En días como estos, Haneul se arrepentía de haberse postulado como presidenta para el consejo estudiantil, y se arrepentía aún más de haber ganado. Aunque después de todo le gustaba el trabajo, a veces la sobrepasaba.
Acababa de salir de una reunión con otros miembros del consejo y el director del colegio, tuvo charlas muy agitadas y agobiantes con ese anciano y lo peor fue que él no cambió de opinión. Se habían quedado sin fondos extra para el baile de fin de año y eso se convirtió en otro problema que debía solucionar rápido antes que sus compañeros del último año la atacaran con odio.
Haneul dio un largo suspiro y guardó un par de cosas en su casillero. Deseaba irse a su casa, dormir y comer, uh, sí que se moría de hambre, pues tuvo que saltarse el almuerzo por ir a una reunión con las porristas. Lo triste era que aún le quedaban dos horas de clase y había sido un día tan abrumador que ya no lo soportaba, había considerado ir al baño y llorar un rato para descargarse, pero tampoco tenía tiempo para eso.
—No es que quiera meter más presión pero...
Haneul volteó sosteniendo su mochila con fuerza para encontrarse con la mirada de Minki, el vicepresidente del consejo y su mejor amigo, agradecía que él fuera su mano derecha, era igual de responsable que ella y ayudaba muchísimo, sin embargo, aunque se repartían las tareas, no era suficiente y acababan agotados.
—Te escucho.
—En la reunión se habló mucho del baile pero nos faltaron hablar cuestiones sobre la feria de ciencias, la fiesta del viernes para el equipo y la cena para los ganadores del concurso de química—, Haneul golpeó su cabeza contra los casilleros.
—¿Algo más?
—Hay un problema en la biblioteca, una disputa entre los estudiantes de tercero, los cursos a y b, y también quejas sobre el menú de la cafetería—, Minki se acercó a ella y le extendió su agenda. Él también se veía super cansado y con ojeras.
De vez en cuando, Haneul sentía ganas de renunciar al puesto de presidenta, pero después recordaba lo importante que eso iba a ser en su solicitud para la universidad y también contaba todos los créditos extra que tendría, y entonces se levantaba todos los días sonriente y con ganas de seguir liderando al consejo y a los insufribles estudiantes. Cueste lo que cueste.
—Hagamos así—, murmuró Haneul analizando y organizando todo en su mente en menos de un minuto, —Tu clase de matemática queda para el lado del gimnasio, así que vas por ese lado y hablas con el entrenador sobre la fiesta, yo tengo que ir al salón de inglés que está después de los laboratorios de química, así que me ocupo de la cena—, Minki asentía a sus palabras rápidamente mientras iba escribiendo un par de cosas en su libreta, —Después de esas clases, te tocaría literatura así que vas para el lado de la biblioteca, te lo dejo a ti. Yo tendría geografía pero voy a saltearme la hora para ir a ver los cursos de tercero y averiguar qué mierda quieren ahora. ¿Está todo cubierto?
