplemente.

Peeta deja caer las manos sobre el colchón en señal de rendición.

-Lo sé.

Por unos segundos casi consigo olvidarme de lo asustada que estoy por el estado de Peeta.

-Estaba leyendo las cartas de mis hermanos y mi padre. Las que me escribieron como una forma de descargarse y despedirse de mí aunque no pudiera leerlas nunca.

-¿Qué? ¿Cómo las conseguiste?

-Un soldado las pasó por debajo de la puerta. Lo vi alejarse cuando quise detenerlo. Solo sé que era un hombre rubio. Necesito saber quién es y cómo las consiguió. Si esto llegó al Distrito Trece es porque es alguien que conocemos. Y si es alguien cercano a mi familia es posible que sepa qué sucedió con ellos.

-¿Qué ganas con eso, Peeta? Entiendo que quieras encontrar a la mujer de tu hermano, o algún antiguo amigo. Pero... ¿por qué es tan importante para ti saber quién te entregó esto?

-Necesito respuestas, Katniss. No me conformo con esta incertidumbre de no saber que vivió mi familia en esos últimos días de vida. De no saber si sus muertes fueron rápidas o agonizaron dolorosamente por horas. Si tuvieron una oportunidad de escapar o no. Antes, creí que no quería saber los detalles, pensando que estaría mejor si ignoraba todo aquello... Si hacía de cuenta que no había pasado y me refugiaba en ti y nuestro bebé. En cambio, ahora sé que la única forma de poder hacerle justicia a la memoria de ellos y darle un cierre a esa tragedia, es descubriendo que pasó y porque murieron exactamente.

-Peeta...

Algún día tenía que llegar el momento en el que mi esposo empezara a cuestionarse todo aquello, a lo que antes no le dio la debida importancia, por el shock de la noticia.

-¿Me ayudarás? -interrumpe ansioso.

-En lo que sea, cariño. Siempre.

-Siempre -repite.

Me río entre lágrimas, porque sé que aceptar esto implica que habrá más sufrimiento para él de ahora en adelante. Sin embargo, es posible que esto le ayude para superar la perdida de su familia eventualmente.

Me inclino para besar su frente y enredar mis dedos en su cabello, proporcionándole suaves caricias, mientras él descansa su cabeza en mi pecho, como un niño indefenso y sin fuerzas.

Me apena pensar en la cantidad de horas que dejé solo a Peeta. Porque evidentemente, hoy me necesitó más que nunca luego de varias semanas tranquilas.

-Lamento no haber llegado antes.

-No importa. Te hubiera dicho que te fueras, de todas formas. Necesitaba estar solo mientras leía sus cartas.

Su voz suena entrecortada ahora mismo y sus brazos me sostienen con firmeza desde la espalda.

-¿Y ahora?

-No quiero que te vayas, ni me dejes.

-No lo haré. Estoy contigo aquí y ahora. No me iré a ninguna parte sin ti.

-Gracias...por todo.

Beso su coronilla con ternura, lo acaricio y le doy consuelo, con la esperanza de que se calme pronto y el deseo de que pueda superar esto, incluso si la verdad que llega descubrir es terrible.

VOLVIENDO A TI (Everlark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora