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— Hay muchas personas, Edward no dijo el número exacto y ya sé la razón. — murmuró Savannah mientras sonreía, Wyatt quien se encontraba a su lado ayudándola a que sus nervios no la traicionaran — Puede haber más de cincuenta o sesenta, ¿no lo crees?

— En un evento importante no es extraño. — contestó sutilmente antes de beber un sorbo de su ponche — Pero que no te ponga nerviosa, no hay tal razón para sentirse de esa manera.

Ella lo miró como por uno o dos segundos para después divisar a Edward conversar con un hombre de tal vez cincuenta años, a juzgar por su aspecto. Su semblante se veía serio y para nada interesado en el tema de la plática, más no era un llamado de rescate como para que interviniera.

— Es el padre de Amanda, solo lo invitó porque es parte de guardar las apariencias, por ambas partes, aunque es más por el señor Van. — comentó Wyatt.

Parece que guardar las apariencias se daba hasta en el mundo de los hombres lobo, o alguna otra especie sobrenatural.

Por unos minutos más estuvo en compañía de Wyatt, pero tuvo que ir a relevar a Edward. Para su suerte ahora podía pasar un tiempo con su Luna.

— Luna, ¿puedo decir que luce radiante esta noche? — comentó una vez que estuvo a una distancia prudencial, pero lo suficiente como para que solo ella lo escuchara.

— Alfa Pierce, ¿es una táctica para pedirme que baile la primera canción? — lo miró esbozando una amplia sonrisa.

— Si funciona, pido la primera y cada canción que se toque. — tomo con delicadeza la mano tersa de su mate y dejo un beso en el dorso.

Y consiguieron estar así por al menos unos minutos más, hasta que se reunieron con otros Alfas junto con sus Lunas para hablar sobre la magnífica fiesta, y que los felicitaban por ser el uno para el otro. Por supuesto que había momentos en los que Savannah no sabía que contestar, sobre todo a las dudas sobre la descendencia que dejarían en un futuro. Tal pregunta logró recobrar los nervios en solo unos segundos. Edward por supuesto lo vio venir, por lo que hábilmente cambió de tema.

— Damas y caballeros, se les invita a participar del primer baile. — dijo Wyatt al estar en el centro del salón y luego dar la señal de que comenzaran a tocar. Luego se retiró colocándose al lado de Edward.

Thank U Next de Ariana Grande, una de las canciones que eran parte del repertorio de Savannah, y una gran sorpresa para ella.

— Deberían ser los primeros en bailar, seria lindo detalle siendo ustedes los anfitriones. — susurro hacia el Alfa, quien esbozó una sonrisa.

Edward la tomó de la mano guiándola hasta el centro, eran los primeros y el centro de atención.

— ¿Obra tuya? — dijo al mirar como todos los observaban con una sonrisa en sus rostros, también algunos murmuraban cosas, más no le importaba si eran opiniones o palabras positivas o negativas. Pero aquellas miradas y señales que prestó atención eran las de sus amigos, y cuñada. Ellos se veían orgullosos y felices, y había motivos suficientes, por lo que sólo les devolvió la sonrisa. Una muy amplia.

Edward sonrió y le dio una lenta vuelta para después acercarla tomándola por la cintura con la mano derecha y agarrando su mano izquierda con la misma.

— Respondiendo a tu pregunta, sí, soy culpable de todo lo que se me acuse. — ella soltó una leve risa y se dejó guiar por Edward, que obviamente la sorprendió porque en ningún momento mencionó ser un gran bailarín. Era algo que a Savannah le fascinaba en un hombre.

Los invitados pronto se unieron a ellos y se formó un círculo a su alrededor siendo ellos los principales, pues era evidente que lo eran. Entre sonrisas y pláticas breves bailaban, disfrutando del momento, demostrando a los presentes la conexión que tenían.

— ¿Lo disfrutas? — a este punto ahora solo eran ellos y nadie más, esa sensación solo podía sentirla con él y les encantaba.

No dijo una sola palabra solo se dedicó a bailar con él, vivir el momento porque las palabras sobraban, ya habría tiempo de ellas al terminar.

Dudas no le quedaban, Edward podía tener defectos, pero también cualidades y justo por eso terminó por ceder antes sus sentimientos. Término por quererlo.

Pasaron las horas y llegó la hora de dar oficialmente el anuncio. Ambos subieron al pequeño escenario montado, Savannah sonreía, ya no sentía nervios, pues el Alfa se encargó de darle seguridad. Wyatt dio leves golpecitos a su copa, otorgando un silencio casi sepulcral y era la oportunidad.

— Espero que hayan disfrutado de la fiesta y de seguro lo más esperado es el anuncio que haré ahora, y que me tomé la libertad de reservar para el final. Espero me disculpen. — dio una breve mirada a Savannah y luego a los invitados — Más deben comprender que las noticias importantes no siempre son fáciles de revelar.

Chiara y los demás sonrieron, y más al notar un leve sonrojo por parte de Savannah.

— Como deben saber hace cinco meses llegó a mí la persona más importante, quién será mi compañera para el resto de mi vida. No es un secreto para mi manada o las que son cercanas y lejanas, que es diferente. Sin embargo, no veo ningún problema. Ser humana no la hace menos que ser un ser sobrenatural como lo somos nosotros. — dijo al recordar las palabras tan poco amables por parte de su padre — Fue y es un gran apoyo, y estoy agradecido por ello. Si bien las cosas entre nosotros al principio hasta el tercer mes no eran color de rosa, pero fueron mejorando porque ambos pusimos de nuestra parte. Savannah me aceptó tal y como soy, no sintió temor al saber que soy un hombre lobo. — tomó una breve bocanada de aire — Por lo que soy capaz de decir con orgullo un placer, confesar que Savannah Foster será de ahora en adelante Luna de la manda Pierce.

Todos aplaudieron sin tardar, más ceso cuando Savannah dio un paso adelante.

— Yo... Yo soy nueva en esto, por lo que sé, soy la primera humana en ser Luna. — esbozó una sonrisa — Hace un par de años si me hubiesen dicho que lo sería, que mi destino sería ser la pareja predestinada de Edward no lo hubiera creído tan fácilmente. Como tampoco creerme la existencia de cada uno de ustedes. Pero prometo no defraudar a nadie, sobre todo a Edward, por lo que no tengo motivos para hacerlo. — tomó la mano del Alfa y entrelazó sus dedos con los de él — Mis sentimientos cambiaron y estaré siempre aquí. Siempre estaré a tu lado. — lo miró y aunque tal vez sea irrespetuoso, lo besó.

Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora