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Solo. Completamente solo.

Era inexplicable el dolor que sentía en su pecho. Despertó a las tres en punto y Savannah ya no estaba, Wyatt dejó una nota diciendo que fue a dejarla a su departamento. Que no se preocupara y descansara lo que fuera posible.

— Esa expresión solo tiene una dueña y razón. — volteo al ver que Juliette se acercaba a la mesa — Son casi las seis y me extraña que no estés durmiendo, Edward.

— Savannah se fue, y con ella mi sueño.

— Te diría que dejes el drama de lado, pero entiendo tu sentir. — tomó asiento a su lado y lo miró con atención — ¿Cómo la pasaron ayer?

Edward soltó una breve risa y luego una amplia sonrisa, bastaba con eso para saber que fue una estupenda salida.

— ¿A dónde fueron?

— Algo espontáneo. — miró su taza y bebió de su café — Después de años regresé a un parque de diversiones, ¿puedes creerlo?

— Solo con saber que alguien pudo convencerte con mucha facilidad. — era verdad, si cualquier otra persona le hubiese dicho lo que Savannah le dijo, lo hubiera ignorado.

Un sofá, Netflix y helado parecían la mejor opción, hasta hace veinticinco minutos. Asher no estaba en casa desde las ocho y Chiara llegaría con Cassie en veinte minutos, según su último mensaje de WhatsApp.

Llegó a su departamento a la una con treinta y le fue difícil irse sin decirle hasta luego a Edward, imposible le resultó obviar el dolor que sintió y siente en su pecho.

— Alguien acabé con mi sufrimiento y denme más helado, en lo posible solo chocolate. — escuchó a su espalda la voz burlona de Chiara.

— ¿Por dónde entraste? El timbre no sonó en ningún momento.

— Tuvo la brillante idea de subir por tu ventana, para ser más específico por tu árbol. — Cassie se sentó al lado de Savannah robando un poco de helado con solo la punta de su dedo índice — Por suerte la puerta que da al costado por fuera estaba abierta.

— Como sea, solo queríamos sorprenderte y trajimos helado, y pizza.

Y tal parece que no serían las únicas en el departamento, luego de un interrogatorio Chiara dijo que invitó a Demián, Benjamín y Marcus, en grupo en total.

— ¿Y entonces estarás tres días aquí?

— Sí, Edward quiere que esté lo más lejos de él, Cass.

— Pero dijiste que hay formas de frenar sus deseos, ¿no es suficiente? — pregunto Chiara al momento de mirarla.

— Aún con precauciones las mujeres de nuestra edad o menores quedan embarazadas, así que todo puede pasar.

Suspiró.

— Dime, Savannah, ¿tus sentimientos cambiaron? Me refiero que, desde el primer momento hasta ahora, ¿hubo un avance que puedas declarar?

— Me preocupo por él, me duele verlo tan temeroso y que sus sentimientos crezcan.

— Yo creo que no quieres decir o admitir aún que lo quieres, ¿es difícil?

Savannah suspiro antes la segunda respuesta de Chiara, Cassie mantuvo el silencio esperando también la respuesta. Pero no tenía respuesta, al menos no era posible decir una ahora.

— Escucha, tal vez no hagas caso a mi consejo, pero Edward es un sueño de hombre, cualquier mujer no duraría en corresponder sus sentimientos. La forma en la que te mira, cuando sonríe y presta total atención si estás presente, queda totalmente claro que te ama.

Lo sabía, Savannah lo sabía y de memoria.

Al poco rato la conversación finalizó con la llegada de los chicos. Notaron el estado de ánimo de ella, querían preguntar, sin embargo, se quedaron callados. Aunque no duró mucho.

— ¿Seguras que todo está bien? — cuestionó Benjamín al probar una rebanada de pizza. Las tres se miraron entre sí y asintieron, más no lograron convencer a los chicos.

— Foster te conocemos desde la secundaria, no trates de engañarnos.

— Marcus, no estoy mintiendo.

— Eres pésima intentándolo siquiera, Sav. — dijo Demián — ¿Ese chico tiene algo que ver?

Tiene mucho que ver, pensó.

— ¿Somos mejores amigos?

Ella asintió mirando a Marcus.

— Los amigos no guardan secretos, sobre todo cuando hay preocupación de por medio. — añadió Benjamín.

Otra cosa más que sabía.

Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora