―ᴏɴᴇ sʜᴏᴏᴛ
Yoongi revolvió su café sin ganas.
Muy en el fondo sabía que no debía salir de su hotel, y también sabía que no era nada sano regresar a ese lugar, pero allí estaba. Sentado en la misma mesa donde solía pasar sus tardes junto a SunHee.
No podía creer que ya había pasado año y medio desde que ambos se fueron a seguir sus respectivos sueños, él lo había logrado, y todos los días deseaba que ella también, porque ambos lo merecían.Observó el brazalete de su muñeca, tal vez era un tanto ridículo seguir creyendo en una promesa que se hicieron hace tanto tiempo, pero Yoongi no lo sentía así, él creía que Sunhee también lo había conservado, la conocía demasiado, y aunque se equivocara, lo que ambos tuvieron fue demasiado hermoso, algo que le dio mucha felicidad, y jamás querría olvidar nada de eso.
Pero para su sorpresa, le seguía doliendo, y lo descubrió estando sentado en esa cafetería, donde todo semejaba estar igual, pero la vida había avanzando más de lo que quisiera. Todavía recordaba lo bien que se sentía el charlar con ella, el abrazarla, besarla, o simplemente caminar en silencio tomados de la mano, dándose miradas cómplices que traían mensajes los cuales ellos eran los únicos capaces de poder descifrarlos. Ahora se arrepentía. Se arrepentía de no haberle dicho antes todo lo que amaba esos pequeños momentos, se arrepentía de haber retenido tantos "te amo", porque, tal vez, al decirlo la distancia no habría importado, y lo hubiesen superado.
―¿Sabías que ella también vino meses atrás? Me enteré que pasó a visitar a su familia. Te alegrará saber que le va excelente en la universidad―, Yoongi alzó su cabeza confundido. Frente a él estaba la mujer que solía atenderlos cada día, le hubiera sonreído, pero sus palabras quedaron rebotando en la mente del pálido con fuerza, ―Es curioso. Hizo lo mismo que vos, pidió lo de siempre y se sentó en esta mesa, pasó largo rato mirando el lugar, luego sacó sus cosas y comenzó a trabajar pero no se fue hasta que oscureció.
―Gracias―, susurró con sinceridad.
―Sigo creyendo que ambos son idiotas, también se lo dije a ella, se tenían un amor inmenso, ¿por qué un par de kilómetros logró que ambos se asustaran?―, el chico soltó un suspiro y una amarga sonrisa se posó en sus labios para luego responder.
―Lo intentamos, pasé un mes afuera, y con cada día sentía como la perdía. Era complicado mantener un contacto constante, cuando yo despertaba ella a penas se dormía. Nos fuimos alejando, no lo sé, dolía demasiado. Ninguno podía con eso y entonces, la escuché llorar en una llamada, era egoísta de mi parte hacerle perder el tiempo sabiendo que no volvería.
―Así que, simplemente lo dejaron.
―No fue simple, no lo es. Porque sigue siendo un infierno.
No mentía, dolía y mucho, sin embargo tenía que dejarla ir. Un año y seis meses, casi siete, ese era el tiempo que se habían estado extrañando, porque realmente no hubo un solo día en el cual Yoongi no deseo estar a su lado, volver a ella, y abrazarla con su vida.
Volvió a mirar su brazalete, el cielo ya estaba oscuro y debía juntar sus cosas para irse.
Tal vez era momento de seguir adelante, Sunhee tenía una vida rehecha, y el debía construir la suya. Tomó su mochila con un nudo en el pecho, caminó hasta la salida y volteó a ver la cafetería.―Tenes que prometer una única cosa Min Yoongi, si alguno de los dos vuelve a este triste pueblo, y si, uhm, seguimos sintiendo cosas por el otro, no se te ocurra buscarme, ¿bien? Solo esperame en la mesa de siempre, y si el destino quiere, te encontraré. Me sentaré frente a ti, beberemos un café, y el resto dependerá de lo que queramos en el momento. ¿Podes prometer eso? ¿Por favor?
Yoongi sonrió, cerró la puerta del lugar y comenzó a caminar con sus auriculares puestos.
―Lo prometo, después de todo, sabes que siempre regresaría a ti.
Algo le decía que no era el final, y no solo a él, porque Sunhee ahora estaba al otro lado del mundo, jugando con su brazalete.
Si bien era momento de dejar ir algunas cosas, tal vez, en un futuro podrían regresar a esa mesa y compartir un café, sonrientes y con la esperanza de volver a enamorarse. Sabían que ese día llegaría, sabían que podrían volver a sentirse, a tocar los labios del otro, pero hasta que ese día llegue, debían seguir adelante.
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𝐌𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈, 𝐑𝐄𝐀𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒.
Fanfiction❝ 𝐈𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐚𝐫𝐤𝐧𝐞𝐬𝐬, 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐰𝐨 𝐨𝐟 𝐮𝐬 𝐢𝐬 𝐞𝐧𝐨𝐮𝐠𝐡. 𝐈𝐧 𝐚𝐥𝐥 𝐭𝐡𝐞𝐬𝐞 𝐥𝐢𝐞𝐬. 𝐈𝐟 𝐰𝐞'𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫, 𝐞𝐯𝐞𝐧 𝐚𝐧 𝐞𝐧𝐝𝐥𝐞𝐬𝐬 𝐦𝐚𝐳𝐞 𝐢𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐢𝐬𝐞 ❞