— ¿Debo preocupar a Edward si le digo que habrá un hoyo en el suelo? — Savannah detuvo su paso de un lado a otro y miró a Wyatt, quien la miraba desde la puerta.
— Solo son nervios, Wyatt, además no tienes que informarle a Edward de todo lo que hago. — suspiro.
— ¿Qué te preocupa? — ella le dio una mirada que podría cortar un papel — Confía en que quedará entre nosotros dos.
— Pasa que no dejan de llamarme, mis padres me mandan mensajes y mis amigos... — le llegó una notificación — Mierda... — susurro.
— ¿Qué? — le enseñó la pantalla — no puede ser...
— Ahora estoy desaparecida y ofrecen una recompensa a quien de una señal de mí. — Wyatt sin aviso salió de la habitación.
No era sorpresa en realidad Savannah pensó que esa sería la medida que tomarían sus padres si en las primeras veinticuatro horas hora no aparecía. Técnicamente ella no fue secuestrada, era un malentendido y debía ser aclarado, pero para eso implicaría llamar a sus padres y Edward se negaría a dejarle.
— No está secuestrada, Wyatt, ella solo está donde debe estar, conmigo.
— Edward está aquí en contra de su voluntad, quiere salir y tú no la dejas, aparte de permanecer incomunicada. Es un secuestro.
— Debo hablar con ellos. Decirles que su hija no corre ningún peligro y...
— ¿Y será fácil decir que eres un hombre lobo, que Savannah, su hija, es tu mate y que debe estar a tu lado de ahora en adelante, pero que ocasionalmente podrán visitarla o visitarles? Sí, es muy sencillo.
— Entonces, ¿qué hago? No quiero que me separen de ella, Wyatt. Necesito estar cerca de ella, pasé años buscándola y ahora que la encontré no voy a permitir que me alejen de su lado. — suspiro y pronto un nudo en su garganta. Sin embargo, no fue lo único que sintió, un dolor en su pecho aviso que algo no andaba bien con Savannah — Debo hablar con ella.
— Edward, debes...
Suspiro a ver que salió de la habitación tan apresurado. Definitivamente era extraño, pero al mismo tiempo lo disfrutaba, pues por fin su mejor amigo estaba completo.
Savannah ideaba en su mente excusas que pudiera decir al estar en casa, en el peor de los casos sus padres podrían exigir que regresara a casa y con un poco de suerte solo haría preguntas. Sentía preocupación, necesitaba saber de su familia, seguro Chiara... ¡Chiara! Quedó de llamarla y lo olvidó por completo.
— ¡Savannah! Hasta que te dignas en llamar. — dijo Chiara desde la otra línea.
— Olvide por completo, juro que fue así. — escuchaba de fondo la voz de sus amigos y padres, seguro todos organizaban alguna búsqueda o algo parecido.
— Gracias a Dios que das señales de vida, tus padres están preocupados y no es por aumentar tus nervios, pero Dane tuvo un accidente...
— ¿Qué! ¡Cómo que tuvo un accidente! Chiara...
— Si piensas que es una broma, no jugaría con algo así. Mañana en la mañana iremos a verlo al hospital, mientras que tus padres hablarán con el oficial Jonathan.
— Esto se está saliendo de control.
— Ni que lo digas, ¿en serio estás secuestrada?
— Hipotéticamente, sí. Estoy en un lugar de Estados Unidos, encerrada, no puedo salir a menos que sea con Edward, sin embargo, no es tan malo.
— Espera, rebobina y explícame desde el principio todo. — Savannah habló de más. Se supone que aún nadie debía enterarse de nada, sobre todo Chiara, la querías muchísimo, pero era fácil enterarse de las situaciones por ella.
— No me creerías si te dijera, solo confórmate con saber que estoy bien y pronto aclararemos todo.
— ¿Aclararemos? Savannah...
Escucho el picaporte moverse así que cortó la llamada despidiéndose antes con un rápido bye.
— ¿Estás bien? Cuando estuve con Wyatt sentí tu preocupación y...
— Primero, tocas la puerta. ¿Qué hubiera sucedido si estaba desnuda? Y segundo, estoy bien, solo es por buscar alguna excusa creíble para cuando vea de nuevo a mis padres.
— Lo siento, la próxima vez tocaré. No debes de entrar en pánico, algún día te veré tal y como Dios te trajo al mundo. — le dedico una sonrisa picaresca, luego tomó el lugar a su lado — Espero que no te enfades, pero escuche un pedazo de la conversación...
— Créeme que hago el mayor esfuerzo por no hacerme hígado contigo. — suspiro— Mi hermano está en el hospital, Edward. Créeme que si no fuera importante no te lo pediría, porque en una emergencia. Necesito ir al hospital.
— Puedes llamarlo.
— ¿No escuchaste? Está en el hospital, quien sabe si su estado es crítico o no, pero debo estar presente. Por favor.
Edward Pierce por primera vez en su vida cedió.
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Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |
WerewolfSavannah Foster, es una persona inteligente e independiente, que por azares del destino llega a manos del Alfa, Edward Pierce. Edward es alguien sumamente protector, tiene leves arraques de agresividad, y como es la naturaleza de cada licantropo, si...