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ᴘᴇᴅɪᴅᴏ — besitostiernosuwu

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ᴘᴇᴅɪᴅᴏ — besitostiernosuwu

No sabía cómo reaccionar.

Nunca había tenido una experiencia con la muerte. Pues, cuando sus abuelos fallecieron era muy pequeño, tanto que ya no recordaba qué sintió en ese entonces.
Sin embargo, sabía muy bien qué era y sabía todo lo que dolía, por ende, creyó que cuando, lamentablemente, algo así sucediese en su vida estaría devastado. Creyó que estaría llorando, o muy enojado, incluso hasta deprimido.

Pero ahora no se sentía así.
De hecho, no sentía nada.

Estaba sentado en la sala de su departamento, donde había un gran vacío y un silencio demasiado incómodo que nunca pensó sentir en su hogar, dado que siempre creyó que Yangmi estaría ahí para animar cualquier rincón de su vida.

Pero se equivocó.
Ella no estaba. No estaba ahora, tampoco estaría mañana, ni pasado, ni nunca.

Ya no estaba y no sabía cómo procesar esa información. Él estaba en shock, porque ciertamente aún no lo creía. Jamás había imaginado una situación así, jamás lo consideró siquiera como algo posible, creía que su pequeño universo era intocable.

Pero la muerte no discrimina. Ataca sin mirar. No le importa cuánto dinero tienes, no se fija en qué tan buena persona eres, ni siquiera pregunta si tienes familia o amigos, qué idioma hablas o qué edad vas a cumplir este año. No pregunta nada porque no le importa nada, simplemente te lleva.

Así como se llevó a Yangmi.
Sin importarle su cálida sonrisa, o sus ojitos brillosos, ni su gran corazón.

Yoongi soltó un suspiro y sostuvo su cabeza con sus manos, no lo entendía, no podía.

Yangmi estaba muerta.

Se levantó del sillón bruscamente y empezó a caminar por el departamento. Intentaba dejar de pensar pero no podía, miles de recuerdos lo atacaban por todos lados.

Estrelló su puño contra la pared sin resistirse. ¿Es tu culpa? ¿Es mi culpa? Sus nudillos quedaron rojos, dolía, pero no tanto como la presión en su pecho, así que volvió a pegar con fuerza. ¿Qué hiciste? ¿Qué hicimos? Le ardía la mano, pero no estaba llorando. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué te dejé ir? Se detuvo repentinamente, estaba sangrando. Sus latidos eran veloces, pero lo único que podía oír eran las voces de su cabeza que gritaban muy alto.

No quería escuchar nada.
Cerró sus ojos con fuerza, pero fue peor, de esa forma las imágenes eran más claras.

¿Puedo confiar en vos?

𝐌𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈, 𝐑𝐄𝐀𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora