Savannah Foster, es una persona inteligente e independiente, que por azares del destino llega a manos del Alfa, Edward Pierce. Edward es alguien sumamente protector, tiene leves arraques de agresividad, y como es la naturaleza de cada licantropo, si...
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— ¿Despertaste muy temprano o tu sueño se escapó por la ventana?
Savannah miró a su hermano que cargaba con su mochila sobre su espalda. Sonrió y negó.
— El sueño se fue por la ventana desde hace tiempo, pero estoy bien.
— ¿Y eso? — señaló la carta en sus manos. Era la que la señora Warren le entregó, no tuvo el valor de leerla desde ese momento y menos ahora — ¿Algún admirador secreto?
— Por favor, ya eso es muy anticuado, ya nadie manda carta en vez de un mensaje de texto.
— Llámalo como quieras, pero aún hay personas que envían cartas, y no lo consideran anticuado. Es más... romántico.
Siguió el paso hasta bajar dejando con la duda a Savannah de que podría estar escrito. No conocía al tipo, así que poesía no era lo más cercano.
— Bien, Savannah no seas cobarde, hazlo - cerro los ojos y desdoblo la hoja.
"Por las noches me desveló buscando una luz que me guíe, deseo desde lo más profundo de mi alma que la Luna logre juntarnos al fin y poder decir que estoy completo, porque te tendré a ti a mi lado".
Guardo la carta en su mochila y bajó, afuera la esperaban en el auto. En el viaje camino al bosque platicaban de distintos temas, Savannah se enteraba de todo lo que sucedió en casa desde su mudanza, como por ejemplo que Dane tenía novia.
No era muy reciente, pero no pasó más que unas cuantas semanas. Tres para ser exactos.
La gran parte del camino lo paso durmiendo, recuperó el sueño de la noche. Entre su vago sueño vio una silueta masculina, fuerte y alto, más pudo mirar el rostro, desde lo lejos deseaba acercarse, pero sus pies se mantuvieron firmes en la tierra.
— Savannah. — sintió una sacudida, al despertar miró a su alrededor el auto se detuvo.
— ¿Qué pasó? — tus padres fuera del auto no era una buena señal — Por qué nos detuvimos.
— Paso que algo se atravesó en el camino, el guardabosque vendrá en uno minutos y...
En el momento algo pasó entre los árboles.
— Quédense dentro del auto. — Richard junto a Charlotte se acercaron para poder, aunque sea averiguar qué fue lo que pasó, Savannah aún no terminaba de entender y Dane no permitiría que saliera a buscar respuestas.
Pasaron minutos y ellos regresaron, aumentó el nerviosismo y el miedo.
— Tenemos que buscarlos.
— No, tenemos no, yo iré a buscarlos, tú te quedas acá y yo regresaré lo más pronto posible.
Dane salió del auto y se adentró en la dirección donde sus padres desaparecieron. Si bien era claro que no debía salir, sentía curiosidad y miedo de saber que la posibilidad de que también regresara se pudiera dar. Pasaron diez minutos y aún no regresaban, intento llamar, pero ya no contaba con batería en su celular.
— Tranquila, Savannah, seguro en cualquier momento aparecen y seguro... — escucho pisadas y se sobresaltó — ¿Mamá? — otra pisada — ¿Papá?
El silencio no ayudaba en lo absoluto y tampoco que se escuchó gruñidos.
— ¿Dane?
Lo siguiente que paso fue difícil de entender para Savannah, ya que cayó desmayada sobre el asiento.
