— ¿Dormiste bien? — preguntó Wyatt al ver que Savannah no probaba un bocado de su desayuno. Ella mantuvo su mirada fija en el plato y eso preocupó al Beta.
— De maravilla, la dicha sirvió de mucho.
Se limitó a decir luego de escuchar como su celular vibraba.
— Vuelvo en unos minutos, contesta si es importante. — Savannah asintió y al ver a Wyatt salir del comedor contestó.
— Savannah Ángela Foster Snowden, tienes idea de lo preocupados que estamos todos, dime dónde estás ahora e iremos con Asher a buscarte.
Suspiró, Chiara era como la típica hermana mayor, siempre preocupada y regañando.
— Primero, estoy bien y no tienes que preocuparte, o al menos eso creo. Segundo, ¿Asher está ahí?
— Sí, ayer Dane le llamó preguntando si estabas en casa y le dijo que no, que pensó que aún estabas de campamento con ellos. Entonces ayer por la noche vino a casa porque pensó que estaría conmigo.
— Escucha, no puedo decir aún donde estoy, porque no sé exactamente en qué parte del bosque, pero... — se escuchó la voz de fondo de Edward llamando a Wyatt, estaba segura de que eso no lograría tranquilizar a su mejor amiga.
— Esas son voces de hombres... ¡Savannah te secuestraron, te están privando de tu libertad!
Savannah miró de reojo a Edward y Wyatt, quienes aún estaban a una distancia que le permitiera hablar.
— Por favor, llámame en la noche, podremos hablar y tal vez sepa mi ubicación definitiva. — y colgó. Sabía que si no lo hacía lo más probable es que Edward le quitara su celular y quedara incomunicada.
— Bien, es hora de irnos. — Edward se colocó su chaqueta negra de cuero y miró a Savannah, quien le dedicó una mirada sin ninguna expresión — Veo que tu humor mejoró, la ¿pijama te gusto?
— Si y la deje sobre la cama, también gracias por lavar mi ropa.
Sonrió ampliamente a pesar de que no esperaba que fuera esa su manera de contestar.
— Edward el auto ya está listo, podemos irnos ya. — asintió.
— ¿A dónde exactamente vamos?
— A mi casa, ¿es suficiente información?
— Espera, ¿cuántas casas tienes? — solo le hizo una seña de que saliera.
Ya en el auto no había plática en la que participará Savannah, se concentraba más en el camino y en memorizar por si de nuevo iban al bosque. De vez en cuando miraba su celular y quería llamar o mandar algún mensaje, pero por Edward no podía.
— Cuando lleguemos te mostraré tu habitación, luego te diré las reglas que deberás obedecer, sin ningún, pero... — suspiro y miro por la ventana. Tal vez esta era la vida que los hombres lobo les daban a su pareja predestinada, estar encerrada, vivir a base de sus reglas y tal vez ser su muñeca personal.
Edward no parecía el típico tipo serio o gruñón, es posible que ese sea su lado animal, sentía curiosidad porque revelará su verdadera personalidad. Solo el tiempo lo determinaría.
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Unida Incondicionalmente al Alfa | Libro 1 |
Lupi mannariSavannah Foster, es una persona inteligente e independiente, que por azares del destino llega a manos del Alfa, Edward Pierce. Edward es alguien sumamente protector, tiene leves arraques de agresividad, y como es la naturaleza de cada licantropo, si...