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— Hermano, esa sonrisa la conozco muy bien. — Edward miraba por la ventana del edificio, trataba de ocultarlo. Marian revisaba un par de contratos que faltaban firmar.

— ¿Tanto se nota? — murmuró. Marian estaba feliz de que su hermano por fin estuviera feliz, aún no olvidaba las veces que lo veía encerrarse en su habitación cansado de no hallarla, pero ahora todo cambió.

— Por fin la encontraste. — sonrió y dejó los papeles aún lado — ¿Cómo es ella?

— Es perfecta, su belleza es indescriptible y la inteligencia junto con su carácter, pensarías que somos...

— ¿Opuestos?

— ¿Cómo...?

Marian soltó una breve risa y se levantó, caminó hasta el lado de su hermano y tomó un largo respiro.

— Wyatt no pudo guardar silencio en cuanto pregunte cómo estabas. — sonrió leve, si bien no tenía que pedir permiso para contárselo a su hermana hubiera preferido ser él quien revelara la situación — Estoy feliz por ti, espero que seas amoroso, comprensivo y no tan celoso.

— Estoy trabajando en ello. — dijo de manera nerviosa.

— Por cierto, ¿de qué manada viene?

Mantuvo silencio por un par de segundos, lo que dejó preocupada a Marian. Tal vez no tendría algo en contra de que Savannah fuera humana.

— ¿Edward? — sacudió levemente su hombro captando su atención — ¿Hay algún problema?

— No sé si es un problema para ti... Savannah no es como nosotros.

— ¿No? ¿Entonces?

— Es humana.

— Es una broma, ¿cierto? — al ver que no mostraba signo de que fuera así, quedó en completo silencio. La mate de su hermano menor era una humana. No le veía el lado negativo, solo la dejó impresionada.

— Sé lo que estás pensando y cuando lo supe tampoco podía creerlo, pero es así. Necesito tu ayuda, mi situación no es sencilla.

— Lo sé, la historia ya me la contaron. Aunque no lo creas sólo necesitas una cosa.

— ¿Qué es?

— Ser paciente, no quieras forzar las cosas y que en menos de un mes ella tenga sentimientos por ti, el amor no funciona así.

— Lo sé, pero...

El vibrar del celular de Marian lo interrumpió. Debía asistir a una reunión, por lo que dejó a Edward en su oficina, pero antes de irse dejó en claro que quería conocerla.

Savannah suspiro al ver cada mensaje que seguían enviando con insistencia, algunos preguntando si hacía adrede todo o si era una broma de mal gusto, no contesto ninguno.

— Te aconsejo despejar tu mente, tal vez así consigas descansar mejor. — miró en dirección a la puerta y ahí se encontraba Juliette — Ciro y Valente pueden llevarte a la ciudad por si quieres ir al centro comercial, no creo que Edward...

— ¿Me lo prohíba? Juliette no puedo salir a menos que sea en compañía de él. — dejó el celular aún lado y caminó hasta la ventana que daba a su balcón.

— No irás con extraños, sino conmigo y los guardias correspondientes, así que vamos.

Esbozo una sonrisa de solo pensar que saldría, sentía nervios, podía encontrarse con cualquier conocido o amigo.

— ¿Y cómo va tu embarazo? — preguntó Savannah sin quitar la mirada de la ventana. Aquello dejó fría a Juliette, pero recordó que cuando Edward comentó que él y Savannah lo sabían suspiro aliviada.

— Estoy en las primeras semanas, todo está bien y espero que siga así, es una etapa muy hermosa y en la que debes de ser muy cuidadosa. — lo sabía, ya que su madre siempre se los repetía.

— Serás una excelente madre al igual que Dorian un grandioso padre. — la miró y Juliette le devolvió la sonrisa, el resto del camino hasta entrar al centro comercial platicaron sobre ella y Edward. Algo que la incomodó por completo.

En pocas oportunidades Savannah miraba a todas las direcciones por sí veía que alguien la reconocía.

— ¿... y piensas que sería así? — tarde fue cuando escuchó la mitad de la pregunta que Juliette le hizo — ¿Está todo bien?

— Sí, todo está bien, solo que tal vez Edward puede estar por aquí y no quiero que tengas problemas con él por mi culpa.

— Edward debe estar con Marian.

— ¿Marian?

— Sí, su hermana. Ella es quien se encarga de la empresa.

No recordó si le mencionó ese detalle. Tal vez sí y no presto atención.

Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora