63 (Final)

3.5K 131 15
                                    

Cansados, pero no lo suficiente. Savannah por poco se queda dormida en el auto, Edward no dejó que pasara por lo que la llevó cargada hasta el interior de la cabaña como si fuera una novia.

— Cariño, me hubieses dicho que te sentías cansada y no hubiéramos venido. — susurro luego de darle un beso en la frente — Será mejor que subas a la habitación y dejemos esto...

— Tranquilo, no estoy tan dormida. — acarició la mejilla de Edward con suavidad y llegando a la sala se sentó con ella en sus piernas — Todo se ve hermoso, las velas aromáticas y las fresas con chocolate son bonitos detalles.

— Wyatt y Chiara nos dieron un regalo de Luna llena.

— No me sorprende, Wyatt es del tipo romántico y Chiara es más de las personas con los pies en la tierra, hicieron un buen trabajo, está todo equilibrado.

— Tendré que pedirle clases de romanticismo, sería una buena idea o, todo lo contrario.

— Me gustas con tu nivel de romance justo en el porcentaje adecuado, así que no, no es necesario. — se levantó del regazo de Edward y fue hasta la mesa por la bandeja con la deliciosa comida.

— Deberíamos llevar esa bandeja con nosotros a la habitación, ¿no crees?

— Podría ser buena idea... — tomó una fresa y le dio una probada — Pero date prisa o cambiaré de opinión.

Edward sonrió y se levantó sin esperar más. Ambos subieron y al llegar a la habitación dejaron sobre la mesa de noche la bandeja.

— Te queda de maravilla esos jeans y sobre todo mi camiseta, no tengo palabras

— Pues estamos en la misma condición de no tener halagos que dar, pero eso puede arreglarse.

Estiró el brazo agarrándolo del cuello de su camisa. Teniéndolo cerca, muy cerca. Sus labios chocaron fundiéndose en un beso apasionado. Era una sensación diferente, aunque no fuera la primera vez que pasara. Edward soltó un leve jadeo al sentir que Savannah mordió su labio inferior, pero no se apartó, con sus brazos envolvió la cintura de su mate.

— Quiero tenerte lo más cerca posible. — susurro y comenzó a besar su cuello lentamente — Lo más cerca que se pueda.

— No creo que haya manera de estar más cerca. — murmuró ella al momento de sentir una leve mordida, por lo que se aferró a la espalda del Alfa clavando sus uñas en ella.

— Créeme, hay maneras. — la cargo con delicadeza llevándola hacia la cama — Pero antes quiero ser lo más romántico posible o al menos hacer el intento, porque después de todo la primera vez será un recuerdo que perdurará en tu memoria.

Tomó una fresa del plato y unto chocolate en ella, dio el primer mordisco y luego dejó que Savannah pruebe.

— Me gusta que te preocupes por mí, pero sé muy bien que no podrás ser romántico por mucho... — acaricio su mejilla derecha — Y no quiero que te contengas.

— No sabes lo que pides, cariño. — dijo mirándola fijamente.

— No lo haría, si no supiera lo que me espera.

— Quiero cuidarte, eres lo más importante...

— No me lastimaras.

Se acercó y comenzó a besarlo lentamente al mismo tiempo que jugaba con los botones de la camisa.

— Esta noche será inolvidable. — murmuró entre el beso y como si leyera la mente de Savannah se quitó la prenda que cubría su pecho y abdomen. Aunque no lo diera a conocer Edward sentía nervios, pues estaba en las mismas condiciones con base en la experiencia, sin embargo, gracias a algunas películas lograría que la noche fuera un completo éxito.

Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora