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— Está completamente loca, mejor dicho, están completamente locas. ¡Cómo se les ocurre hacer un plan así, sin pensarlo más de dos veces!

— Créeme ese es el plan que resultó ser más conveniente, Asher. Ahora necesitamos tu ayuda, distrae a los demás cuando yo salga para traer a Edward y Savannah.

— No creo que resulte...

— No seas negativo, va a funcionar. Además, sería el regalo perfecto para Demián.

No podía refutar, en los días que pasaron lo vio decaído y callado, su estado era casi el mismo que el de Richard y Charlotte.

— Tienen mi apoyo.

Chiara sonrió, ya contaban con Asher. Ahora solo faltaba el mensaje de Savannah para comenzar.

— Wyatt, estoy listo, que lo hagan. — Edward cerró los ojos.

— ¿Edward estás completamente seguro de esto? — Miro a Savannah y luego al Alfa — ¿Esto es necesario?

— Sería extraño que siendo yo, su rescatista, no haya resultado herido, teniendo en cuenta que fueron secuestradores peligrosos los que secuestraron a Savannah. — inhalo y exhalo — Wyatt deben golpearme de una buena vez y no lo pien...

No pudo terminar de hablar porque el puño de uno de los cinco hombres impactó en la quijada de Edward, luego distintos tipos de golpes en el cuerpo de Edward fueron dados. Savannah sentía el mismo dolor en cada extremidad del Alfa, pero era soportable.

— ¿Sa-Savannah est-estás bien? — apenas podía levantarse del suelo, si bien era un Alfa, no era totalmente inmune al dolor físico.

— Eso debería preguntarte a ti. — se acercó y acarició su mejilla, un toque suave que disfruto Edward.

— ¿Qué sigue ahora? — ambos voltearon a ver a Wyatt.

Lo siguiente que pasó fue manchar la ropa de Edward y Savannah de sangre, no tanto, lo suficiente para que él pareciera gravemente herido. Por el lado de Savannah solo en su camiseta.

— Creo que eso es todo... — murmuró ella.

— Sí, muchas gracias, chicos, pueden volver a sus puestos. — agradeció Edward, seguido de Savannah y Wyatt.

Casi eran las doce y salieron de casa, siendo escoltados por Dorian. En el camino Savannah le envió el mensaje a Chiara diciendo que estarían esperándola a cuatro cuadras antes de la casa. Edward sentía nervios y los demostraba con el temblar de sus manos, pero con el tacto de Savannah lo calmó.

— Todo saldrá bien, confía.

Sonrió leve y acercó el dorso de la mano de Savannah a su boca y dejó un beso en ella. Amaba la forma en la que ella le daba confianza.

— Alfa estamos por llegar. — aviso Dorian.

Ya solo faltaba una parte del plan para que pueda respirar con tranquilidad.

Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora