―TATTOOS TOGETHER.
Podríamos enumerar dos razones que explicarían porqué Yoongi hacía semejantes cosas desde que ambos se conocieron; 1) que había perdido la cabeza o 2) que se había enamorado de ella... y digamos que prefería mentir diciendo que en su caso aplicaba la número uno, aunque siendo honestos, eso no difería mucho de su opción restante.
―Llegas tarde―, protestó la pelirosa que ocupaba sus pensamientos desde el momento en que chocaron caminos. ―Es irritante que las personas lleguen tarde cuando de por sí hay poco tiempo, ¿sabes? ¡no puedes recuperar segundos!―, bueno, tenemos que aclarar que sus pensamientos con respecto a la chica no fueron agradables desde el minuto uno, debías conocerla bien para quererla un poquito.
―Perdón, estaba mirando una película y no me di cuenta de la hora.
―¡Peor! ¿Qué clase de persona viaja para quedarse encerrado en su hotel mirando una película? Es deprimente.
―Te la pasas sentada en la cafetería del hotel. Es lo mismo.
―Al menos salgo del cuarto― murmuró Jieun y puso sus ojos en blanco para después beber rápidamente lo último que le quedaba de su batido de chocolate, porque sí, era muy común encontrarla en alguna mesa del hotel degustando un nuevo postre cada tarde. De hecho, fue ahí donde cruzaron sus caminos.
―Yah, no importa. Vamos, hay muchas cosas que quiero hacer antes de que anochezca.Jieun tomó su mochila y Yoongi la siguió sin decir nada, ni siquiera se molestó en preguntarle a dónde iban porque era cuestión de tiempo para que la pelirosa empezara a soltar todos los datos que había investigado del lugar turístico la noche anterior, y escucharla hablar de lo que le gustaba era algo que a él le encantaba, porque podía ver sus ojitos brillando.
En realidad, había muchas cosas que le encantaban de Jieun y tan solo la había conocido hace una semana, ¿podía alguien enamorarse tan rápido? ¿de eso hablaban las películas cuando se referían al amor a primera vista? Seguía algo perdido pero no encontraba otra explicación para lo que ella le hizo sentir desde entonces.
―¿Yoon? ¿Me estás escuchando?
―Que la casa lleva unos cincuenta años...―, repitió mirándola con una pequeña sonrisa y Jieun devolvió el gesto con más ganas para seguir hablándole.
―¡Sí! Y, ¿sabías que existe...?―, hombre, podría pasar horas escuchandola y no seria suficiente... Ah, mierda, tampoco le serian suficientes los pocos días que tenía antes de tener que regresar.
Algunos museos, un teatro, las calles comerciales, un arcade... Jieun le hizo recorrer media ciudad en una tarde y eso era mucho mejor que quedarse en la habitación del hotel. La mochila de la pelirosa estaba cargada de compras tontas e innecesarias, pero importantes a fin de cuentas, ya que el día de mañana serian el recuerdo de aquellas dulces horas.
Sus manos se rozaban mientras iban caminando por aquel parque, las luces se iban enxendiendo conforme la noche caía y muchas personas siendo protagonistas de sus propias historias pasaban junto a ellos, pero Yoongi solo tenía ojos para una chica.
Su radiante personalidad, su cabello desordenado y colorido, la forma en que hablaba, cómo se movía, el sonido de su risa y su rostro sonrojado; ¿seria todo eso lo que lo estaba enamorando? Tal vez, porque tenía ese sentimiento allí y mientras seguía mirándola sentía como más profundo caía.
―Estoy agotada―, la escuchó decir, sus ojos se hicieron pequeños cuando soltó un bostezo y su pequeño cuerpo tembló ante las heladas brisas de la fría noche, pero también la vio sonreír y fue testigo de cómo su nariz se volvía roja cuando le tomó la mano y la guardó en su bolsillo sin decirle nada.
―Es divertido verte sonrojada, siento que sucede una vez cada setenta años.
―¿Entonces haces esto para molestarme?
Yoongi soltó una pequeña risa y Jieun no pudo evitar sonreír al verlo, y tampoco pudo ocultar su sorpresa al escucharlo hablar, ―Nah, lo hago porque me gustas.
El parque donde se encontraban caminando era uno bastante común, sin embargo, después de aquellas palabras todo pareció tener magia, las luces se veían más brillantes, el aroma a flores era fuerte y el ruido de los autos y el resto de las personas no bastaron para cubrir el sonido de sus latidos, eran corazones enloquecidos.
Lo único que logró opacar a sus propios latidos fue la respiración de Yoongi acercándose a ella, lo que decían sus ojos mientras la miraban con cariño, y entonces... silencio. Todo lo que estaba alrededor desapareció. Ahora solo estaban sus labios.
Sus brazos sosteniendola con fuerza y la sombra de su sonrisa cada vez que se acercaban una y otra vez, hasta que el aire se les terminó y la timidez apareció; Jieun ocultó su rostro en el pecho de Yoongi, siendo envuelta en un cálido abrazo que le hizo olvidar sobre la fría noche en la que estaban.
―¿Deberíamos regresar?―, preguntó él.
―No, todavía no quiero que este día termine―, confesó en un susurro.
―¿Entonces?
Lo miró a los ojos y él ya conocía esa mirada, también esa sonrisa tentadora que se dibujaba en sus labios.
―Hagámonos tatuajes juntos.
Y entonces lo supo, cuando ni siquiera dudó en seguirla otra vez lo comprendió, había enloquecido por su culpa; porque sí, Min Yoongi se había enamorado de Shin Jieun.
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en multimedia les dejo la canción de LAUV que me inspiró para escribir.
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𝐌𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈, 𝐑𝐄𝐀𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒.
Fanfiction❝ 𝐈𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐚𝐫𝐤𝐧𝐞𝐬𝐬, 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐰𝐨 𝐨𝐟 𝐮𝐬 𝐢𝐬 𝐞𝐧𝐨𝐮𝐠𝐡. 𝐈𝐧 𝐚𝐥𝐥 𝐭𝐡𝐞𝐬𝐞 𝐥𝐢𝐞𝐬. 𝐈𝐟 𝐰𝐞'𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫, 𝐞𝐯𝐞𝐧 𝐚𝐧 𝐞𝐧𝐝𝐥𝐞𝐬𝐬 𝐦𝐚𝐳𝐞 𝐢𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐢𝐬𝐞 ❞