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𝙼𝙸𝙽𝙸 𝙴𝚂𝙿𝙴𝙲𝙸𝙰𝙻: 𝐝𝐫𝐮𝐧𝐤 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐞𝐬. 

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴏɴᴇ: "𝐁𝐀𝐓𝐌𝐀𝐍"

' 𝗉𝖾𝗊𝗎𝖾𝗇̃𝗈𝗌 𝗈𝗇𝖾-𝗌𝗁𝗈𝗍𝗌 𝖽𝗈𝗇𝖽𝖾 𝗅𝗑𝗌 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺𝗃𝖾𝗌 𝗉𝗋𝗂𝗇𝖼𝗂𝗉𝖺𝗅𝖾𝗌 𝖾𝗌𝗍𝖺𝗋𝖺́𝗇 𝗆𝗎𝗒 𝖾𝖻𝗋𝗂𝗑𝗌 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖿𝗎𝗇𝖼𝗂𝗈𝗇𝖺𝗋. ¿𝗊𝗎𝖾́ 𝗉𝗎𝖾𝖽𝖾 𝗌𝖺𝗅𝗂𝗋 𝗆𝖺𝗅?

' 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗇𝗈𝗌 𝖽𝗂𝖺́𝗅𝗈𝗀𝗈𝗌 𝖿𝗎𝖾𝗋𝗈𝗇 𝗂𝖽𝖾𝖺𝗌 𝗌𝖺𝖼𝖺𝖽𝖺𝗌 𝖽𝖾 𝗍𝗎𝗆𝖻𝗅𝗋. 𝖾𝗅 𝗋𝖾𝗌𝗍𝗈, 𝗍𝖺𝗅 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝖾𝗅 𝖽𝖾𝗌𝖺𝗋𝗋𝗈𝗅𝗅𝗈 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺 𝖾𝗌 𝖼𝗈𝗆𝗉𝗅𝖾𝗍𝖺𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗈𝗋𝗂𝗀𝗂𝗇𝖺𝗅.

―Perdí a Gia

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―Perdí a Gia. ¿La han visto?

Hace un momento ellos estaban perdidos en la fuerte música del lugar, riéndose como tontos por haber estado tomando toda la noche, pero aquellas palabras fueron como una patada que les sacó hasta la última gota de alcohol que tenían en la sangre.

La rubia se tensó en su lugar, no estaba acostumbrada a tener a cuatro muchachos mirándola con tanta inquietud.  ―Uh, puedo buscarla sola―, agregó sin saber qué hacer.

―Ah, carajo―, suspiró Jay apagando su cigarrillo a la vez que Jisung tomaba su billetera y abrigo.

―No, no―, dijo Kyung, ―No hay manera de que la encuentres por tu cuenta. Ya todos conocemos a Gia, puede estar desmayada en el baño o en un avión a otro país.

―Voy a matarla―, murmuró Jisung, imaginando lo jodido que seria regresar a su hogar con su hermana tan borracha y tener que enfrentar a sus padres.

―No me opongo, pero para eso hay que encontrarla primero―, respondió Yoongi poniéndose de pie. ―Todos estamos bastante conscientes así que, separémonos. Si la encuentran, manden un mensaje al grupo.

No tenían muchas opciones y decidieron aceptar el plan. La mitad se dirigió a la segunda planta y el resto del grupo se quedó en el primer piso. Para su mala suerte la casa era malditamente grande y estaba repleta de gente, así que optaron por dividirse en habitaciones.

Yoongi quedó a cargo de revisar los baños de la derecha y la cocina. Y allí se dirigió.

Mientras esquivaba a los borrachos que bailaban por allí, era empujado por la multitud cuando intentaba avanzar y abría puertas encontrándose a desconocidos en actos comprometedores juró para si mismo que jamás permitiría que Gia tocara otra gota de alcohol en lo que él viviera. 

Esa chica era todo un caso, perdido en mayoría. Podía contar con los dedos de una única mano las veces que dijo que bebería poco y había cumplido con dichas palabras. No habría problema si fuera una bebedora consciente de sus limites o una borracha tranquila, pero el problema con Gia era que, de una forma u otra, siempre se las ingeniaba para desaparecer. Podías tenerla bajo tu mirada la noche entera, pero volteabas para beber algo y puf, como por arte de magia te llamaría cinco minutos después desde el otro lado de la ciudad.

𝐌𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈, 𝐑𝐄𝐀𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora