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— ¿Quieres decir que...?

— Quiero decir que vamos a ir a casa de tus padres, sé que hoy es un día muy importante para ti y.... quiero verte feliz.

Savannah terminaba de procesar la información que Edward le dio, ya que creía que por un lado era una broma y por el otro pues le encantó la idea. Y al abrazarlo le quedó muy claro al Alfa le fascinó la noticia.

— Gracias Edward.

— No tienes por qué agradecerme, sabes que para mí lo más importante es que seas feliz. — acarició su mejilla y dejó un beso en ella — Ahora lo que pasa es que siento temor de cómo reaccionen.

— De eso no te preocupes, ya se me ocurrirá algo para zafar del problema y que les agrades.

Casi eran las diez y aún Chiara y Savannah trataban de hallar una solución. Claro, luego de que ella le confesara a su mejor amiga toda la verdad, al principio temía que su reacción fuera peor que la de Asher. Sin embargo, no fue así. Hizo una que otra pregunta pervertida, pero se concentró más en el problema por resolver.

— Bien, entonces lo que podemos hacer es que sea toda una sorpresa, y que hagamos pasar a Edward como tu salvador y...

— ¿Y tú crees que mis padres se creerán la historia de que un desconocido me rescató y listo? Chiara, realmente pienso que debemos elaborar otro plan...

— Es que no se me ocurre otra cosa más que decir, tal vez... — hizo una pausa — Espera, si se aparecen con la ropa desgastada y un poco sucia, así podría ser más creíble que estarían secuestrados.

— Pero luego harían más preguntas y ahí sí buscarían hacer una denuncia de verdad.

— Entiendo, pero que tal si cuando te envié un mensaje tú me llamas y avisas que estás cerca, y ahí es cuando paso por ustedes. — Savannah hasta ese punto no le interrumpió, y esa era una buena señal para Chiara porque le hacía pensar que era un buen plan — Ya cuando lleguemos a casa de tus padres sorprendemos a todos, decimos los secuestradores escaparon cuando Edward y ese tal Wyatt vinieron la policía y...

— Antes tendrías que hablar con el oficial y decirle que ya todo está resuelto que aparecí.

— Y así lo haré, créeme, tengo todo calculado. Tú solo envíame un mensaje cuando estés a unas cuadras.

Savannah suspiró y cerró los ojos pidiendo a Dios que todo salga como se planea.

Por el lado de Chiara luego de colgar miro a los padres de Savannah quienes lucían un aspecto descuidado. No era extraño, ya que en los últimos días no descansaron lo suficiente ni se preocuparon en alimentarse como es debido. Solo quería a su hija de vuelta.

— Deberían de descansar. — miró a su lado al escuchar a Asher, quien al igual que ella los miraba.

— No vas a conseguir que se acuesten y duerman, con mucho esfuerzo logramos que Dane duerma.

— Savannah debe de aparecer ya.

— Asher tenemos que hablar sobre eso...

La miró y no entendía a qué se refería Chiara.

Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora